

Las cuentas no cuadran en el servicio de autobús a Madrid e IRB pide la implicación del Gobierno aragonés
La empresa suprimirá expediciones en septiembre si no se recuperan anteriores subvencionesLos turolenses podrían perder servicios de transporte público en los próximos meses si el Gobierno de Aragón no atiende a la llamada que ha hecho la empresa concesionaria de la línea que cubre el trayecto entre Madrid y Teruel, IRB, que presta desde mayo del año pasado y cuyas cuentas no cuadran. Pide a la DGA que mire por el servicio público y vuelva a dar la subvención que tenía el anterior adjudicatario, y propone como mejora un servicio directo con la capital y con parada en el aeropuerto de Barajas, con salida a primera hora del día y regreso por la tarde para que los turolenses tengan tiempo de realizar gestiones en Madrid. Si no es así, la empresa está dispuesta a suprimir expediciones a partir de septiembre.
“Vamos a hacer lo que tengamos que hacer para cuadrar las cuentas”, dijo ayer el gerente de IRB, David López, en una rueda de prensa en la que presentó el balance del primer año de la concesión e instó al Ejecutivo aragonés a que se involucre con la población turolense para que puedan seguir teniendo un servicio público que es deficitario.
López aclaró, a preguntas de los periodistas, que no es un “ultimátum” lo que está haciendo la empresa, sino una explicación a la ciudadanía de cuál es la realidad de este servicio de viajeros por la poca población que tiene la provincia, ya que la concesión se presta exclusivamente para que Teruel pueda estar comunicado con Valencia y Madrid.
Poniendo en marcha un nuevo servicio directo, como había antes y subvencionaba la DGA, se podría hacer frente a la situación. Su coste está estimado en 162.000 euros, que es la subvención que piden al Ejecutivo para garantizar la movilidad de los turolenses.
Madrid y Valencia están perfectamente comunicados por tren y autobús, y la VAC 244 lo que atiende exclusivamente es a Teruel, más allá de prestar servicio también a Molina de Aragón y a la parte de Guadalajara más despoblada.
El problema es grave y trasciende la situación que ha encontrado la empresa que da este servicio, cuyo director aseguró que las pérdidas del primer año de concesión no son inferiores a los 150.000 euros. El motivo es que han estado ofreciendo más expediciones de las que venían exigidas por el Ministerio de Fomento, que eran mínimas, además de que el número de viajeros ha sido un 10% menos de lo que habían estimado inicialmente.
El año pasado cuando se hicieron cargo de la concesión, y la DGA no suscribió con ellos el convenio que sí mantenía con la anterior empresa para que hubiera un autobús directo a Madrid a primera hora de la mañana para regresar por la tarde tres días a la semana, ya se dirigieron al Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda para pedirles la continuidad del acuerdo y mantener ese servicio. López dijo que desde entonces han recibido buenas palabras, lo mismo que del Ayuntamiento de Teruel, pero nada más.
Pasado un año, el director de IRB dijo que no son suficientes las palabras y que si no se implican las administraciones, la empresa hará lo que tenga que hacer, y que si tiene que suprimir frecuencias que no están en el contrato y que incluyeron ellos para mejorar la oferta, “lo suprimiremos”.
Decisión tras el verano
Será a partir de septiembre, después de que hayan tocado nuevamente a la puerta del Gobierno de Aragón una vez que se forme el nuevo ejecutivo. Con el Ayuntamiento están en contacto y hay buena relación, aunque reconoció que no se han comprometido con ayudas.
En el caso de la DGA, López aseguró que bastaría con que se restableciese lo que recoge el Plan Estratégico de Subvenciones del Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda 2016-2020. El representante de IRB aseguró que creía que la subvención a la anterior concesionaria, que se les negó a ellos, se sustentaba en dicho plan con el fin de garantizar un servicio público.
López reconoció que el problema se centra en la línea entre Teruel y Madrid, que es la que descuadra las cuentas, ya que el trayecto entre Teruel y Valencia no genera los mismos problemas al cuadrar aproximadamente.
La propuesta que ha planteado IRB a la DGA y que volverá a trasladarle en los próximos días tan pronto como tome posesión el consejero de Vertebración del nuevo Gobierno de Aragón -la previsión es que vuelva a ser el mismo, José Luis Soro-, es la incorporación de un nuevo servicio diario de lunes a viernes con Madrid, cuyo coste anual sería de 162.000 euros.
Este servicio tendría que ser subvencionado para poder ponerse en marcha y ayudaría a cuadrar las cuentas porque optimizaría el transporte con la capital del Estado. López recordó que actualmente los turolenses no tienen una comunicación mediante transporte público que les permita ir a Madrid para realizar gestiones y regresar en el día.
No hay autobús de regreso por la tarde y el de la mañana llega demasiado tarde, con lo cual no hay tiempo para hacer nada en Madrid en el día, cuando antes sí existía esa posibilidad. A eso se suma que Teruel no tiene comunicación directa por ferrocarril con Madrid, lo que no sucede en otras capitales de provincia de unas características similares a la turolense.
Citó como ejemplo los casos de Soria, Palencia y Cáceres. En la primera de estas capitales indicó que había 2 expediciones de tren y 9 de autobús, mientras que en Palencia contaban con 8 trenes a la capital de España y 5 autobuses, y en Cáceres con 5 trenes y 7 buses. En Teruel hay solo dos expediciones diarias de bus y ningún tren.
El contrato de Fomento con la línea de Teruel obliga a tres expediciones diarias con Valencia, ida y vuelta, mientras que IRB está prestando cuatro. Con Madrid establece dos, también de ida y vuelta, y la empresa de autobuses está incluyendo dos refuerzos tanto los viernes como los domingos, servicios que no tiene obligación de prestar pero lo hace pensando en el servicio público, señaló López.
Con la tercera expedición diaria a Madrid, de lunes a viernes, la empresa ofrecería un servicio más del que está obligado, de ahí que pida ayuda a la DGA para sufragarlo, pensando en mejorar la “calidad y cantidad” del servicio incorporando además la parada en el aeropuerto de Barajas. Sería recuperar el anterior convenio.
López aseguró que van a seguir apostando por la línea, pero que deberán cuadrar cuentas, y que son los políticos los que deben “tomar las decisiones” pensando en la vertebración del territorio y en la prestación de los servicios públicos. Lo que no puede hacer la concesionaria del servicio, aclaró, es poner en peligro la viabilidad de la empresa.
El representante de IRB añadió que la rueda de prensa de ayer la ofrecieron para que la opinión pública supiese cuál es la situación, además de hacer un último llamamiento a la DGA. Después, si no hay respuesta, aclaró que no piensan hacer ya nada más porque “no nos compete”, pero que la declaración pública de ayer ante la prensa “era necesaria”.
A partir de ahora deberán ser “nuestros políticos quienes lleven esto”, afirmó López, tras insistir en que no quieren que nadie “demonice a la empresa” pase después lo que pase, porque por parte de las administraciones lo único que han recibido son “palabras buenas”, pero “nadie ha puesto el cascabel al gato”.
El representante de la línea añadió que su trabajo es ofrecer un “transporte de calidad, que es el que necesita Teruel”, y que seguirán apostando por ello, dejando a los políticos que tomen las decisiones.