Los ganaderos turolenses, en alerta máxima, extreman las precauciones ante la PPA
El sector lanza un mensaje de tranquilidad porque no hay ningún cerdo infectado por la peste porcinaEl número de grullas muertas roza el millar, pero la incidencia cae en los últimos días
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Las organizaciones profesionales agrarias y las principales integradoras de la provincia de Teruel están en alerta por la aparición de un brote de peste porcina africana en jabalíes detectado hace diez días en Cerdanyola del Vallès, que sigue controlado en la zona del foco de infección. Aunque no hay casos en ninguna explotación en toda España y ningún caso en la fauna silvestre en Aragón, han reforzado las medidas de bioseguridad en las granjas y se muestran preocupados por la caída de los precios que pueda generar las limitaciones a la exportación.
Teruel absorbe el 18 % de las 12,8 cabezas de porcino de cebo de Aragón y el año pasado se sacrificaron 680.000 animales en la provincia de los 12 millones que pasaron por los mataderos de la región. Aún así, el sector es uno de los motores principales de la economía en el medio rural turolense y una de las principales puerta para la incorporación de jóvenes al campo.
El secretario provincial de Uaga en Teruel, Alberto Escura, aseguró que el sector porcino turolense atraviesa un momento de “calma tensa”. Precisó que aunque es “muy difícil” que el virus entre en las explotaciones por las elevadas medidas de bioseguridad con las que cuentan, existe mucha incertidumbre sobre la evolución del precio en los mercados, dado que su desplome podría en jaque la rentabilidad.
Escura quiso mandar un mensaje de tranquilidad al sector, que afronta este momento tras unos años de bonanza, porque todos los casos han sido en jabalíes y no ha habido ninguno fuera del perímetro. Por otro lado, pidió a los cazadores que extremen las precauciones, sobre todo a aquellos que además tengan granja.
El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, insistió en que no ha habido ningún caso en explotaciones ganaderas y recordó que la enfermedad no afecta a las personas. También él pidió “cautela”, así como extremar las medidas de bioseguridad en las granjas.
El secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, valoró positivamente el trabajo llevado a cabo por el Gobierno de España y la Generalitat catalana para erradicar el brote y que no pase a explotaciones ganaderas de otras provincias.
El presidente del Grupo Arcoíris, Manuel Esteve, coincidió en que las administraciones públicas han realizado “un trabajo excelente” para controlar el foco.
Desde la asociación Aragón es Ganadería y Agricultura (Aega), sin embargo, cuestionaron que los sistemas de vigilancia están funcionando.
El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, informó este domingo en conferencia de prensa que el brote sigue controlado en la zona del foco de infección, área en la que se han encontrado unos cien jabalíes muertos, de los que solo 13 han dado positivo de momento en el virus. Esos datos revelan que “el objetivo de contención marcado “se ha conseguido” pasados nueve días, aunque pidió no bajar la guardia frente a esta enfermedad animal, que no se transmite a los humanos.
En las granjas porcinas no se han detectado positivos ni síntomas, aunque se han reforzado la bioseguridad y la vigilancia en toda España.
Roche coincidió en la necesidad de implementar medidas de protección e incluso de restringir la actividad en las proximidades de las explotaciones. “Aragón lidera la producción de porcino en España con 4.200 granjas, 21.000 empleos directos y 2.300 millones de euros y la aparición de casos tendría un impacto económico y social brutal”, sentenció. Como secretario de Relaciones Internacionales de UPA, Roche trasladó la pasada semana a la Comisión Europea (CE) la necesidad de extremar las medidas de prevención. Un equipo veterinario de emergencias se ha incorporado al dispositivo catalán para evaluar las medidas aplicadas.
El Gobierno central ha activado los protocolos para contener la enfermedad, que no afecta a los humanos pero sí supone un riesgo importante para el sector porcino español, el primer productor europeo con una cuota del 24 %. Por eso, además de sofocar el foco, los esfuerzos se centran en proteger las exportaciones.
Roche calculó que el 50 % de la producción española se exporta a otros países de la Unión Europea (UE), donde no hay ninguna restricción, mientras que el 30 % se hace a países con los que se mantienen acuerdos de regionalización, que sólo han prohibido las importaciones de animales de la provincia de Barcelona, como es el caso de algunos de los principales clientes, como China, Corea del Sur y Reino Unido.
