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La bandera antifascista ondea de nuevo en Cabezo Bajo tras 81 años y 3 meses La bandera antifascista ondea de nuevo en Cabezo Bajo tras 81 años y 3 meses
El Autobús de la Memoria desplegó en el Cabezo Bajo de Singra una bandera como la que ondeó durante unas horas el 25 de enero de 1938

La bandera antifascista ondea de nuevo en Cabezo Bajo tras 81 años y 3 meses

El Autobús de la Memoria recorrió los parajes de la ofensiva republicana de Singra del 38
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Con Teruel en poder de la República pero cercado por las tropas sublevadas de Aranda y Varela, el Estado Mayor de Vicente Rojo ordenó a mediados de enero de 1938 una contraofensiva hacia el norte que podría haber cambiado el signo de la guerra. La 46 División del Campesino trata de reconquistar Los Altos de Celadas y El Muletón mientras que la 27 División marchará hacia Singra desde Sierra Palomera, con el objetivo de cortar el ferrocarril y la carretera a través de las cuales las tropas franquistas reciben víveres y munición. Los mandos sublevados admitieron después que temían el día que tuviera lugar esa ofensiva, y que si se hubiera producido antes, con más efectivos y en otras circunstancias, podrían haber puesto en serios aprietos a las tropas de Franco para mantener el cerco sobre Teruel. 

Por si fuera poco un desertor de la 27 División puso en conocimiento los planes republicanos de una ofensiva que fiaba su triunfo al factor sorpresa, justo la víspera del ataque. El resultado fue el preludio del Desastre de Alfambra; las tropas gubernamentales consiguieron tomar las fortificaciones de Cabezo Bajo el 25 de enero y llegaron a plantar la bandera tricolor, pero apenas duró unas horas allí porque recibieron orden de retirarse previendo un contraataque del que no iban a poder defenderse. Solo ese día la División sufrió 800 bajas, y desde ese 25 de enero hasta el 29 se reintentó la toma todos los días, contabilizándose un total de 2.000 bajas. Los republicanos llegaron a tomar Singra –los historiadores discrepan si todo el pueblo o solo una parte– ante unos defensores poco experimentados que presentaron poca resistencia, pero cuando el ejército franquista reconcentró sus efectivos –repartidos entre Torrelacárcel, Santa Eulalia y Villarquemado– los republicanos fueron obligados a retroceder. 

La semana siguiente tuvo lugar la ofensiva franquista del Alfambra. La 27 División había quedado diezmada y moralmente deshecha, y apenas pudo contribuir en la defensa. Franco recuperó en dos días 800 kilómetros cuadrados y dejó limpio el frente norte de Teruel, que cayó definitivamente apenas dos semanas después. 

Lugares de la guerra

Esos escenarios de la ofensiva de Singra, los bunkers y nidos de ametralladora de Cabezo Alto y Cabezo Bajo y las líneas y posiciones que se encuentran entre ellas fueron recorridos por las cerca de veinte personas que subieron al Autobús de la Memoria, la excursión guiada que todos los años realiza Pozos de Caudé durante las Jornadas sobre Memoria Histórica. 

Antes realizaron una parada en los fortines de Torrelacárcel, bien indicados y restaurados durante el pasado año, y de ahí marcharon por la carretera de Aguatón hacia los Cabezos de Singra. “En esas posiciones no se ha actuado”, explica Roberto Rodrigo, que ayer hizo de guía para todo el grupo. “Hay un búnker en Cabezo Alto y tres nidos de ametralladora de cemento, que no están en mal estado y existe un cartel interpretativo, aunque no han sido restaurados. Después en el Cabezo Bajo hay otros búnkeres y nidos, que no están en mal estado para verlos aunque, como muchas posiciones de ese tipo, se volaron al final de la guerra para aprovechar el hierro de los encofrados”.

La comitiva recorrió los parajes rememorando los terribles sucesos de hace algo más de 81 años, que tuvieron lugar sobre la nieve. Incluso desplegaron una bandera republicana como la que ondeó en Cabezo Bajo durante unas horas el 25 de enero de 1938, como símbolo de la libertad y la democracia contra el fascismo europeo que, en España, estaba dando un aperitivo de lo que iba a desencadenarse meses después en el resto del mundo. 

También aprovecharon para visitar el Cementerio de Singra, donde una placa recuerda que aquella fue la primera exhumación que llevó a cabo la asociación Pozos de Caudé en 2008, con los nombres de quienes se denominó Los 12 de Calamocha, en  una fosa donde se encontraron restos de 38 cadáveres.