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La realidad virtual puede contribuir a mejorar las capacidades viso-espaciales La realidad virtual puede contribuir a mejorar las capacidades viso-espaciales
Magdalena Méndez López

La realidad virtual puede contribuir a mejorar las capacidades viso-espaciales

El Campus de Teruel investiga sobre habilidades cognitivas y de género
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Saber por qué los hombres y las mujeres tienen diferentes habilidades en algunas tareas es un tema controvertido en el que todavía no hay consenso científico. Una de las áreas estudiadas es la de las capacidades visoespaciales, en la que diversos estudios han mostrado que los hombres sobresalen en ciertas actividades, como son las rotaciones mentales o la cognición espacial egocéntrica –aquella en la que los elementos en el espacio se localizan usando como referencia el propio cuerpo en vez de usar otros objetos–.

Sin embargo, las causas todavía son desconocidas. Según una editorial reciente publicada en acceso abierto en la revista científica Frontiers in Virtual Reality, el motivo detrás de esta diferencia no es exclusivamente biológico y puede cambiarse a través de estrategias que eliminen esa disparidad. Una investigadora del Campus de Teruel participa en este estudio.

La capacidad de formar imágenes visoespaciales es una habilidad cognitiva requerida para movernos en un espacio o para tener percepción de profundidad y distancia. Esta capacidad es útil, por ejemplo, para dibujar, abotonar una camisa o hacer la cama. También sirve para planificar una ruta y desplazarse a través de un espacio hasta un destino.

Diferencias

Investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya, las Universidades de Barcelona y Zaragoza, del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) y del centro de Atención e Investigación de Socioadicciones de la Red pública de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat de Catalunya han concluido que las diferencias entre hombres y mujeres en las habilidades visoespaciales no son inamovibles. A través de intervenciones adecuadas, que abarcan desde programas de capacitación en niñas y niños de Primaria hasta cursos de visualización espacial en estudiantes de Ingeniería, se han logrado mejoras significativas. En algunos casos, estas operaciones reducen las brechas de género hasta eliminarlas en muchas tareas espaciales.

“Cuando aparecieron los primeros estudios destacando las diferentes habilidades espaciales por género, el mundo académico, que también tiene sus prejuicios, se volcó en las explicaciones biológicas y evolutivas”, explicó Magdalena Méndez López, profesora e investigadora del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel. “Al mirar más de cerca, vemos que el tema es más complejo de lo que parece a primera vista. Las diferencias son muy maleables. Por eso es importante investigar por qué ocurren y si se pueden eliminar ya que se podría conseguir mayor igualdad y quizá mejorar ciertos procesos de declive cognitivo”, añadió.

Uno de los aspectos más impactantes que este editorial es el papel de la realidad virtual en la mejora de las habilidades espaciales. Los estudios presentados muestran cómo esta tecnología proporciona un entorno inmersivo que permite evaluar y mejorar la representación mental de mapas cognitivos y la orientación espacial.

Realidad virtual

Méndez, investigadora adscrita al IIS Aragón, señaló que la comunidad científica debe explorar el uso intencionado de la realidad virtual para entrenamiento y exposición, aprovechando sus virtudes para mejorar la comprensión de conceptos espaciales de manera deliberada. “Un ejemplo de cómo la realidad virtual es un recurso estupendo para mejorar la comprensión y el aprendizaje en entornos educativos y con conceptos de componente espacial son los estudios con aplicaciones sobre estructuras anatómicas. Estas aplicaciones permiten visualizar estructuras complejas, de manera inigualable, cómoda y envolvente, por lo que benefician de forma equitativa a hombres y mujeres”, dijo. No obstante, la investigadora subrayó que “también es importante considerar las posibles diferencias entre personas acostumbradas o no acostumbradas a estas tecnologías. En ocasiones, por preferencias de juegos, por ejemplo, los chicos tienen un mayor grado de experiencia previa con videojuegos, lo que les hace probar experiencias con realidad virtual donde hay que controlar información espacial de una forma más relajada, por lo que pueden aprovechar mejor esas situaciones de aprendizaje”.

“A diferencia de las competencias en comprensión lectora, las competencias visoespaciales se asocian más con tareas técnicas como las que se desarrollan en la Ingeniería o Arquitectura, con un fuerte componente lógico-matemático y, por ende, se asume que como los hombres son mayoría en esos ámbitos, son los que poseen ese tipo de competencias”, afirma Pierre Bourdin, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya.