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José Luis Castán, director de servicio provincial de educación, cultura y deporte: “Nuestro objetivo es adaptarnos  a la realidad de Teruel y atender  a los deseos de las familias” José Luis Castán, director de servicio provincial de educación, cultura y deporte: “Nuestro objetivo es adaptarnos  a la realidad de Teruel y atender  a los deseos de las familias”
José Luis Castán, en su despacho de la sede de Educación en Teruel

José Luis Castán, director de servicio provincial de educación, cultura y deporte: “Nuestro objetivo es adaptarnos a la realidad de Teruel y atender a los deseos de las familias”

“Los ciclos de Formación Profesional se están manteniendo con cinco matriculados en el medio rural y con ocho en las zonas urbanas”
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Cruz Aguilar

El director provincial de Educación, José Luis Castán, incide en la importancia que tiene para la provincia de Teruel las nuevas aulas de dos años, que este año se extienden a dos pueblos del Jiloca y Cuencas Mineras, así como la ampliación de ciclos de Formación Profesional, las mejoras en infraestructuras o el refuerzo en la atención a la salud mental del alumnado, que presenta como algunas de las principales novedades par este curso escolar.

-¿Cómo ha ido la matriculación de este curso son respecto al número de alumnos del pasado?

-Tenemos muchos más, sobre todo en Bachillerato y en Formación Profesional de lo que teníamos en los cursos anteriores, aunque hemos reducido en Educación Infantil y, ligeramente, en Primaria.

-¿Todos los padres han tenido plaza en el centro elegido en primera opción?

-Sí. La política del Departamento de Educación es garantizar que las opciones de las familias sean respetadas. Este año hemos incrementado aulas en la ciudad de Teruel, de forma que había plazas suficientes para todos los niños de tres años, pero, atendiendo a la voluntad de los padres, se han mantenido tres grupos en el colegio del Ensanche y se ha abierto uno más en La Fuenfresca. Lo mismo ha ocurrido en otras localidades, adaptándonos a la demanda.

-¿Qué novedades presenta este curso la atención a la educación infantil?

-La más importante es la apertura de dos nuevas aulas de dos años, en Caminreal y en Utrillas. A ello se suma la puesta en marcha de escuelas municipales infantiles en Mirambel, Castellote, Burbáguena y Orihuela. Ahora mismo la red de atención infantil se apoya en cuatro pilares. Por un lado están las escuelas municipales infantiles, que cubren el territorio, a ellas se suman las aulas de dos años en una docena de colegios; los centros de educación infantil propios, como el de Alcañiz. Por último, contamos con las casas de infancia del Departamento de Bienestar Social y Familia, con una implantación creciente.

-¿La idea es seguir abriendo más centros y aulas de dos años?

-Nuestro objetivo es adaptarnos a la realidad de la provincia. Habrá localidades donde será necesario ampliar aulas de dos años, y lo haremos progresivamente, sobre todo en ciudades como Teruel o Alcañiz. Además, contamos con una red privada de escuelas infantiles que debe integrarse en nuestro modelo. En el medio rural trabajamos con los ayuntamientos para que los servicios sean cada vez más accesibles y, en lo posible, gratuitos para las familias.

-El alumnado de Formación Profesional ha crecido. ¿A qué se debe?

-Fundamentalmente a la calidad de la oferta y a la inserción laboral. Hoy en día, un estudiante que complete dos años de grado medio y otros dos de grado superior tiene no solo altas posibilidades de empleo, sino también de continuar estudios universitarios. La nueva ley de FP permite integrar, además de los jóvenes de 16 a 18 años, a trabajadores que acrediten competencias. El sistema es flexible y conecta con los certificados de profesionalidad de Empleo, de manera que podemos otorgar títulos y certificados en todos nuestros centros de FP.

-La consejera del ramo, Tomasa Hernández, destacó durante la inauguración del curso escolar en Zaragoza que se han mantenido ciclos de Formación Profesional en el medio rural con menos de diez alumnos. ¿En Teruel se ha dado el caso?

