Lambán: “Obligar a niños y a adolescentes a que estén en clase sin aproximarse y con la mascarilla puesta en una pura quimera”

El presidente aragonés, Javier Lambán, ha considerado "absolutamente incumplible" la medida planteada desde el Gobierno central en el proceso de entrada en la "nueva normalidad" de establecer una distancia mínima entre los escolares de 1,5 metros a su regreso a las aulas.

Lambán, que ha hecho estas declaraciones durante una visita a la Iglesia de Santa María de Ateca (Zaragoza) para conocer el resultados de las obras de restauración, ha asegurado que no sólo su ejecutivo considera "excesiva" esta medida sino que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja un metro de separación, una distancia, ha añadido, "que en Francia ni siguiera ven necesario respetar".

"Obligar a niños y a adolescentes que estén en clase sin aproximarse y con la mascarilla puesta en una pura quimera", ha destacado el responsable político, quien ha valorado la posibilidad de que el Gobierno central cambie su decisión.

El presidente aragonés ha precisado, sin embargo, que si al final no se modifica este planteamiento, en Aragón "trataremos de ajustarnos" a la distancia establecida, o, en caso de no poder ser cumplida, al uso continuo de mascarillas en las aulas.

"Si incluso yo, un adolescente de 62 años, me resisto a usar la mascarilla, pensar en niños y adolescentes todo el día con mascarillas es una cosa que podemos poner en el papel, pero no creo que se vaya a cumplir".

Lambán ha admitido que para el cumplimiento de la medida planteada desde el Gobierno central sería necesario un incremento del profesorado pero también de los espacios escolares.

A su juicio, "lo de los profesores se podría solucionar con un sobreesfuerzo económico desmesurado, pero lo de los espacios es algo más difícil de solucionar, porque son los que son".

En su comparecencia, el presidente aragonés no ha entrado a valorar la petición de dimisión hecha a un concejal del PP de Tarazona por los comentarios vertidos contra Podemos en las redes sociales, aunque ha asegurado que le parecían "absolutamente estremecedores".

"Yo entiendo -ha añadido- que una persona que es capaz de escribir esos mensajes no debería estar en la política activa ni un minuto más, y no sé si en otras actividades de la vida tampoco".