La cifra de grullas muertas en el Jiloca se eleva a 900 pese a la baja migración por las altas temperaturas
Medio Ambiente cuenta con un equipo de 50 personas para la retirada de ejemplares infectados por gripe aviarEl número de grullas muertas recogidas en el entorno de la Laguna de Gallocanta roza ya las 900, según los datos confirmados desde el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, cuyos censos migratorios reflejan unas cifras bajas, debidas posiblemente a las elevadas temperaturas del norte de Europa. La mayor parte de las aves fallecidas por gripe aviar son grullas, pero se han recogido a su vez algunos ejemplares de flamencos, varios blancos y gorriones. Entre los mamíferos retirados, hay un zorro y un jabalí, aunque en este caso el resultado de los análisis no ha sido concluyente de que estuviera infectado.
Según aseguraron desde el departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón, hasta la fecha no se ha detectado el virus en ninguna explotación avícola aragonesa ni tampoco entre las aves de corral de particulares.
Para la retirada de las grullas se ha puesto en marcha un protocolo de actuación que consiste en la parcelación del humedal en cinco sectores, dos en Zaragoza y tres en Teruel, porque el vaso está situado en medio de las dos provincias. Cada mañana, los equipos turolenses y zaragozanos se reúnen a primera hora en el Centro de Interpretación de Gallocanta y se distribuyen la parcelación. En cada grupo hay un forestal más dos trabajadores de Sarga, todos ellos provistos de un Equipo de Protección Individual (EPI) que se renueva a diario, además de botas de agua, ya que buena parte de las aves están muertas dentro del agua.
En total, hay medio centenar de personas dedicadas a la recogida de animales infectados, un proceso para el que se ha establecido un protocolo similar al que se pone en marcha cuando se produce un incendio forestal. Se han repartido un millar de EPIS, que cada persona debe renovar a diario, y botas de agua a todos los trabajadores, para garantizar la máxima seguridad en el proceso de retirada de cadáveres.
Los censos de grullas realizados en estas primeras semanas de la temporada dan cifras bajas, que responden, a juicio del director provincial de Medio Ambiente, Emilio Pérez, a que las temperaturas aún no son lo suficientemente bajas en el norte de Europa. El primer conteo, realizado el martes 14 de octubre, cifró en 297 las grullas en Gallocanta, mientras que en el siguiente, del día 21, se contabilizaron 7.032. El número cayó hasta las 3.033 en el censo del 28 de octubre y se mantuvo un poco por encima, en 3.682 aves, en el primero realizado en noviembre, el día 4.
El trazado que dibuja la gráfica donde se recogen las aves muertas por días muestra que en los últimos días ha habido menos decesos, algo que Pérez valora positivamente. Sin embargo, alerta de que con la bajada de las temperaturas puede intensificarse la llegada de las aves migratorias, lo que posiblemente provocará un repunte en los contagios.
Colaboración vecinal
El director de Medio Ambiente en Teruel agradece el esfuerzo que está realizando el personal e indica que se están recogiendo todos los animales de los que se tiene constancia y en ello juega un papel fundamental la ciudadanía, que les avisa a través de llamadas telefónicas. Cada día se reciben en torno a media docena de alertas con datos sobre nuevos decesos de aves.
Desde el departamento se han distribuido carteles en los que se pide a la población que ni se acerque ni toque a los animales muertos o sus restos y que, si encuentran alguno, den el aviso con la localización lo más precisa posible a través del 112 o en el 978 641 150.
En la Laguna del Cañizar, entre Villarquemado y Cella, no se han detectado ejemplares muertos, aunque todos los días se revisa el espacio por si acaso. Sí han localizado tres grullas muertas en el Collado de las Grullas de Bronchales, paso natural de estas aves en su camino hacia África.
Emilio Pérez detalla que sólo se recogen las aves muertas, pero no las moribundas porque cuantos más animales hay con el virus más posibilidades existen de crear defensas, aunque reconoce que la influenza aviar presenta una mortalidad muy elevada en determinados grupos, entre los que se encuentran las grullas y las gallinas, cuyo tracto respiratorio es similar.
Pese al brote de gripe aviar y a las numerosas bajas de grullas, las actividades en los centros de interpretación de la laguna se mantienen, como también las visitas guiadas, en las que se muestra a los visitantes la gravedad del problema y la necesidad de extremar las precauciones para propagar la dispersión entre los animales, ya que a los humanos no les afecta.“Los centros de interpretación están lejos y las visitas guiadas son una buena forma de concienciar”, concreta el director de Medio Ambiente.
Sí se cerraron, ya en el inicio de la campaña, los hides de observación puesto que es una zona donde se facilita habitualmente el alimento a las grullas, que los transitan mucho. De hecho, Pérez matiza que buena parte de los ejemplares muertos se han encontrado en estas zonas.
Medidas en Aragón y España
Para evitar el contagio en las explotaciones aviares tanto destinadas a la venta como para consumo propio, el Gobierno de Aragón prohibió ya a finales de octubre la cría de aves de corral al aire libre y estableció medidas sanitarias para desinfectar tanto al personal o a los vehículos que acceden a las granjas. Los técnicos insisten en que la única forma de frenar el avance de la influenza aviar es la desinfección y tener a los animales bajo cubierto.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado que, a partir del lunes 10 de noviembre de 2025, entra en vigor la prohibición de la cría de aves de corral al aire libre en España como medida preventiva frente al aumento del riesgo de gripe aviar. La decisión se basa en datos de la Unión Europea que indican 139 focos de IAAP (Influenza Aviar de Alta Patogenicidad) en aves de corral, 708 en aves silvestres y 33 en aves cautivas, entre el 1 de julio y el 5 de noviembre.
