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Los ensayos de cereal de invierno de Alcañiz  y Argente ofrecen resultados de gran valor sobre nuevas variedades Los ensayos de cereal de invierno de Alcañiz  y Argente ofrecen resultados de gran valor sobre nuevas variedades
Cosechadora en las microparcelas de ensayo de la Cooperativa Cereales Teruel, que forma parte de la Red Arax, ubicadas en Argente

Los ensayos de cereal de invierno de Alcañiz y Argente ofrecen resultados de gran valor sobre nuevas variedades

Las condiciones meteorológicas contribuyen al buen desarrollo de las plataformas de la Red Arax
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Las buenas condiciones meteorológicas han contribuido esta campaña al buen desarrollo del cereal de invierno y, por tanto, de los ensayos llevados a cabo por las cooperativas Cereales Teruel en Argente y Nuestra Señora de los Pueyos en Alcañiz, que se traducirán en “datos extraordinarios” para el estudio agronómico y comparativo que lleva a cabo la Red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas (Red Arax) dentro del Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos en España (Genvce).

Los técnicos de los centros de investigación que integran Genvce coinciden en señalar que este ha sido un año “excepcional”, en el que las buenas condiciones meteorológicas han contribuido a que las plataformas tengan un buen desarrollo y tan sólo se hayan anulado algunos ensayos. “No hay que olvidar que en los últimos años se tuvieron que eliminar muchos debido a la sequía. Sin embargo, esta campaña ha sido todo lo contrario y eso se traduce en análisis y datos extraordinarios”, destacó el secretario general del Genvce, el aragonés Miguel Gutiérrez.

Cada una de las plataformas se ubica en una zona agroclimática diferente y eso permite obtener datos y comparar el desarrollo de las variedades en territorios diferentes. En concreto, la Red Arax -de la que forman parte el Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, Cooperativas Agroalimentarias de Aragón y varias cooperativas- ha llevado a cabo ensayos en secano con Cereales Teruel en Argente y en secano y regadío con Nuestra Señora de Pueyos en Alcañiz.

Zona de ensayo de la Cooperativa Nuestra Señora de los Pueyos, de la Red Arax, durante la Jornada Cultiva 2025


La colaboración público-privada establecida desde hace 6 años a través de la Red Arax ha permitido acceder a un mayor número y diversidad de proyectos en favor de las cooperativas agroalimentarias aragonesas. Y gracias a los ensayos, tiene una visión global de la evolución del cultivo del cereal en toda la comunidad autónoma que le permite hacer comparativas entre secanos y regadíos e incluso entre diferentes campañas.

En esta, se han realizado ensayos de cebada y trigo blando de invierno -y también de primavera en Alcañiz-, trigo duro, triticale, avena y centeno. A las variedades proporcionadas por el Genvce se han sumado otras de cereales e incluso de leguminosas (garbanzo, lenteja, yero y veza) y oleaginosas (colza) en respuesta al interés de las cooperativas, según explicó el coordinador técnico de la Red Arax, Luis Gazol.

Los resultados obtenidos en todas las microparcelas, unido a la capacidad de procesar los resultados y de informar al sector con iniciativas como la Jornada Cultiva 2025 que se celebró el 8 de mayo en Alcañiz y la de transferencia llevada a cabo el 23 de mayo en Argente, resultan determinantes para la elección por parte de los agricultores turolenses de las variedades que van a sembrar en las siguientes campañas.

“En todos los ensayos, hacemos unas jornadas de transferencia en mayo, una vez que está espigado el cultivo para que vean el desarrollo, y cada vez es mayor la asistencia de agricultores, que pueden ver, tocar y comparar la planta”, dijo Gazol, quien añadió la importante labor que realizan los técnicos de las cooperativas a la hora de aconsejar sobre los cultivos.

