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La Guardia Civil de Teruel, pionera en Aragón en el uso de drones  para ayudar a controlar incendios La Guardia Civil de Teruel, pionera en Aragón en el uso de drones  para ayudar a controlar incendios
El dron fue clave para la planificación de la extinción del fuego de Olba. G.C.

La Guardia Civil de Teruel, pionera en Aragón en el uso de drones para ayudar a controlar incendios

Los agentes turolenses emplearon estos aparatos en el fuego de San Agustín
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Cruz Aguilar

Los drones de la Guardia Civil fueron durante el incendio iniciado en Villanueva de Viver (Castellón) y que afectó a las localidades turolenses de San Agustín y Olba, en una herramienta fundamental para saber cómo atacar las llamas de la manera más efectiva. Los pilotos sobrevolaban las zonas del incendio por la noche detectando los puntos calientes y ayudando con ello al equipo de extinción de incendios del Gobierno de Aragón a planificar la actuación del día siguiente.

Se trata de una actividad pionera, que hasta ese momento no se había realizado en Aragón y fueron los propios pilotos de la Guardia Civil los que se ofrecieron para ayudar a los servicios de extinción. “Estábamos convencidos de que podíamos sumar capacidades y acudimos la primera noche”, explica el teniente Andrés Astolfi, que está al frente del equipo. La ayuda fue tal que cuando, después de varias noches, quedó totalmente controlado el fuego en la comunidad autónoma de Aragón, los equipos de emergencias de la Comunidad Valenciana solicitaron su presencia para ayudar en Castellón.

El equipo Pegaso vuela en los incendios de noche, ya que es a partir del ocaso cuando los equipos aéreos de extinción están inoperativos y no hay riesgo de colisión. Está equipado con una cámara de infrarrojos que mide temperaturas, lo que resulta muy útil para localizar los rescoldos. “Tiene un pitido de alerta cuando detecta la temperatura que le has fijado”, relata el guardia Diego Sánchez, que es uno de los cuatro agentes que conforman el equipo Pegaso en Teruel, que dispone de dos drones. A ellos se acaba de incorporar otro piloto de Alcañiz ya que el Seprona cuenta con un tercer dron para las actuaciones de la zona del Bajo Aragón histórico.

El aparato también ofrece la posibilidad de tomar mediciones, lo que permite saber en todo momento la distancia que hay entre las llamas y, por ejemplo, una carretera, un núcleo urbano o, como en el caso de Olba, un barranco, ya que en ese fuego era muy importante que las llamas no lo alcanzaran porque hubiera ganado en virulencia hasta resultar incontrolable, según vaticinaron los técnicos. Cuenta con un módulo de ultraprecisión por lo que las mediciones tienen un margen de error de dos centímetros.

El aparato tiene una cámara térmica que mide la temperatura

Los guardias civiles trabajaron codo con codo con los agentes de protección de la naturaleza, que eran quienes les guiaban hasta los lugares donde volar el dron para realizar el control del frente del fuego. También se utilizó para otros cometidos, como la comprobación del estado de los caminos, evitando así tomar rutas que resultasen peligrosas o pudieran dejar a los usuarios rodeados por las llamas.

La operatividad de los drones a la hora de planificar la extinción fue tal que actualmente Gobierno de Aragón y Guardia Civil están en trámites de cara a suscribir un acuerdo de colaboración que permita contar con estas herramientas en próximos incendios. El equipo de emergencias de la Comunidad Valenciana envió una carta a la Comandancia de Teruel agradeciendo la colaboración prestada para la extinción  en la parte valenciana.

El aparato alcanza una velocidad de 60 kilómetros por hora. Su cámara permite el manejo a 8 kilómetros de la estación de control, aunque la orografía puede reducir esa distancia. Por otro lado se puede enviar a un determinado punto para tomar imágenes, algo que también se lleva a cabo de forma habitual. Está dotado con altavoz, focos luminosos y un módulo de ultraprecisión que permite mediciones con un error de apenas uno o dos centímetros. Ese bajo margen de error hace que pueda ser utilizado como prueba en un proceso judicial-.

