Las indemnizaciones del seguro agrario superan los 6,4 millones hasta octubre

Las indemnizaciones del seguro agrario en la provincia de Teruel en los diez primeros meses del año alcanzan los 6.416.828 euros, cifra que incluye las cantidades abonadas en el sector agrario y pecuario, así como las previstas en este último hasta finales de año para la retirada de cadáveres.

Agroseguro desveló la cifra con motivo de la celebración esta semana en Zaragoza de una jornada de divulgación sobre el seguro agrario, que contó con la presencia de representantes de las entidades coaseguradoras y de sus redes comerciales de Aragón y Cataluña, así como profesionales del sector. Además, durante la jornada, los directores territoriales en Aragón y Cataluña, Juan Cruzán y Javier Joana, repasaron la siniestralidad registrada en 2021 en ambas regiones.

En el caso de Aragón, Juan Cruzán destacó “la trascendencia económica y social” del seguro agrario en un año de siniestralidad elevada en la región, para así evitar la gran incertidumbre que ha sufrido el sector.

Como muestra, recordó que casi el 70% de los términos municipales aragoneses han sufrido siniestros, con especial presencia del pedrisco –que ha dañado numerosas producciones- y de las heladas, que han afectado de manera severa a las producciones de frutales. En concreto, las indemnizaciones en la región superan los 66 millones de euros, con más de 125.000 hectáreas siniestradas, correspondientes a 105.000 parcelas.

Caso de Teruel

En el caso de Teruel, las indemnizaciones de todas las líneas de seguro de enero a octubre superan los 6,4 millones de euros, de los que 2,4 corresponden a cultivos herbáceos extensivos (cereal de invierno, principalmente) y más de 1,8 a árboles frutales.

La superficie siniestrada asciende a 27.698 hectáreas de todas las comarcas agrícolas: 9.326 en el Bajo Aragón, 5.567 en la Cuenca del Jiloca, 5.418 en la Serranía de Montalbán, 3.755 en la Hoya de Teruel, 2.183 en la Sierra de Albarracín y 1.449 en el Maestrazgo.

Por cultivos, 26.297 de las hectáreas siniestradas, el 95% del total, se corresponden a herbáceos extensivos. Además, 843 son de frutales y 435 de leñosos (olivar y almendro, fundamentalmente).

En cuanto a riesgos, el pedrisco ha sido la causa principal de los siniestros, con 21.381 hectáreas afectadas, el 77% del total. A continuación se sitúan la fauna (2.910 hectáreas dañadas) y la sequía (2.458).

Zaragoza, con 66.954 hectáreas siniestradas, ha sido la provincia aragonesa más castigada en los diez primeros meses del año, principalmente por las tormentas de pedrisco (34.585 hectáreas dañadas), seguida de la sequía (11.916) y la fauna (8.499). Entre tanto, en la de Huesca han sido 33.692, 11.961 por las heladas y 11.204 por el granizo.

Novedades

La técnica del departamento de Estudios de Agroseguro, Belén Ruiz, se encargó de explicar las novedades de las líneas de seguros cuya suscripción se realiza en las últimas semanas del año.

Destacó la alta implantación de la línea de seguro de herbáceos extensivos -trigo, cebada, avena, centeno, arroz, girasol, maíz, garbanzo, lenteja, judía- en Aragón, que supera el 75%.

Entre las novedades de la línea para el Plan 2021 se encuentran la revisión de la base de datos que permite determinar el rendimiento y la tasa individualizada para los módulos 1 y 2 en secano o el incremento de los precios de aseguramiento, ajustándolos a las condiciones de mercado.

Además, para la próxima cosecha, Agroseguro ha renovado la posibilidad de acogerse a la bonificación del 5% para aquellos productores que renueven sus pólizas con los módulos 1 y 2 –en Aragón y Cataluña- hasta el 15 de noviembre.

En el caso del seguro de olivar, actualmente se pueden suscribir los módulos 1 y 2 del seguro, que permiten contratar dos cosechas consecutivas y protegen frente a los daños por sequía, helada o pedrisco, precisamente los riesgos que este año han supuesto a nivel nacional-más de la mitad de los siniestros y el 60% de las indemnizaciones.

Además, Belén Ruiz repasó en Zaragoza las novedades de otras líneas de seguro, como los frutos secos, de la que se aprecia un claro aumento de la superficie y producción asegurada, así como de la siniestralidad e indemnizaciones por los daños por helada registrados en el cultivo del almendro.