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La madre del feto hallado en la depuradora será acusada de homicidio imprudente La madre del feto hallado en la depuradora será acusada de homicidio imprudente

La madre del feto hallado en la depuradora será acusada de homicidio imprudente

La Fiscalía llegará a un acuerdo con la defensa tras reconocer la mujer que tiró el cuerpo a una alcantarilla
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La Fiscalía acusará de homicidio imprudente grave, delito castigado con pena de entre uno y cuatro años de prisión, a la madre del feto de 24 semanas de gestación que fue encontrado en la depuradora de aguas residuales de Villaspesa en septiembre de 2018 y cuyos progenitores se identificaron a través de pruebas de ADN, después de que la mujer cambiara su declaración y reconociera que había tirado el cuerpo a una alcantarilla en este barrio de la capital en una bolsa de plástico sin comprobar si respiraba o no, en lugar de como había asegurado anteriormente que, tras autopracticarse un aborto, había expulsado el feto por el váter.

El fiscal que lleva el caso, Benito Soriano, señaló que la anterior versión de la investigada “no encajaba” con los resultados de las diligencias de la investigación y que la nueva declaración sí que es acorde con ellas.

Una vez que el relato de los hechos sí que era coherente con las pruebas, el representante del ministerio público señaló que había que determinar si hubo intención de matar por lo que se podría imputar y presunto delito de asesinato (que debería juzgarse con jurado popular y tendría pena de prisión permanente revisable) o no hizo lo necesario para preservar su vida y por tanto sería homicidio imprudente.

La mujer relató que había buscado por internet cómo abortar y había adquirido por esta vía la medicación para hacerlo. Justificó su decisión porque ya tenía dos hijos, tenía problemas económicos, había roto su relación de pareja y le había salido un trabajo. Aseguró que cuando expulsó el feto que era de una niña no comprobó si estaba vivo o no porque estaba muy alterada. Cuando se recuperó metió el cuerpo en una bolsa y lo arrojó por una alcantarilla cerca de la carretera de Villaspesa y que no le ayudó nadie.

Benito explicó que la calificación de los hechos sería la de homicidio imprudente grave con el agravante de parentesco, pero con el atenuante de arrebato y obcecación por la situación en la que se encontraba.

La Fiscalía está en contacto con la defensa de la investigada para la presentación de un escrito conjunto que permitiría resolver el caso por procedimiento abreviado con el tipo penal de homicidio imprudente. En el acuerdo se determinará la pena que se solicitará al juez con la conformidad de la investigada que estará entre uno y cuatro años de cárcel. En el mismo escrito también podría plantearse la suspensión de la pena para que la mujer, que tiene dos hijos y que no consta que haya tenido problemas en la crianza, no entre a prisión, pero esto aún no está cerrado.

En cuanto al padre, las diligencias se han cerrado, ya que no hay nada que demuestre que él supiera que su pareja estaba embarazada y ella tampoco le ha implicado.

El fiscal del caso recordó que se ha descartado el tipo penal de aborto porque las pruebas forenses demostraron que el feto tenía aire en los pulmones y por tanto al salir del útero había respirado de forma autónoma y era una vida independiente por lo que sería homicidio o asesinato.

Sin embargo, no se ha podido establecer durante cuánto tiempo respiró ni si dejó de hacerlo por causas naturales, por estar en la bolsa o por otros motivos.

Por otro lado, Benito explicó que el cuerpo tenía lesiones, si bien no se ha podido determinar si fueron pre o post mortem. Las heridas eran en el cráneo y un brazo y serían compatibles con el hecho de que cayó por la alcantarilla y pasó por tuberías hasta llegar a la depuradora.

Este feto de una niña de 24 semanas de gestación fue hallado en el interior de la depuradora de aguas residuales de Teruel ubicada en el barrio rural de Villaspesa en septiembre de 2018. Entonces se procedió a cotejar su ADN con las bases de datos policiales, pero no hubo ninguna coincidencia.

Sin embargo, la Comisaría Nacional de Policía Nacional volvió a cotejarlos el año pasado y se pudo identificar al padre, un joven de 29 años residente en Teruel, debido a que entre 2018 y 2022 había cometido un delito de lesiones.

A partir de esta identificación, se investigó a tres mujeres que habían mantenido relaciones sexuales con el padre y se determinó que la madre era esta mujer de 34 años que era la pareja del progenitor con el que tiene otros dos hijos. Ambos fueron detenidos a finales de pasado mes de febrero.

En un primer momento, tanto el hombre como la mujer negaron ser los padres del feto. Sin embargo, la mujer pidió cambiar su declaración inicial antes de que llegaran los análisis de ADN y reconoció que había abortado y el feto cayó por el retrete. Ahora también ha modificado esta versión y ha explicado que metió el cuerpo en una bolsa y lo tiró por una alcantarilla.