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Los cotos de caza cifran en 150.000 euros al año las pérdidas por los trofeos de cabra hispánica que no se cobran Los cotos de caza cifran en 150.000 euros al año las pérdidas por los trofeos de cabra hispánica que no se cobran
Uno de los últimos trofeos de cabra montés cazados en el coto de Villarluengo

Los cotos de caza cifran en 150.000 euros al año las pérdidas por los trofeos de cabra hispánica que no se cobran

La sarna está diezmando la población animal y en algunos pueblos llevan tres años sin sacar a la venta piezas
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Cruz Aguilar

La enfermedad de la acariosis que afecta a la cabra hispánica está causando graves pérdidas en las poblaciones con cotos que año tras año venden trofeos, cuyo precio oscila entre los 2.000 y los 7.000 euros por cabeza de macho cabrío. Las pérdidas son cuantiosas para los cotos, algunas las cifran en 150.000 euros anuales, y también para los establecimientos que durante la época de caza recibían a los aficionados, normalmente extranjeros, que perseguían a estos machos.

En Peñarroya de Tastavins llevan tres años sin vender ni un trofeo, hecho que afecta a la economía de la zona puesto que entre ingresos directos por la puja de los machos y los indirectos –a través de pernoctaciones, comidas o repostaje de gasolina­– la cifra rondaba los 150.000 euros. “Se ha perdido todo”, lamentó el alcalde de la localidad, Ricardo Blanch, quien calculó que a los tres años que llevan sin trofeos habrá que sumar “otros 15 más” hasta que se recupere la especie.

La mortandad en esta localidad ha sido de en torno a un 98%, calculó Blanch, quien señaló que de los 600-700 ejemplares que campaban por las 7.500 hectáreas del coto ahora se han quedado en apenas medio centenar. Además, el alcalde de Peñarroya concretó que en este término municipal “todavía hay animales infectados, el parásito está presente y, aunque estamos muy al fondo, de momento no vemos visos de recuperación”.

Pérdida de ventas

Este municipio del Matarraña no es el único que ha perdido las ventas, ya que también en otros lugares como Beceite y Valderrobres la sarna ha aniquilado prácticamente todos los trofeos de cabra que antes aportaban importantes dividendos para los cotos. También en algunas reservas del Maestrazgo, como Villarluengo o Castellote las pérdidas son elevadas.

En Mosqueruela, en la comarca de Gúdar-Javalambre pero limítrofe al Maestrazgo, durante esta pasada temporada ya se han rebajado los precios de salida por la afección, que han pasado de los 2.300 a los 1.500 euros. La alcaldesa, Alba Lucea, justificó la rebaja porque “los cazadores extranjeros, americanos o rusos, lo que quieren es un animal perfecto, se desplazan hasta aquí y no quieren un macho enfermo”, especificó. Por eso, calcula que los ingresos del coto, que suman unos 120.00 euros anuales entre corzo y cabra, se reducirán drásticamente. El aprovechamiento de caza supone para Mosqueruela entre el 12% y el 15% del presupuesto anual y la previsión es que el censo de cabra se vea reducido entre un 70% y un 80% “siendo optimista”, lamentó la regidora municipal, que se teme que las pérdidas sean aún mayores.

En Villarluengo la cabra hispánica es el símbolo del pueblo. Los vecinos recuerdan ver rebaños de hasta un centenar de machos con cornamenta y se temen que esa imagen no se vuelva a repetir. “Era el emblema de la zona, yo desde mi ventana las veía y ahora prefiero ni mirarlas de la pena que me dan”, relató Laura Ayora, que es integrante de la Sociedad de Cazadores de Villarluengo, aunque matizó que ella no caza cabras: “Nos hemos criado con ellas, no soy capaz de matarlas”, aseguró.

Ingresos

Carlos García, que es el responsable del coto de Villarluengo que se ocupa de los trofeos de cabra hispánica,  matizó que los ingresos anuales superaban los 100.000 euros. La mayor parte de los cazadores eran americanos y se alojaban en los establecimientos de la zona, que también se verán afectados por la pérdida de los machos.

Relata que la temporada 2021-22 todavía fue buena, porque la enfermedad ya había entrado por la zona de las Masías de Ejulve, pero el resto del coto estaba limpio. Sin embargo, en la campaña siguiente ya se notó el bajón y “este año se ha aprovechado lo último que quedaba”, precisó. Calculó que las bajas rondarán el 90% de los ejemplares del coto y aseguró que, aunque se recuperará, tardarán dos décadas en recuperar el vigor de los trofeos.

Para Carlos García y Laura Ayora las pérdidas van mucho más allá de lo económico porque sienten pena de “ver sufrir a los animales” y también de encontrar continuamente sus restos óseos por el campo.

No se pasa a corzos y jabalíes

La sarna sarcóptica es específica de la cabra no ha afectado a otras especies con las que convive en la mayor parte de estos cotos como el corzo o el jabalí. Sin embargo, ninguna de estos otros animales resultaban tan beneficiosos a nivel económico.

La forma de tratar la sarna es con ivermectina, que es muy efectiva siempre que se administre con las dosis y la pauta adecuada, algo que no es posible en el tratamiento de las cabras. Además, tiene efectos sobre la leche y la carne de los animales tratados, que no se puede consumir. También afecta a la fauna del suelo y piscícola, puesto que se trata de un antiparasitario muy potente.