La falta de relevo generacional amenaza también a las farmacias rurales

La falta de relevo generacional y de personal para cubrir bajas en las farmacias del medio rural es uno de los problemas a los que se enfrenta el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Teruel. Esta ausencia de personal para hacer traspasos de negocios o incluso contratar trabajadores, que también afecta a otros sectores, puede poner en peligro un servicio básico para la población, según manifestó la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Teruel, María José Villafranca, en el acto de celebración del Día de la Patrona, la Inmaculada Concepción, que llevaron a cabo este domingo en la capital turolense.

En opinión de la máxima responsable de los farmacéuticos de Teruel, una posible solución para los cierres, de los que recientemente se han registrado tres en el conjunto provincial, sería contar con medidas económicas de apoyo por parte de las administraciones y ligadas a los servicios asistenciales que el facultativo puede ofrecer a la población.

Cuando una farmacia baja la persiana, la localidad pierde un servicio fundamental puesto que “no hay una equidad en el acceso a los medicamentos ni a la atención que puede dar el farmacéutico, que va más allá de su trabajo” explicó Villafranca.

Un ejemplo de ese apoyo por parte de las administraciones es el acuerdo que firmaron con la Diputación de Teruel para los sistemas personalizados de medicación, muy cómodos para el paciente porque sólo tiene que tomar lo que le preparan en su botiquín. Está remunerado para el profesional y es una ayuda sobre todo para los establecimientos de las zonas menos pobladas. Desde que se inició el proyecto hace tres años, más de 300 pacientes se han beneficiado y la respuesta es “de un 10 sobre 10 por la mejora de su calidad de vida”, dijo la responsable del colegio, quien precisó que la medida contribuye a que las personas mayores permanezcan en los pueblos.

En la asamblea también se habló de las novedades de este año entre las que destaca el despliegue de la receta electrónica para los mutualistas de Isfas y Muface, que les evita muchos desplazamientos desde las zonas rurales. Otro de los hitos, según apuntó María José Villafranca en su intervención es la mejora en la receta electrónica interoperable, con la que se da mejor servicio a los pacientes de otras comunidades autónomas: “Se han implementado funcionalidades que mejoran esa atención”, argumentó.

El acto, como explicó la responsable, sirvió a su vez para reconocer la profesión en la provincia, dar la bienvenida a los nuevos colegiados y homenajear a los más veteranos. En la actualidad la agrupación turolense tiene 210 colegiados y 102 farmacias.

En el acto se nombró a los nuevos colegiados, que este año son Pablo Peiró, Marta Belén Dosset, Daniel Marco, Bernardo Campos, José Ramón Montesinos, Pablo Amigot y Paula Galindo. Además, se hizo entrega de las insignias a las colegiadas que cumplen 25 años, María Pilar Alcalá, Elena Pérez, Belén Galve, María del Carmen Hernáiz, Rosa del Carmen Sorli y María Pilar Carela. Así mismo, los colegiados homenajearon a su compañero Eladio Hernández por su jubilación.

Por otra parte, en el acto se hizo entrega de los Premios Caja Rural de Teruel, que este 2025 celebra su segunda edición. El máximo galardón, dotado con 1.000 euros, recayó en Mariano Giménez Muñoz por su tesis doctoral titulada Estudio de nuevas dianas farmacológicas y terapias alternativas para el tratamiento de patologías digestivas. El trabajo impresionó al comité por su “rigor técnico y su profunda comprensión de la disciplina” según indicaron. El galardonado se mostró muy contento con el premio: “Es el mejor reconocimiento posible porque me lo da mi ciudad”, aseguró. El segundo premio lo recogió Cristina Ortega por su Trabajo Fin de Grado (TFG) Análisis de la medicación de personas mayores residentes en un centro sociosanitario. La investigación fue seleccionada por su “excelente calidad y relevancia en el ámbito farmacéutico”, según reconoció el jurado. El tercer premio fue para el TFG de Sara Artigot sobre incontinencia urinaria, tratamientos e impacto en la calidad de vida de los pacientes. Ambos galardones están dotados con 500 euros.

En el acto la profesora de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valencia, Ana Melero, ofreció una ponencia titulada La piel como barrera: innovando en la administración de fármacos. La experta habló de la absorción transdérmica de fármacos y del diseño de estrategias que permitan que determinados fármacos accedan a la piel fácilmente. Se trata de una tecnología que, especificó, puede ser muy útil para la vacunación en países menos desarrollados porque, entre otras cosas, no requiere el uso de agujas estériles, conservación en frío o personal especializado para aplicarlas.

Después del acto, los farmacéuticos compartieron un cóctel donde tuvieron oportunidad de intercambiar experiencias e inquietudes.