70 horas de vuelo en un año para rescatar personas, localizar marihuana o recabar pruebas

Este mes se cumple un año desde que la Guardia Civil de Teruel comenzó a trabajar con los drones. Desde entonces los dos aparatos que actualmente tienen disponibles han realizado más de 70 horas de vuelo y en torno al 90% de ellas han sido en el marco de diferentes operaciones de índole diversa, como búsqueda de personas, localización de plantaciones de drogas o detección de ladrones.

Al mando de las tres aeronaves de control remoto de la provincia hay cinco pilotos especializados, cuatro de ellos localizados en Teruel y un quinto en Alcañiz.

Se trata de una herramienta de trabajo mucho más económica que el helicóptero de la Guardia Civil, cuya movilización es muy costosa. Además, pasa inadvertido ya que apenas se escucha y a cierta altura resulta muy difícil de visualizar desde el suelo.

Los equipos Pegaso de la Guardia Civil se distribuyeron en las diferentes comandancias de España a finales de mayo de 2022, aunque su aplicación al trabajo diario de los agentes no fue simultáneo en todas las provincias. En la de Teruel el interés de varios agentes hizo que enseguida comenzaran a usarlos como apoyo a otras unidades.

Actualmente hay cinco personas (cuatro en Teruel y una en Alcañiz) con la titulación de piloto de dron establecida por la Unión Europea y el teniente Andrés Astolfi, que está al frente del equipo de la Comandancia de Teruel, indica que a la hora de utilizarlo se necesitan dos personas, una de ellas tiene que tener el título de piloto de drones puesto que se ocupa del manejo de los mandos y otra que, con una pantalla de mayor tamaño, está pendiente de los detalles que ayudan a las búsquedas que se realizan en cada momento.

En la imagen, el agente Diego Sánchez, manejando el dron ante la presencia del teniente Andrés Astolfi

El aparato está dotado de GPS y permite el envío de imágenes a través de internet, por lo que desde cualquier lugar se pueden visionar.

En este año el equipo Pegaso ha prestado colaboración en diferentes unidades para operativos de lo más variopinto. Así, su existencia ha sido fundamental para la localización de plantaciones de marihuana en diferentes puntos de Teruel, la localización de ladrones que actuaban en poblaciones o la búsqueda de personas perdidas en los montes provinciales.

En lo que respecta a las operaciones vinculadas al cultivo de drogas, Astolfi señala que los drones permiten supervisar terrenos de difícil acceso que son los más utilizados para este tipo de actividades ilícitas. En este año los drones han colaborado en varias operaciones antidroga en la provincia de Teruel.

Por otro lado, estos aparatos son una herramienta muy útil a la hora de localizar a personas extraviadas en el monte, sobre todo para visualizar los terrenos más abruptos. Además, cuenta con un altavoz que permite lanzar mensajes y el guardia Diego Sánchez apunta al respecto que tienen grabados varios avisos y entre ellos hay uno que solicita a la persona extraviada que se coloque en una zona de claro para que pueda ser avistada con mayor facilidad.

La cámara térmica que lleva el aparato resulta muy útil para detectar personas ya que salta una alarma si se detecta la temperatura marcada. Este dispositivo permite localizar cuerpos al ser la temperatura corporal  mayor en determinadas épocas del año que la del entorno que le rodea.

Localización con el dron de una plantación de marihuana. Guardia Civil

Andrés Astolfi concreta que en un operativo de búsqueda de personas participan muchos equipos especializados que suman fuerzas y el Pegaso es uno más. Cada uno de los equipos resulta más eficaz para una determinada búsqueda y por eso es fundamental la especialización.

Otro de los usos habituales es como sistema de grabación durante las operaciones habituales ya que ayuda a documentarlas y “también como ojo crítico, para luego analizar las imágenes y buscar en qué se puede mejorar”, indica el teniente que está al mando de este equipo especial en Teruel.

El dron también se ha empleado durante estos doce meses como apoyo para el control de localidades en aquellas zonas con alta incidencia de robos en viviendas. Este dispositivo de refuerzo permite ver, a través de la cámara, lo que ocurre en los accesos a un determinado municipio y, en el caso de detectar alguna anomalía, se puede acercar hasta leer la matrícula.

A todos los usos actuales se sumarán a corto plazo otros, según aseguran Astolfi y Sánchez, que ven en esta nueva herramienta de trabajo todo un filón para mejorar en seguridad ciudadana y actuaciones de emergencia