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La provincia cierra un julio turístico “flojo” solo salvado en la capital gracias a la Baja Aragón y la Vaquilla La provincia cierra un julio turístico “flojo” solo salvado en la capital gracias a la Baja Aragón y la Vaquilla
Un grupo de viajeros transita con sus maletas por los porches de la plaza del Torico de Teruel este domingo al mediodía

La provincia cierra un julio turístico “flojo” solo salvado en la capital gracias a la Baja Aragón y la Vaquilla

Los hosteleros coinciden en que cada vez es más normal reservar a última hora
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El sector turístico confía en recuperar, e incluso superar, el número de viajeros que visitan la provincia de Teruel en agosto después de que julio haya terminado con una menor afluencia que en los años previos en varias comarcas debido a la atracción de las zonas costeras en el inicio del periodo estival y al menor poder adquisitivo de las familias debido a la inflación y la subida de los tipos de interés de los créditos hipotecarios.

En la ciudad de Teruel, la ocupación media de los alojamientos en julio ha sido elevada y similar a la de años anteriores gracias a la celebración de la Vaquilla y la Baja Aragón, eventos que elevan las pernoctaciones los fines de semana.

Además de en la capital, las comarca que mejor han salvado julio han sido el Matarraña y el Bajo Aragón. En el primer caso, porque recibe sobre todo a viajeros catalanes de un poder adquisitivo medio-alto que le permiten que el precio medio de los hoteles y de los restaurantes sea más elevado, argumentó el presidente de la asociación provincial Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano. Y en el segundo, los alojamientos se han llenado porque la recepción de turistas se ha complementado con la de personas alojadas por motivos de trabajo o por la disputa de pruebas deportivas en Motorland, explicó la gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Bajo Aragón, Nieves Ballesteros.

Pero, en líneas generales, en el resto de la provincia de Teruel el turismo de interior se ha visto reducido por las altas temperaturas, la competencia del sector de sol y playa y, posiblemente, la caída del poder adquisitivo de los viajeros por la situación económica.

Así lo cree el presidente de TET, que explicó que la creciente llegada de viajeros en el primer semestre en comparación con el mismo periodo del año anterior se vio trucada en julio. “Quizá la gente se olvida del turismo de interior en el inicio del verano porque quiere ir a la playa a ponerse morena o a disfrutar de los festivales”, dijo.

No obstante, Roche Murciano está convencido de que el sector turístico recuperará en agosto el incremento interanual de viajeros “porque la gente ya está cansada de arena y quiere ir a la montaña para disfrutar de la naturaleza y del aire fresco y de las fiestas de los pueblos”. comentó.

Desde la asociación Teruel Empresarios Turísticos indicaron que la creciente tendencia de los viajeros a realizar las reservas a última hora, lo que lleva a los hoteles a bajar los precios de las habitaciones, complica adelantar cómo será agosto. No obstante, a un día para que comience el mes por excelencia de las vacaciones estivales, las reservas alcanzan ya una media del 65 % en la provincia.

Roche Murciano cree que esta tendencia que se arrastra desde la pandemia se ha visto agravada por la subida de las hipotecas sobre vivienda. “La subida de los tipos de interés afecta mucho al sector turístico porque si una familia tiene que dedicar de media unos 3.000 euros más al pago de la hipoteca, en lugar de salir de vacaciones una semana ahora sale solo cuatro y además espera a encontrar la oferta de última hora que más le cuadre para reservar”, advirtió.

En paralelo, el sector de la restauración atraviesa un buen momento porque numerosos hoteles ofrecen únicamente alojamiento y desayuno, con lo que los viajeros tienen que comer y cenar en restaurantes. Muchos de estos establecimientos doblan mesas, sobre todo por la noche, cuando además de los viajeros también hacen uso de sus servicios las personas residentes en las localidades donde se ubican, explicó Murciano.

El presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Jesús Marco, explicó que en su caso la media de ocupación en la primera quincena de julio apenas alcanzó el 40 %, porcentaje que se elevó en la segunda hasta el 60 %.

Al igual que en los hoteles, también en las casas rurales han notado la inclinación de los viajeros a hacer las reservas a última hora. No obstante, las reservas para agosto superan ya el 50 % y la ocupación para el puente del 15 será del 100 %, dijo Marco.

El presidente de Faratur indicó que los establecimientos más demandadas son las ubicadas en zonas de montaña y que los viajeros valoran mucho la posibilidad de realizar actividades de ocio. En agosto se suman también los clientes habituales de los pueblos en los que se celebran fiestas porque muchas familias necesitan más espacio del que disponen en la casa familiar.

Por comarcas

La gerente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Bajo Aragón, Nieves Ballesteros, señaló que la previsión es que agosto sea un mes tan bueno como lo ha sido julio para este territorio. “Aunque muchos de nuestros alojamientos turísticos todavía tienen disponibilidad para el próximo mes, estamos notando que muchas reservas se confirman en el último momento”, apuntó. Por eso, confía en que este sea “un verano muy positivo en lo que se refiere al impacto económico del turismo en el Bajo Aragón”, argumentó.

En la Sierra de Albarracín, la ocupación ha sido muy desigual en julio y, en general, las ocupaciones vuelven a ser similares a las que tenían antes de la pandemia por la recuperación del turismo de sol y playa y de los viajes al extranjero “a pesar de que en nuestra promoción hemos incidido en que la comarca dispone de lugares frescos y con encanto, donde se puede dormir por las noches”, según la gerente de la asociación Turismo Sierra de Albarracín, Begoña Sierra.

La previsión para agosto es buena, “pero las reservas son de última hora”, coincidió en señalar Sierra, quien añadió que ahora comienza la temporada alta que se prolonga durante el otoño gracias a la berrea y el turismo micológico.

La gerente de la asociación Maestrazgo Asociación Turística, Beatriz Borrás, indicó que también en esta comarca el mes de julio había sido “bastante flojo de forma general”, especialmente durante la primera semana. “Aquí julio no suele ser un mes especialmente bueno porque la gente tiende a ir hacia la costa. Tuvimos unos veranos muy buenos durante la pandemia pero ya hemos vuelto a la tendencia de los años anteriores”, dijo. En este caso, todo parece indicar que la ocupación en agosto también será más baja que en años anteriores, advirtió.

El director General en Aragón de Grupo Hotelero Gargallo, Adolfo Ibáñez, mostró su preocupación por la “lenta ocupación” de la mayoría de los destinos donde tienen alojamientos debido también en su opinión al retorno de los viajeros hacia las costas.