Salvar las rentas agrarias

Los resultados también se difunden a través de las páginas web de la Red Arax y del Genvce, donde los datos se pueden filtrar por localidades, cultivos o zonas agroclimáticas y donde muy pronto estarán disponibles todos los datos de cereal de invierno 2024-2025.

El coordinador técnico de Red Arax explicó que el propósito de estos ensayos es incorporar nuevas variedades vegetales que hayan demostrado su capacidad de adaptación y que, por tanto, mejoren las producciones y los rendimientos y, en último término, “salven las rentas de los agricultores dado que los precios no suben”.

Así, se buscan variedades que se adapten al cambio climático y que ofrezcan estabilidad. “Intentamos incrementar los rendimientos medios y primamos que aguanten mejor la sequía aunque en los años buenos no saquen todo su potencial”, precisó.

Campaña 2024-2025

De acuerdo con los ensayos realizados en la provincia de Teruel, el rendimiento medio de las 24 variedades de trigo de invierno sembradas en el secano semiárido de Argente el 12 de noviembre de 2024 y cosechadas el pasado 19 de julio fue de 3.014 kilogramos por hectárea (kg/ha). Entre tanto, el de las 23 cultivadas en el regadío del Bajo Aragón, sembradas el 4 de diciembre y cosechadas el 16 de junio, se elevó a 8.147 kilos por hectárea.

El rendimiento medio de las 34 cebadas de invierno dispuestas en Argente se elevó a 3.905 kg/ha. En Alcañiz, el de las 23 cebadas de primavera fue de 9.399 en regadío y de 8.093 en secano árido; y el del trigo de primavera, de 9.310.

Campos cosechados en el entorno de la localidad de Argente, en la Comarca Comunidad de Teruel

Los 11 centenos híbridos de la zona fría y semiárida de Argente dejaron rendimientos de 3.239 kg/ha. Los de las 19 variedades de triticale de Argente fueron de 3.720 y los de las 16 de Alcañiz de 5.538 en secano y de 7.621 en regadío, según los primeros resultados facilitados por la Red Arax.

El coordinador técnico explicó que las producciones siempre son más elevados en las parcelas de ensayo que en los cultivos en extensivo, de forma que la media de las cebadas había sido de entre 4.000 y 5.000 kilogramos por hectárea esta campaña en el entorno de Alcañiz.

En el Altiplano turolense, donde son más tardías, los rendimientos se habían situado entre los 2.500 y los 2.700 kg/ha porque el cultivo se “resintió” por las altas temperaturas y la falta de lluvia de las dos semanas previas a la cosecha.

El técnico de la cooperativa Cereales Teruel Jorge Latorre precisó que “este año faltó un poco de agua para que la calidad del grano hubiera sido idónea”, pero que de igual forma han podido sacar conclusiones válidas después de dos años en los que la sequía condicionó los resultados. “Buscamos las variedades que ofrecen un mejor rendimiento final, que es lo que más interesa al agricultor, pero también valoramos otras variables, como la altura de la planta, el peso específico y la humedad del grano en el momento de la cosecha y la calidad panadera que buscan las harineras de las variedades de trigo panificables”, comentó.

Detalló que disponen de una extensión de dos hectáreas en Argente, que prepara un agricultor de la localidad y que posteriormente siembra y cosecha la empresa cordobesa Agricultura y Ensayo, que dispone de la maquinaria necesaria para acceder a las microparcelas de cultivo. De hecho, la cosechadora aporta en tiempo real el peso específico y la humedad del grano y el rendimiento de la parcela.

Latorre coincidió con Gazol en que las producciones de los ensayos son más elevadas porque se analizan microparcelas por lo que los resultados deben extrapolarse a fincas reales, que no son homogéneas. Esta campaña, las altas temperaturas de mediados de mayo redujeron la producción final entre un 20 % y un 30 % en la zona de influencia de la cooperativa, que también se vio afectada en zonas puntuales por las sucesivas tormentas de granizo.

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