

Las veteranas peñas Bohemios y El Disloque cumplen 60 años celebrando La Vaquilla
Ambas agrupaciones vivirán un fin de semana especial en el que conmemoran su fundación en el año1958En las fiestas de La Vaquilla nunca faltan motivos para la celebración. Las peñas, cada una a su manera, aplauden la llegada del fin de semana grande de la ciudad de Teruel y tiñen con sus peñistas las calles de la capital de blanco y rojo. Este año, sin embargo, hay dos peñas que tienen aún más razones para tirar la casa por la ventana, pues no solo deben alegrarse por la llegada de la festividad sino también por cumplirse nada más y nada menos que 60 años de su fundación. Estas no son otras que las veteranas e incansables El Disloque y Los Bohemios.
Si le preguntas a sus responsables, la formación de estas agrupaciones vaquilleras no fue distinta a las del resto: unos cuantos amigos que, en su caso en el año 1958, decidieron juntarse para celebrar las fiestas en compañía. En el caso de Los Bohemios, estos amigos “vivían alrededor de la Plaza de San Juan y, tras abandonar un local que previamente les habían dejado, comenzaron a reunirse en los bancos de La Glorieta”, comenta Juan L. Nácher, presidente de la peña. De aquellos socios fundadores, a día de hoy solo permanecen como miembros activos Pedro Civera y Benito Muñoz. Después, las reuniones cambiaron de sitio durante los años, pero finalmente volvieron a sus orígenes, La Glorieta, donde permanecen a día de hoy. Los comienzos de El Disloque fueron bastante similares y aunque Concha López, vocal de la agrupación en Interpeñas, no los vivió en persona, ya lleva veintiún años en ella. Llegó tras el nacimiento de su hija buscando “una peña más tranquila” y desde entonces permanece fiel a la misma.
Ambas nunca han sido de las que más peñistas han aglutinado en su seno, pero las cosas han cambiado y a día de hoy las dos han cerrado las inscripciones tras haber alcanzado un número más que importante de socios. El Disloque, ha pasado de 87 personas en sus comienzos, número que no superaron en demasía durante muchos años de su historia, a un repunte durante las últimas fiestas que les ha llevado a reunir a las 540 personas que la conforman en la actualidad. Cuando la gente le pregunta a López por qué su peña está ‘de moda’ ella asegura que lo único que procuran es “tener contentos a nuestros socios”. Por parte de Los Bohemios, apenas superaban la veintena en sus inicios, pero ahora ya son 340.
Para estos últimos, el incremento en el número no ha supuesto, sin embargo, un cambio en aquello que les caracteriza. Según Nácher, siguen siendo una peña centrada en “las orquestas, la buena comida y la armonía” donde predomina un ambiente familiar y asegura que “siguen haciendo lo mismo que antiguamente pero únicamente mejorando la calidad”. En el caso de El Disloque, los años sí que han ido cambiado poco a poco a la peña, según confiesa López, que asegura que la transformación ha sido “radical”. Ahora, al tener más y nuevos socios, sus organizadores se centran en ofrecer lo que estos demandan y necesitan, aunque ello no significa que el espíritu original de la peña haya cambiado lo más mínimo.
Ante esta edición de las fiestas locales, que se presenta como una especial para ambas peñas, las celebraciones y eventos intentarán estar a la altura de las circunstancias. López asegura que sus socios podrán disfrutar de “cenas en restaurante con un menú especial, así como actividades para niños y actuaciones especiales”. Su objetivo no es solo contentar a los ya miembros, sino también atraer a turolenses y foráneos para seguir creciendo en número. En cuanto a los de La Glorieta, Nácher prefiere guardar cautela y, aunque afirma que habrá sorpresas para sus socios, prefiere mantener el secreto hasta el último día.
Pese a la veteranía y longevidad de ambas peñas, los dos miembros de sus respectivas juntas directivas están convencidos de que el futuro solo augura más cosas positivas para ellos, ya que, pese al crecimiento, el espíritu vaquillero de sus miembros permanece intacto. Por lo tanto, confían en poder seguir celebrando más aniversarios en las fiestas que están por venir.