La producción de cereal baja un 67,5% aun con el aumento de la superficie en un 7,5%

La campaña del cereal de invierno se ha cerrado con los datos más negativos de los últimos años debido a la prolongada sequía y a las altas temperaturas, que llegaron a los 35 grados en mayo, y las fincas de secano turolenses han sido las más afectadas. En la provincia se sembraron 178.697 hectáreas, un 7,5 % más que un año antes, y se cosecharon 146.309 toneladas, un 67,5% menos, lo que supone “un descenso de la producción que hace años que no ocurría”.

Así lo explicaron el jefe de Cultivos Herbáceos del Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón (CTA), Miguel Gutiérrez, y el responsable de Desarrollo Rural e Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, Jesús Abadías, en la presentación del Dosier técnico de la campaña 2022-2023 de cultivos herbáceos de invierno de la Red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas (Red Arax) que tuvo lugar este jueves en Zaragoza.

La última campaña del cereal de invierno ha terminado con los datos más negativos de los últimos años debido a la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas con una bajada de la producción “histórica a nivel nacional” y “el descenso más acusado en los más de 30 años que Cooperativas realiza estos análisis estadísticos”, apuntó Abadías.

En el conjunto de Aragón se trabajan 783.403 hectáreas de cereal de invierno y este año se han cosechado 1,34 millones de toneladas, lo que supone un 33,9 % menos que en 2022, cuando también se obtuvo una de las producciones más bajas de los últimos años.

La peor parada

La provincia de Teruel ha sido la más afectada al estar la gran mayoría de sus fincas en secano. Aunque la superficie dedicada al cultivo de cereal de invierno aumentó un 7,5 % en 2022 hasta las 178.697 hectáreas, la caída de la producción ha sido del 67,5 % hasta las 146.309 toneladas.

“Ha tenido un descenso de la producción que hace años que no ocurría. Los rendimientos medios del cereal en los últimos 4 años es de 3 toneladas por hectárea. Sin embargo, en esta campaña se han quedado en 0,82”, lamentó Gutiérrez.

La provincia de Zaragoza también ha registrado uno de los peores datos de producción de los últimos años. En este caso, se han obtenido 430.305 toneladas, un 58 % menos, con un rendimiento medio de 1,3 toneladas por hectárea.

Huesca ha sido la provincia menos afectada debido al gran peso que tiene el regadío en este territorio porque “el riego, a pesar de las restricciones, ha permitido sacar adelante los cultivos”, matizó el jefe de Cultivos Herbáceos del CTA. La producción tan solo ha descendido un 8,8 % y se han cosechado 763.300 toneladas con un rendimiento de 2,76.

La campaña comenzó con una buena cantidad de precipitaciones en los últimos meses de 2022 a la que siguió una adecuada bajada de temperaturas para provocar la parada hibernal, pero la prolongada sequía y las altas temperaturas de primavera provocaron que el grano no se desarrollara de forma adecuada. Esto provocó que algunos de los ensayos de Red Arax se tuvieran que anular debido a la imposibilidad de poderlos cosechar.

En la provincia de Teruel, participa la Cooperativas Nuestra Señora de los Pueyos de Alcañiz  con un ensayo de variedades de cebada y trigo blando en regadío y Cereales Teruel con fincas experimentales en Visiedo de cereal (cebada, trigo blando, centeno híbrido y triticale) y cultivos alternativos en secanos áridos y fríos (yeros).

Jesús Abadías puntualizó que el incremento del uso de la semilla certificada en un 40 % y la apuesta por variedades adaptadas al territorio resistentes a la sequía, a plagas y enfermedades “han permitido contener la caída”. “Estamos seguros de que los datos serían todavía peores si no fuera por la mejora vegetal”, argumentó.

Producción de cebada

Más de la mitad de la superficie dedicada al cultivo del cereal de invierno en la provincia de Teruel (101.444 hectáreas) se destina a la cebada, que ha tenido un reducción del rendimiento del 79,5 %, hasta las 60.418 toneladas frente a las 306.418 de un año antes, que tampoco fue buena, y un rendimiento de 0,60 toneladas por hectárea cuando la media del periodo 2018-2022 era de 3,32.

La superficie dedicada al trigo blando la pasada campaña se situó en 42.436 hectáreas y, aunque los datos de producción han  sufrido una caída al igual que el resto de cereales, no es tan evidente como en el resto de cultivos. En la provincia de Teruel se cifra en un 44 % respecto a 2022 (53.672 toneladas). La influencia que tuvieron las lluvias de finales de mayo y junio, y una temperatura más agradable que el sofocante calor de mayo, beneficiaron el llenado y maduración de este grano más tardano.

El cultivo del trigo duro se sitúa en un 84,8 % en la provincia de Zaragoza con 58.211 hectáreas. En la de Teruel son solo 1.162 y se han cosechado 810 toneladas con un rendimiento de 0,7 toneladas por hectárea.

La avena es un cultivo con una fuerte incidencia en determinadas zonas tradicionales de este cultivo, como el Bajo Aragón turolense y la Hoya de Teruel, y sus rendimientos se han visto reducidos de manera considerable. En las 15.434 hectáreas dedicadas a este cultivo en la provincia turolense se han cosechado 11.316 toneladas con un rendimiento de 0,73 frente a una media de 2,07.

Los datos recogidos por la Red Arax muestran un descenso continuado de la superficie del centeno, hasta las 2.562 hectáreas, en las que se han recogido 3.895 y un rendimiento de 1,52 toneladas por hectárea.