La plaza de la Catedral de Teruel recupera el tradicional Víacrucis del Cristo del Amor

La Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Amor cumplió con una de las tradiciones más antiguas de la Semana Santa de la ciudad de Teruel, el Víacrucis del Miércoles Santo, una procesión con más de 80 años de historia que esta cofradía vive como su momento más importante de estas celebraciones. Este año incorporaron una novedad muy emotiva, la entrega de medallas a los nuevos cofrades.

La iglesia de San Andrés acogió la misa por los difuntos, a las 19.30 horas, y fue en este acto en el que se entregaron las insignias a los nuevos miembros de la hermandad.

El presidente de los Caballeros del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Amor, Luis Navarrete, explicó que llevaban un tiempo pensando en hacer esta imposición de medallas y a partir de ahora la harán todos los años, en esta ocasión fueron unas quince personas las que tuvieron este “bautismo”.

Navarrete recordó que en los últimos años se está incorporando más gente joven y que son personas que se están implicando mucho con la cofradía, por lo que aseguró que están “muy contentos”.

Tras el acto litúrgico, sobre las 20.15 horas comenzó la procesión desde San Andrés hasta la plaza de la Catedral donde el obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, presidió el Víacrucis, siguiendo las banderolas colocadas a lo largo de la plaza, con las estaciones que recuerdan los diferentes momentos de la Pasión de Cristo. Las oraciones estuvieron acompañadas por el tradicional toque de tambores y bombos.

Navarrete reconoció que este año esta procesión se vivía con mucha ilusión por parte de los cofrades ya que el año pasado la lluvia obligó a realizar el Víacrucis en el interior de la iglesia de San Andrés. “No pudimos hacer la procesión por la calle, pero dentro del templo quedó muy bonita y a la gente le gustó”, afirmó el presidente.

En esta procesión participaron un centenar de cofrades. La banda cuenta con unas cincuenta personas y en esta ocasión la imagen del Cristo del Amor, crucificado, sale sola con la peana pequeña. Como es habitual, la ornamentación floral de la imagen era en tonos blancos y morados, los que lleva el hábito de esta hermandad.

La escultura del artista José María Ponsoda y Bravo, que data del año 1949, volverá a salir hoy en la procesión general de Jueves Santo, ya con el paso completo en el que estará acompañada con las figuras de la Virgen, María Magdalena y San Juan Evangelista, del mismo escultor, que llevarán 40 peaneros.

Este paso volverá a procesionar el Viernes Santo y a él se unirá también el Santo Sepulcro que, al igual que el año pasado, saldrá con la urna, la peana pequeña que es portada por una veintena de personas

La Hermandad del Cristo del Amor participará en estas dos procesiones generales de la ciudad con unos 200 cofrades el Jueves Santo y alrededor de 300 el Viernes Santo.