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La autoridad que investiga accidentes aéreos no descarta que alguien quemase la avioneta de Valdecebro La autoridad que investiga accidentes aéreos no descarta que alguien quemase la avioneta de Valdecebro
Los restos calcinados de la avioneta accidentada en Valdecebro cuando fueron encontrados hace dos años

La autoridad que investiga accidentes aéreos no descarta que alguien quemase la avioneta de Valdecebro

La CIAIAC apunta que pudo arder al inflamarse el combustible o ser un fuego intencionado
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La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), autoridad autónoma pero dependiente del Ministerio de Transportes, ha concluido que la aeronave quemada que fue hallada en una pista de Valdecebro hace dos años pudo arder al estrellarse por la inflamación del combustible, o bien porque le prendieron fuego de manera intencionada. Es una de las conclusiones recogidas en el informe técnico definitivo de la autoridad que investiga todos los accidentes aéreos. El caso fue sobreseído provisionalmente por la vía judicial hace meses, pero la Policía sigue investigando, ya que desde el principio se vinculó lo ocurrido con el crimen internacional.

Dos años después de que ocurriera el siniestro, del que solo se encontró la avioneta prácticamente quemada en su totalidad pero sin víctimas ni indicios de quién o quienes podían viajar en ella y con qué fin, el caso sigue siendo un misterio. De forma periódica las autoridades policiales informan de que se sigue investigando y que el asunto está en manos de Interpol, pero por la vía judicial el caso fue sobreseído  provisionalmente hace meses.

Fuentes judiciales explicaron que un caso archivado provisionalmente, al no haber avances aparentes en la investigación judicial, puede reabrirse en cualquier momento cuando surjan nuevos datos o indicios que puedan esclarecer los hechos. A principios de año el jefe superior de Policía de Aragón, Juan Carlos Hernández, indicó que la investigación policial iba por buen camino y que tras las averiguaciones hechas en España estaba en manos de Interpol.

Dentro de un mes se cumplirán dos años desde que apareció la avioneta incendiada en una antigua pista de aterrizaje de tierra en Valdecebro, y los pocos datos que se conocen de lo que pudo suceder son las escasas informaciones de la Policía que han trascendido, que desde el primer momento no descartaron que la aeronave pudiera estar vinculada con el tráfico de drogas y el crimen organizado internacional, y el informe elaborado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, que fue emitido un año después pero cuyo contenido ha trascendido ahora.

El informe de la CIAIAC no aclara las circunstancias en las que se produjo el accidente ni lo que pasó después de que el aparato se posara en tierra, más allá de constatar lo que se apuntó en un primer momento, que el tren de aterrizaje de la avioneta se enganchó a un cable amarrado a dos postes que impedían el acceso de vehículos a la pista.

Sí confirma datos que habían sido ya avanzados por la Policía y que detalla, como que la matrícula era falsa al haber duplicado la de otro avión y que la aeronave había sido robada en marzo de 2018 de un hangar del aeródromo de Pohlheim en Alemania, prácticamente ocho meses antes de accidentarse.

Sobre el hecho de que la avioneta apareciese incendiada, la CIAIAC no descarta que pudiera ser quemada de forma intencionada, si bien plantea tanto esta posibilidad como el hecho de que se prendiera fuego por el impacto al prenderse el combustible. Lo que está claro es que no hubo una explosión.

Esto refuerza las líneas de investigación sobre el uso con fines criminales de esta avioneta y la intencionalidad de ocultar posibles huellas de quienes viajaban en ella, tanto por el hecho de que hubiese sido robada, como la falsificación de su matrícula o que no haya registros del vuelo.

Sobre las causas del incendio, la CIAIAC indica que “puede barajarse la posibilidad de que el combustible se inflamara al producirse el impacto contra el suelo. O bien que la persona, o personas, a bordo provocaran intencionadamente el fuego (puede que también con la ayuda de terceras personas”. Además, añade que “se descarta que se produjera una explosión o deflagración ya que no había restos de la aeronave alrededor y a diferentes distancias”.

Señala por otra parte el informe que la Brigada de Policía Judicial de Teruel “ante las evidencias encontradas, concluyó en su atestado que la aeronave accidentada pudo ser utilizada para cometer algún tipo de ilícito penal, habida cuenta que era robada y con identificaciones visibles falsificadas, que además los ocupantes de la aeronave fueron evacuados del lugar y que desde el punto de vista de operación aérea también era altamente irregular”.

La matrícula que portaba la avioneta había sido clonada ilegalmente de otra aeronave que se encontraba en el aeródromo de Reidelbach (Alemania), y que difería del modelo hallado en Valdecebro. El número de serie del motor había sido también manipulado, pero en el cárter se pudo encontrar una numeración troquelada que permitió averiguar que se trataba de la aeronave con matrícula D-MEFU, modelo Aerospool Dynamic WT9, que había sido robada ocho meses antes en el aeródromo alemán de Pohlheim.

El caso está sobreseído provisionalmente en el juzgado pero sigue abierto por la Policía

El caso de la avioneta que apareció incendiada el 22 de noviembre de 2018 en una pista de aterrizaje en desuso de Valdecebro está sobreseído provisionalmente por el Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel, aunque podría reabrirse en el momento que hubiera nuevas averiguaciones puesto que el asunto sigue abierto por parte de la Policía. Una persona que vio los restos calcinados, que había pasado el día anterior y no había nada, avisó a la Policía