La Casa de Andalucía abre sus brazos a la ciudad que le acoge y a los socios fundadores

La Casa de Andalucía en Teruel celebró su cuadragésimo aniversario en una jornada llena de emoción y de recuerdos pero mirando hacia el futuro que tiene por delante. Los actos comenzaron con una misa rociera en la catedral de Teruel, seguida por una rondalla hasta el Teatro Marín, donde se celebró una gala en la que pasado y presente de esta casa regional se fusionaron, al igual que Aragón y Andalucía con su música, sus tradiciones y sobre todo con sus gentes.

Los tambores de la Semana Santa turolense irrumpieron en el Teatro Marín para subir al escenario y acompañar a una saeta. El flamenco y el mantón de manila, usado en las dos regiones, brillaron sobre el escenario antes de que se fuera turnando la palabra de los protagonistas de este abrazo Aragón Andalucía, que a diferencia de años anteriores que estaba simbolizado en destacadas personalidades de las dos comunidades autónomas, en esta ocasión se representó con la colectividad. Por parte de los andaluces, fue un reconocimiento a los socios fundadores de la Casa de Andalucía, que en 1982 la crearon “buscando a andaluces que vivían en Teruel casa por casa”, para que se apuntaran porque hacía falta contar con más de 200 socios, como recordaron. Por parte de los aragoneses fue reconocida la propia ciudad de Teruel. Y este abrazo se materializó entre Luis Villegas, uno de los primeros socios y presidente durante 11 años, y la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, en representación de los turolenses, muchos de ellos socios hoy en día de la Casa de Andalucía, aunque no tengan lazos de sangre con esta región, porque les gusta sus costumbres, sus bailes y sus tradiciones.

Por parte de Andalucía tomó la palabra Reyes Rincón, una sevillana que vino a Teruel con su marido y sus seis hijos pequeños y aunque hacía mucho frío fuera por dentro sintió el calor que le dieron sus vecinos, los amigos que fue haciendo y otros andaluces que encontró en la ciudad y con los que se lanzaron a la aventura de crear una casa regional.

También intervinieron otros socios fundadores en una pequeña tertulia que se formó en torno a una mesa camilla en el escenario. La actual presidenta, María Rodríguez, les fue dando la palabra y fueron aflorando las anécdotas de aquellos primeros años, primero en una caseta y al poco tiempo en el actual local de la avenida Segorbe, como la procedencia de la verja de forja que da acceso al local, “y que trajeron de un cementerio”.

Algunos de aquellos primeros socios volvieron a su tierra o ya no están y muchos continúan en la ciudad, porque como dijo Juan Fernández, otro de los socios fundadores y expresidente de la Casa de Andalucía: “De aquí es mi mujer, mis hijos y mis nietos y por eso soy turolense sin ser nacido en Teruel”.

Aquellos primeros años estuvieron llenos de actividad. Al coro y los grupos de baile se sumaron otro de teatro y la organización de festivales, de una chirigota por carnaval y hasta una novillada. Todos los años además se organizaba el Abrazo Andalucía Aragón y hasta Teruel trajeron entre otros a Matías Prats padre, que fue el primer andaluz que vino al Abrazo, al torero Pepe Ojeda, al Loco de la Colina o al escultor José Gonzalvo.Incluso la esposa del presidente de Uruguay o Felipe González fue socio de honor de la Casa.

Para el Abrazo de este año la actual junta quiso contar con un destacado turolense como es Javier Sierra. Por problemas de agenda no pudo estar en Teruel, pero la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, difundió una palabras del escritor, muy unido a Andalucía porque de Málaga son sus dos hijos y de Córdoba su mujer. Les animó para que sigan convirtiendo “barreras territoriales en puentes”.

Mayte Pérez consideró por su parte que Andalucía y Aragón son dos tierras que “se sienten identificadas con sus costumbres y con su cultura que nos definen como sociedad”.

Al escenario fueron llamados a subir los socios fundadores y sus esposas o sus hijos en el caso de los que faltan, como es el caso de Tere García, que subió para recoger en nombre de su padre, conocido como Juan el Andaluz,  el detalle, una virgen del Rocío incrustada en una estrella mudéjar. “Recuerdo que era pequeña y siempre estábamos allí, había muy buen ambiente y era muy bonito”, contó y explicó que se ha recorrido la provincia con el grupo de baile. Subieron al escenario, el grupo Al Andalus, el coro de la Casa y la agrupación folclórica Ciudad de los Amantes, además de una representación de los tambores y bombos de Teruel.  Los actos continuaron por la tarde en la sede.