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Los comerciantes del Centro Comercial Abierto, protagonistas de los dibujos que ilustran los escaparates de sus tiendas Los comerciantes del Centro Comercial Abierto, protagonistas de los dibujos que ilustran los escaparates de sus tiendas
Padre e hijo subidos en un coche de juguete protagonizan el cómic del escaparate de Casa Marco

Los comerciantes del Centro Comercial Abierto, protagonistas de los dibujos que ilustran los escaparates de sus tiendas

El ilustrador Germán Alcaine participa en la campaña navideña ‘Lo digital mola, pero nosotros molamos más’
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Bajo el lema Lo digital mola, pero nosotros molamos mucho más. Esta Navidad ven el Centro Comercial Abierto ha lanzado estas Navidades una original campaña en la que los escaparates son cómics con las personas que atienden estos comercios como protagonistas.

“Nosotros queremos poner el foco en las personas, en lo físico, en los seres humanos”, destacó en la presentación de la iniciativa el gerente del CCA, Rodolfo Pangua. Para dar más visibilidad al mensaje han decorado más de 30 establecimientos con caricaturas de los propios comerciantes y lo han hecho con artistas de Teruel: Toni y Germán Alcaine y Laura Villarroya. Han personalizado cuñas de radio con las voces de sus asociados y reels para redes sociales y han creado un video en el que puede verse de una forma graciosa un abuelo lanzando también este mensaje.

La iniciativa de convertir los escaparates en viñetas gigantes ha sido muy buen acogida, como destacó el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Javier Gómez, que  es precisamente uno de los caracterizados por Germán Alcaine en el escaparate de la librería Balmes. “A nuestros socios les ha encantando”, comentó y explicó que hubo algunos que cuando finalizó el plazo para apuntarse y vieron cómo estaban trabajando los dibujantes decidieron apuntarse también.
 
Laura Villarroya trabajando en el escaparate de Escolano


El joven ilustrador turolense Germán Alcaine ha sido el autor de los dibujos y ha trabajado en colaboración con su padre, el dibujante Toni Alcaine, y con Laura Villarroya. La idea comenzó a gestarse hace meses cuando Rodolfo Pangua propuso hacer algo donde el trabajo artístico tuviera más peso sobre la tecnología y la Inteligencia Artificial.

Y así ha sido. Germán Alcaine cuenta que lo que se pretendía es que en el trabajo final “hubiese algo de digital, pero que la parte principal fuera hecha a mano”.
 
Ana y Germán Alcaine en el escaparate de Calcedonia


El objetivo era reforzar el lema de la campaña de este año donde se pone en valor el trato humano que se da en los comercios de proximidad sin despreciar el mundo digital que nos envuelve hoy en día.

Así, Germán Alcaine, con la ayuda de su padre, fue haciendo los bocetos a mano con lápiz a partir de fotografías de los protagonistas, facilitadas por el gerente del CCA. Posteriormente, esos dibujos se trataron digitalmente para darles el acabado final. Con los bocetos preparados, los dibujantes fueron escaparate por escaparate para plasmarlo en el cristal adaptándose a formas y tamaños y a las peticiones de los propios comerciantes.

El trabajo consistió en “pintar por fuera con rotuladores de pizarra, de los que se borran, para luego, por dentro, utilizar rotuladores acrílicos para repasar los dibujos y fijarlos”, señaló Alcaine.

“Mi padre me ayudó sobre todo en hacer algún diseño y alguna caricatura porque él también conocía a algunos de los que trabajaban en las tiendas y siempre sale mejor la caricatura cuando los conoces. Luego, Laura Villarroya vino conmigo más adelante para hacer escaparates y la verdad es que los dos me han ayudado mucho en este trabajo porque sin ellos no llegábamos a tiempo”, explicó.

Dibujos personalizados


Cada dibujo que aparece en los escaparates es diferente. Lo único que se repite es el lema, que se ha escrito en todos los escaparates y también están los nombres de los profesionales que están atendiendo detrás de cada escaparate. Germán, que está estudiando Ilustración en la Escuela de Diseño de Valencia, quiso agradecer a los comerciantes el trato recibido durante el tiempo que estuvieron preparando los escaparates. “Con las tiendas abiertos era más fácil, pero hay comercios que han estado disponibles para venir un domingo solo para que yo trabaje. Y se lo agradezco porque nos han permitido llegar a plazo”, señaló.
 
El presidente del CCA y el dibujante turolense delante de Balmes


Los protagonistas aparecen en los cómics con elementos de los comercios que atienden: un libro en la librería Balmes, un zapato en Maicas o unos calcetines en Calcedonia. También ha habido peticiones especiales como en Escolano, donde Cristina y María José quisieron que en el cómic apareciera también su hermano Tomás, ya fallecido.

En Casa Marco, en el paseo del Óvalo, los protagonistas son Fernando padre y Fernando hijo, sentados en un coche de juguete, el mismo que se puede ver en el escaparate de enfrente.

En otros comercios se ha jugado con los elementos que había dentro del escaparate. Por ejemplo, en Cache Cache Úrsula, la protagonista, está poniendo un gorro de papá noel al maniquí.

“Queríamos que todos los dibujos tuviesen su propia gracia, que no todos fueran en una línea perfectamente marcada, que algunos jugasen con los objetos que tienen detrás, otros con el formato o con la ubicación”, explicó este joven dibujante que en septiembre también colaboró con las ilustraciones de la Feria del Jamón y Alimentos de Calidad.
 
Eduardo Maicas junto al dibujo que preparó Germán Alcaine


En otros casos, se ha hecho el dibujo por fuera ante la imposibilidad de acceder desde dentro o se ha dejado dentro del establecimiento en una pantalla.

Aunque algunas de las ilustraciones tienen motivos navideños y el lema también hace referencia a esta época del año, el resultado ha gustado tanto que hay comerciantes que han pedido a Alcaine que borre solo estos motivos y les deje los dibujos más tiempo.

De momento, esta treintena de ilustraciones trazan un recorrido por los comercios del Centro Histórico para recorrer durante estos primeros días del Año Nuevo y descubrir que el trato humano y cercano de los comerciantes turolenses “mola más que lo digital”. 
 

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