Los contagios dejan varias aulas de Primaria con más alumnos virtuales que presenciales

Reanudar las clases en medio del tsunami de casos de coronavirus que ha provocado la variante ómicron está suponiendo un nuevo reto para los centros educativos que en estos primeros días tras la vuelta de las vacaciones de Navidad se han encontrado algunas clases con más alumnos confinados que los que asistían presencialmente.

Un buen ejemplo de ello se ha dado en el colegio público Miguel Vallés de Teruel que ayer tenía 25 de sus 250 estudiantes positivos en covid, un 10 % de su matrícula. Algunos de los niños ya no se incorporaron el 10 de enero porque ya estaban haciendo cuarentena y otros casos fueron surgiendo. Una de las situaciones más llamativas fue la de uno de los grupos de quinto de Primaria donde, tras confirmar varios positivos, se determinó que el resto de la clase, salvo un chico, eran contactos estrecho y como no tenían la pauta completa de vacunación debían hacer cuarentena, según explicó la directora del centro, Belén El Busto.

Tras consultar con el equipo covid, llamaron a la familia de este alumno, Alejandro Barea, para plantearles si preferían que se quedara en casa como el resto de sus compañeros o que asistiera a clase y decidieron la presencialidad ya que había pasado la covid en las Navidades y había hecho ya un aislamiento de diez días, además sus padres trabajan los dos.

Proyectos

Así, Alejandro ha estado solo en su aula el viernes, el lunes y el martes, mientras sus compañeros seguían la lección telemáticamente desde sus casas. Hoy ya podrá volver a ver a sus amigos porque ya han terminado la cuarentena.

“Como uno de nuestros proyectos de innovación de tiempos escolares es sobre el uso de las TIC, el alumnado de quinto lleva usando estas herramientas desde tercero y no le resulta complicado seguir las clases on line”, explicó Del Busto quien reconoció que se está viviendo una incertidumbre similar a la de enero del año pasado.

El padre de Alejandro, Manuel Barea, se mostró agradecido de que les hubieran dado la oportunidad de que su hijo pudiera tener clase presencial porque ya lo había pasado mal aislado en plenas fiestas navideñas y aseguró que al principio no le apetecía mucho estar solo pero luego “ha estado encantado”. “Le he dicho que esto será una anécdota que siempre recordará”, añadió.

La directora del Miguel Vallés destacó el esfuerzo que están haciendo las familias para cumplir con las cuarentenas y trabajar.