Síguenos
La superficie agraria siniestrada en la provincia aumenta un 6,65 % en 2022 hasta las 29.563 hectáreas La superficie agraria siniestrada en la provincia aumenta un 6,65 % en 2022 hasta las 29.563 hectáreas
Campos sembrados en Jarque de la Val. Pilar Sánchez

La superficie agraria siniestrada en la provincia aumenta un 6,65 % en 2022 hasta las 29.563 hectáreas

El pedrisco causa los mayores daños y los provocados por la sequía se incrementan notablemente
banner click 244 banner 244

La superficie agraria siniestrada en la provincia de Teruel se incrementó un 6,65% en 2022 respecto al año anterior hasta las 29.563 hectáreas, más del 90% dedicadas al cultivo de cereales de invierno (27.121), con el pedrisco como el causante de más de la mitad de los daños (15.919), seguido en este ejercicio de la sequía  con 8.764 hectáreas frente a las 2.458 de 2021.

La entidad de gestión destacó que el año pasado fue muy complicado para el campo turolense, que se vio afectado por temperaturas extremas (heladas primaverales y golpes de calor durante el verano), tormentas de pedrisco, periodos con ausencia de precipitaciones.

La superficie reclamada total se ha elevado a las 29.563 hectáreas frente a las 27.720 de un año antes, con las comarcas agrarias del Bajo Aragón (9.381) y la Hoya de Teruel (9.239) como las más afectadas, según los datos aportados por la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro).

En el primer caso, el granizo fue la principal causa de los daños (3.782 hectáreas), seguido de la sequía (2.607) y la fauna (1.562), que provocó más daños en el Bajo Aragón que en la Sierra de Albarracín (1.340). Además, también sufrió los efectos del mal cuajado (132), las heladas (833), las lluvias (103) y el viento (80).

Aunque la producción más afectada fue la de herbáceos (cereal de invierno, fundamentalmente) con 7.009 hectáreas, también lo fueron los frutales (1.354) y los leñosos (993).

Entre tanto, La Hoya de Teruel fue la más afectada por el pedrisco y la sequía, que dañaron 6.495 y 2.641 hectáreas, respectivamente, todas ellas de cultivos herbáceos.

En la Cuenca del Jiloca fueron 3.831 las hectáreas siniestradas a causa también del pedrisco (2.663) y la sequía (902). Del total, 3.761 estaban dedicadas al cereal y 57 a los cultivos hortícolas, además de 3 a la cereza y 2 a los leñosos.

Una situación parecida atravesó la Sierra de Montalbán, donde de las 3.182 hectáreas dañadas, 1.710 lo fueron por el granizo y 1.326 por la falta de precipitaciones. Toda la superficie siniestrada fue de herbáceos.

La totalidad de las 2.500 hectáreas siniestradas en la Sierra de Albarracín estaban dedicadas al cereal. En esta zona, la fauna fue la que causo más daños, en concreto en 1.340 hectáreas, seguida del pedrisco y la sequía, con 588 y 572, respectivamente. Y por último aparece el Maestrazgo con 1.429 hectáreas siniestradas, todas ellas de cereal y a causa de la sequía (681), el pedrisco (681) y la fauna (33).

La intensa helada de la primera semana de abril fue la que provocó más daños en los frutales y el almendro. Entre tanto, la combinación de falta de precipitaciones, altas temperaturas y olas de calor sufridas durante la primavera y el verano, así como las tormentas de pedrisco, han provocado un año más daños en numerosos cultivos, la mayor superficie dedicada al cereal de invierno, al que corresponden 27.121 hectáreas de las 29.563 siniestradas, lo que supone el 91,8% del total de las producciones.

La alta siniestralidad y las indemnizaciones abonadas por Agroseguro confirman, según la entidad gestora, “la utilidad y eficacia del seguro agrario para garantizar el futuro y la viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas en el conjunto de la región”.