-Sí. En mayo corrían riesgo de cierre el ciclo de Servicios de Restauración en Valderrobres, Producción Alimentaria en Calamocha y Producciones Audiovisuales en el IES Vega del Turia de Teruel. El compromiso de la consejera fue mantener los ciclos con al menos cinco alumnos en el medio rural y ocho en el urbano. Gracias a la colaboración de empresarios y profesores, este año ninguno ha cerrado y cuentan con la matrícula suficiente para invertir en ellos.

-El año pasado sí se cerró un ciclo de Administración en las Cuencas Mineras. ¿Por qué?

-Porque solo había un alumno matriculado. Además, era un ciclo duplicado en Utrillas que ya se ofrecía a través de un certificado de profesionalidad, sin demanda suficiente en el sector. En su lugar, implantamos un ciclo de Cuidados Auxiliares de Enfermería, que respondía a una necesidad real de la comarca.

-En el Centro Público Integrado de Formación Profesional de San Blas se imparte formación puntera en torno a la trufa y la gestión ambiental. ¿Qué supone esto para la provincia?

-El centro de San Blas imparte enseñanzas tradicionales de la familia agraria, pero también certificados de profesionalidad, como los relacionados con la trufa, que ofrecen formación de calidad en periodos cortos. Además, es el Centro Nacional de Referencia en Gestión Ambiental, seleccionado por el Ministerio de Educación y el de Trabajo para liderar innovación, creación de programas e investigación en esta familia profesional. Es el único de España con esta especialidad, lo que sitúa a Teruel en primera línea.

-El curso pasado hubo problemas para cubrir plazas docentes. ¿Qué medidas se han tomado este año?

-La falta de profesorado afecta a toda España en especialidades como Matemáticas, Lengua, Informática, Electrónica o ramas sanitarias. Para paliarlo, hemos abierto convocatorias extraordinarias a graduados con el máster de docencia, aunque no estén en listas, y contratamos expertos de FP con experiencia acreditada en el sector productivo. Hoy quedan menos de 12 plazas sin cubrir y esperamos solucionarlo en breve.

-No se ha cerrado ninguna escuela este año, pero algunas siguen con muy pocos alumnos. ¿Qué criterios se aplican para mantenerlas abiertas?

-Atendemos, sobre todo, al deseo de las familias, pero también valoramos la etapa en la que se encuentran los alumnos y la importancia de la socialización. Pongo un ejemplo: en Venta del Aire solo quedaban dos niños. Finalmente se trasladarán al colegio de Albentosa, con más de 15 alumnos, lo que mejora su integración. En otros casos, como Cabra de Mora o Mirambel, podría reabrirse la escuela si se solicita, porque hay suficiente alumnado.

-¿Qué novedades hay este curso en transporte escolar?

-Por un lado se ha puesto en marcha una nueva ruta que conecta Calamocha con los institutos de Teruel, facilitando el acceso a bachilleratos y ciclos que no existen en la localidad de origen. Otra une Cretas con Valderrobres y Alcañiz, evitando desplazamientos por cuenta propia, y una tercera desde Tronchón, Mirambel y La Cuba a Cantavieja, que enlaza con la ruta a Villafranca del Cid, en la provincia de Castellón, permitiendo continuar estudios de Bachillerato y FP sin necesidad de cambiar el lugar de residencia a la capital turolense.

-¿Y en el caso concreto de Guadalaviar, donde hubo quejas el curso pasado?

-Guadalaviar tiene autorización para mantener 1º y 2º de ESO. Las familias decidieron trasladarse a Griegos, que también dispone de autorización. Les hemos ofrecido alternativas, como enlazar desde Tramacastilla a rutas regulares que acortan los tiempos, pero no podemos crear una ruta específica para tres alumnos. En todo caso, cuentan con varias opciones y cada familia ha elegido la que considera mejor.

-Entre las principales infraestructuras destaca la segunda fase del Aulario del CPIFP Bajo Aragón de Alcañiz . ¿En qué consiste?

-La obra está licitada y adjudicada y comenzará en breve. Si se cumplen los plazos, en septiembre de 2026 inauguraremos la segunda fase del Centro Integrado de FP de Alcañiz. Esto permitirá remodelar el edificio actual y ampliar las instalaciones del Instituto de Secundaria. Además, invertiremos más de un millón de euros en el Centro de San Blas, adaptando espacios a las familias de Seguridad y Protección Civil, y se inaugurarán en otoño las instalaciones de FP de Frío y calor en Monreal. También avanzamos en la construcción de un colegio nuevo en Olba y en las obras de remodelación en Caminreal y Utrillas para las aulas de dos años.

-Otra demanda recurrente de las familias es la mejora de los comedores escolares. ¿Qué avances habrá en este curso?

-En la provincia hay 27 comedores, de los que 14 ya tienen cocina propia. El reto es sustituir los 13 que funcionan con línea fría por un modelo de cocina caliente. La nueva cocina central del Ensanche, con capacidad para 300 menús diarios, no solo dará servicio a ese colegio, sino también a otros centros como Pierres Vedel, Miguel Vallés o Cella. Además, estamos reformando cocinas en los CRIEs de Calamocha y Alcorisa para abastecer a colegios cercanos.

-La matrícula en las escuelas de adultos sigue aumentando. ¿A qué lo atribuye?

-Principalmente a dos factores, el incremento de población inmigrante, que accede a formación en español, certificados profesionales o pruebas de acceso a FP, y la oferta socioeducativa para mayores en convenio con la Diputación, como talleres de memoria. Hoy casi el 50% del alumnado es inmigrante, y hablamos de cerca de 9.000 personas en la provincia.

Nuevas instalaciones en la ciudad escolar

-Una de las grandes preocupaciones en torno a los jóvenes es la salud mental. ¿Cómo se está trabajando en este ámbito?

-Hemos detectado que el 25% de niños y jóvenes presentan problemas emocionales, desde dificultades cotidianas hasta casos graves con riesgo de suicidio. En la provincia contamos con unidades de salud mental infanto-juvenil en Teruel y Alcañiz, y desde Educación reforzamos el apoyo escolar. Estas unidades están tanto en el sector de Teruel como en el sector de Alcañiz, y nuestra labor es colaborar con ellas para que la integración de estos niños sea la mayor. En estos momentos estamos hablando de que tenemos en la provincia, y esto es un incremento muy sustancial, un total de 98 Auxiliares de Educación Especial, muchos de los cuales están atendiendo a alumnos con problemas graves de salud mental. A ellos se suman un total de cuatro enfermeras, seis fisioterapeutas, y tenemos una unidad, la Unidad Educativa Terapéutica en Teruel, que se creó el año pasado, que va a estar dotada de unas excelentes instalaciones, y donde dos profesionales, en coordinación con otros del resto de Aragón, van a coordinar y apoyar a los equipos directivos en el seguimiento de estos alumnos.

-¿Esos profesionales son psicólogos?

-Sí, tenemos, por una parte, psicólogos, orientadores escolares, y también tenemos maestros de la especialidad de pedagogía terapéutica, que están formados en la atención de estos alumnos. Realmente, una unidad educativa no tiene que diagnosticar el servicio sanitario, nosotros hacemos lo que sería la terapia pedagógica.

-Esta unidad, además, va a estrenar instalaciones, ¿no es así?

-Sí, en la Ciudad Escolar de la capital, en las antiguas instalaciones del conservatorio, a través de una inversión que se está ejecutando en estos momentos, va a tener no solamente los espacios administrativos y despachos para estos profesionales y para la atención a las familias, sino que además dispondrá de unas salas para la realización de actividades en relación con la salud, con el autoconocimiento, con la creatividad. Lo que queremos es que todos los alumnos con dificultades de aprendizaje asociado a un problema de salud mental tengan el apoyo que necesita tanto dentro de sus colegios y de sus institutos como de forma especializada.