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La Escuela de Hostelería acerca su actividad a los turolenses con su comida para llevar La Escuela de Hostelería acerca su actividad a los turolenses con su comida para llevar
El director de la Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel, Luis Berzosa, asesora a los alumnos para el proceso de empaquetado y distribución del ‘take away’

La Escuela de Hostelería acerca su actividad a los turolenses con su comida para llevar

Cada viernes reparte los platos que elaboran y conservan los alumnos durante la semana
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En tan solo un click se puede reservar el delicioso menú elaborado por el alumnado del Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel en su página web y recogerlo el viernes. El centro ha puesto en marcha este curso su servicio de take away, comida para llevar que permite al alumnado practicar la elaboración de platos, su conservación y su envasado para este tipo de propuestas culinarias cada vez más demandadas y que busca también intensificar su relación con la sociedad turolense.

“Estamos dinamizando lo que es la relación con el entorno, el restaurante y la escuela, lo que queremos es hacerlo vivo, hacerlo activo, hacerlo dinámico”, destacó el director del centro, Luis Berzosa.

El proyecto va avanzando progresivamente. En el primer trimestre, al ser algo novedoso, se empezó a nivel interno y los clientes fueron los propios alumnos, los profesores y los familiares y ahora se quiere llegar más a la sociedad turolense. Este viernes se realizó el primer servicio take away del segundo trimestre y se repartieron una veintena de pedidos, varios de ellos ya de personas ajenas a la escuela.

Cada lunes se sube a la página web la oferta y la gente puede ir haciendo sus reservas que se recogerán el viernes entre las  12,45 a  14,10 horas. Los platos se elaboran durante la semana en las clases en la cocina. Se trabaja en línea fría y una vez preparados se conservan en cámara refrigerada para su posterior distribución el viernes.

Hay tres propuestas diferentes, por un lado, el menú Mirador, en el que se oferta un primer y un segundo de los tres que incluye la propuesta que cada miércoles se degusta en este espacio de la escuela, con el precio de 9 euros y del que habitualmente se elaboran 20 raciones para llevar. También se puede optar por las especialidades de la semana, platos con precios de alrededor de 4 euros. Finalmente, el toque dulce lo pone el ciclo de Repostería y panadería con varias opciones de bollería y dulces.

Medio centenar de estudiantes de los ciclos formativos este centro está implicados en este servicio de comida para llevar, a los que se suman una docena de alumnos de la formación con el Inaem.

Los alumnos implicados en esta acción son los del grupo de primero del grado medio de Cocina y Gastronomía y todos los del ciclo de Panadería, repostería y confitería para la elaboración de los platos. Finalmente, los del ciclo formativo de grado básico de Cocina y restauración se encargan de la parte final: la entrega de los pedidos y su venta.

Lo recaudado en el servicio se utiliza para cubrir los costes del mismo: las materias primas para las recetas y los envases y bolsas. “Se reinvierte en la propia actividad”, explicó el director de la Escuela de Hostelería y Turismo.

Berzosa destacó que este proyecto permite a los estudiantes adquirir diferentes competencias fundamentales para su posterior desempeño profesional ya que, además, cada vez está más implantada la fórmula de la comida para llevar en todo tipo de establecimientos de hostelería.

Los alumnos de Cocina aprenden lo que es la elaboración, las técnicas culinarias de ejecución, así como los abatimientos de temperatura y los sistemas de conservación.

En el caso de los alumnos de grado básico que no acabaron la ESO hay “muchos contenidos trasversales que les van a ir muy bien en su formación”, según destacó el responsable de la escuela. Practican desde las matemáticas porque tienen que cobrar a los clientes, a la higiene y manipulación de los alimentos, entre otras cosas.

Los alumnos de Panadería, repostería y confitería aprenden a crear una oferta gastronómica, a prepararla, a cocinarla y envasarla en las condiciones que marca la normativa y estocarla para luego poder venderla.

El servicio de take away quiere seguir creciendo y que el menú del restaurante gastronómico que se ofrece los martes y jueves pueda tener la opción de tomarlo en la Escuela o llevarlo a casa.