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Las reservas de última hora han sido la tónica de un mes de julio bueno para la hostelería turolense Las reservas de última hora han sido la tónica de un mes de julio bueno para la hostelería turolense
Varios turistas se adentran en el casco histórico de Albarracín uno de estos días de julio

Las reservas de última hora han sido la tónica de un mes de julio bueno para la hostelería turolense

En general, la ocupación ha sido alta, aunque con grandes diferencias entre unas zonas y otras
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Cruz Aguilar

Reservas de última hora y más numerosas en la recta final del mes. Así ha sido, en líneas generales, julio para los hosteleros de la provincia de Teruel, que cierran un buen mes –en algunas comarcas con mejores cifras que el año pasado– y afrontan agosto esperanzados. La situación sanitaria ha propiciado que las reservas se hagan a última hora e incluso haya numerosas cancelaciones y esta es la tónica que esperan los hosteleros también para el mes que se inicia mañana.

El presidente de la Asociación Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, indicó que las pernoctaciones durante este mes de julio que acaba hoy se incrementaron un 7% con respecto al año pasado. “Estamos muy contentos porque aunque llevamos una pequeña lastra de 3 o 4 meses en los que no hubo movilidad intentaremos salvar el año como podamos”, especificó.

Según las previsiones que maneja en la asociación y que se basan en una estadística distribuida entre sus asociados, la ocupación media en agosto será de entre el 70% y el 80% ya que confían en llenar prácticamente todas las camas los fines de semana y llegar al 60% entre semana. El presidente de los hosteleros especificó que la zona del Matarraña es la que mejores previsiones presenta con una media de entre el 80% y el 85%, mientras que en otras zonas provinciales con grandes atractivos turísticos, como Albarracín, Gúdar-Javalambre o Maestrazgo, esperan tener entre el 65 y el 75% de las camas ocupadas. “Mucha gente reserva a última hora por lo que pensamos que si hay variación en estas cifras será a mejor, a no ser que haya cambios derivados de la pandemia”, especificó Roche Murciano.

El responsable de Teruel Empresarios Turísticos indicó que mejorar las cifras del agosto pasado “será todo un logro” y ayudará a “salvar los muebles” tras unos primeros meses del año de “auténtica debacle”. De todas formas Murciano anunció que las cifras previas a la pandemia no se conseguirán de nuevo hasta “al menos, 2023”.

Casas rurales

La gerente de Faratur, la Federación Aragonesa de Turismo Rural, Marta Monforte, diferenció entre la primera quincena de julio, que fue “bastante floja”, y las últimas semanas del mes en las que se ha notado “un gran cambio” y la media  de ocupación se ha situado en torno al 80%, aunque con grandes diferencias entre unas zonas y otras. Desde Faratur plantean que las zonas con agua son las más demandadas,  “de ahí las buenas ocupaciones del Matarraña”, detalló.

Monforte matizó que este mes de julio ha sido mejor que el pasado, sobre todo porque en 2020 un 30% de las viviendas rurales seguían cerradas, mientras que ahora el porcentaje de negocios sin abrir es del 10%. Para agosto hay buenas expectativas y esperan llegar al 80%.

En la Asociación de Empresarios Turísticos del Matarraña no cuentan con cifras oficiales todavía, pero su presidenta, Marta Ferrás, señaló que “ha ido bien en general”. La ocupación ha sido menor a la del año pasado y notan entre sus clientes un gran interés por evitar las aglomeraciones: “La gente busca tranquilidad y reserva sobre todo entre semana porque creen que habrá menos gente”, dijo.
 

Un grupo de turistas atiende las explicaciones de la guía en una localidad del Maestrazgo turolense


En la capital turolense la cancelación de las fiestas de la Vaquilla por la covid repercutió notablemente en la hostelería, pero los días de la Baja Aragón hubo una elevada ocupación que ha compensando las cifras del mes a muchos hosteleros.

Sierra de Albarracín

En la Sierra de Albarracín hablan de una ocupación media del 64%, una cifra que desde Turismo Sierra de Albarracín valoran positivamente porque está por encima de lo habitual para el mes de julio. También los restaurantes, sobre todos los de Albarracín, han tenido una buena ocupación, aunque en este sentido la gerente de la Asociación turística, Begoña Sierra, especificó que “con las limitaciones de aforo es más fácil llegar al 100% porque ofreces menos mesas”.

Sierra detalló que el primer tramo del mes de julio fue peor para los hosteleros en general debido a la  obligación de cerrar a las 11 de la noche por la covid.

En Gúdar-Javalambre julio no es un mes de grandes cifras pero, aún así, han tenido clientes, sobre todo los fines de semana y alcanzaron cifras mejores que las de 2020. David Nadal, presidente de la asociación de empresarios turísticos, matizó que en las zonas más cercanas a la capital turolense se notó mucho la Baja Aragón.

También en esta zona esperan agosto con optimismo y recuerdan que el año pasado “se trabajó muchísimo porque la gente tenía ganas de salir”, puntualizó Nadal. A fecha de hoy todavía quedan camas libres y comentan que “entre semana todavía hay mucho margen para mejorar”, pero confían en las reservas de última hora.

David Nadal manifestó que han detectado, al igual que en otras comarcas turolenses, un gran interés por evitar el contacto con personas ajenas al grupo. “Hay turistas que gastan con normalidad, pero otros tiran de nevera y casas rurales para evitar mezclarse con otra gente”, dice.

Maestrazgo

En el Maestrazgo la ocupación media ha sido del 60% y los empresarios en general están contentos, aunque recalcaron que la afluencia ha sido menor que el julio pasado. Lo achacan en parte a los cambios en las medidas sanitarias, que provocaron tanto cancelaciones como un freno en las reservas. En cuanto a la procedencia, desde la asociación empresarial comentaron que, como es habitual, llegan principalmente catalanes y valencianos, aunque en este julio se ha notado también movimiento de turistas aragoneses.

En el Bajo Aragón, según la Asociación de Empresarios Turísticos, las reservas durante este verano están siendo desiguales entre los municipios.  Así, la afluencia de clientes de Motorland Aragón se deja notar en los más próximos al circuito, principalmente en Alcañiz, que también acoge durante estos meses a turistas de paso que se dirigen a la playa.  En líneas generales, los pueblos más pequeños del territorio van ocupando, poco a poco, su capacidad sin aglomeraciones.

Poca antelación

“Lo que si es común para todos es que las reservas se están produciendo, durante este verano, con muy poca antelación, prácticamente de un día para otro. Algo normal teniendo en cuenta los condicionantes que determinan la situación sanitaria”, apuntó Nieves Ballestero, que es la gerente de la asociación empresarial.

En la zona de Andorra Sierra de Arcos hay una gran calma en la actividad hostelera y turística, sobre todo en Andorra, donde sí se nota el movimiento comercial porque los pueblos cercanos se llenan de propietarios de segundas residencias.