Integradoras
El presidente de la corporación agroalimentaria turolense Naturuel, Clemente Garcés, aseguró que “evidentemente, la situación es muy preocupante” pero recordó que “no hay ningún cerdo infectado”. “El brote en los jabalíes es muy peligroso y comercialmente ya ha tenido algunas consecuencias y, de hecho, el precio del porcino ha caído a pesar de que el consumo humano es seguro”, comentó.
En este sentido, contó que de cada tres cerdos producidos en España, 1,8 se consume entre este país y el resto de la UE, mientras que 1,2 se exporta. “Si se deja de vender fuera, el mercado se colapsa”, concluyó.
Garcés recordó que la PPA está causada por un virus hemorrágico con mucha facilidad de contagio y que causa la mortalidad de todos los animales de las explotaciones afectadas, que afecta a varios países del Este de Europa desde hace tiempo. En España, la enfermedad se erradicó en 1994.
El presidente de Naturuel insistió en su mensaje de “preocupación, pero también serenidad” y reflexionó sobre la importancia de contar con Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas que, aunque no son un antídoto contra el riesgo, limitan los movimientos de animales. “Tenemos un mercado muy importante en España y en Europa con la IGP Cerdo de Teruel y, aunque algunos países a los que exportamos, como México y Japón, han cerrado sus puertas, estamos en un segmento diferenciado”, señaló.
El presidente del Grupo Arcoíris, Manuel Esteve, quiso mandar un mensaje de “tranquilidad” al sector”. “El foco se mantiene en el mismo punto y no ha variado el radio. Estamos ante una crisis sanitaria animal pero la seguridad alimentaria está garantizada”, afirmó.
Esteve coincidió con Garcés en que hasta el 85 % de las exportaciones están garantizadas en estos momentos, aunque la caída de los precios reducirá la rentabilidad de las explotaciones.
Análisis
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reforzó su programa de vigilancia sanitaria adaptado al incremento de riesgo de incursión de la Peste Porcina Africana (PPA), un plan que recoge la obligación de hacer anualmente análisis serológicos a cerdos de 1.200 granjas.
El informe, consultado por Efeagro, recoge que hay realizar el muestreo dos veces al año, con una periodicidad de al menos seis meses, lo que supone que se deben investigar al menos 1.200 explotaciones anualmente en todo el territorio nacional.
Cataluña es, con 250 granjas a analizar (21 % del total), a la que se le pide un mayor muestreo; seguido de Extremadura (248); Castilla y León (160) y Andalucía (144).
Las explotaciones se seleccionan preferiblemente en base al riesgo de infección, eligiéndose aquellas con un mayor riesgo de entrada de la enfermedad. Esos factores de riesgo son la introducción de animales vivos en la explotación, especialmente procedentes del comercio intracomunitario; el empleo de material genético procedente de otras explotaciones; el sistema productivo (considerándose de mayor riesgo el porcino criado en régimen extensivo por un mayor contacto con jabalíes); y las granjas que, teniendo régimen intensivo y debido a un menor nivel de bioseguridad, puedan tener un mayor riesgo de introducción exógena del virus.
Este plan de refuerzo obliga a que se analicen cerca de 600 partidas de animales con destino para vida procedentes de otros países, especialmente si proceden de zonas en los que la enfermedad exista.
En este caso, también Cataluña es, con diferencia, a la que se obliga a un mayor testeo, con 225 partidas a analizar, seguida por Aragón (165) y Galicia y Murcia (ambas con 44).
El programa contiene además pautas para reforzar el sistema de vigilancia sanitaria porcina en los mataderos mediante la investigación posmortem de lesiones macroscópicas compatibles con la peste.
Granjas seguras
El sector porcino turolense ha denunciado la paradoja que supone el hecho de que, mientras los ganaderos han invertido entre 135.000 y 240.000 euros por explotación en medidas de bioseguridad durante las dos últimas décadas, las administraciones han permitido que la población de jabalíes se multiplicara “sin implementar ningún control efectivo” hasta llegar a los 1,3 millones de ejemplares en España en 2024 desde los 200.000 en 1990. Por atajar esta superpoblación tras la detección de un brote del virus de la peste porcina africana (PPA) en la provincia de Barcelona, han reclamado un Plan Nacional de Gestión de Fauna Salvaje, que recoja una coordinación obligatoria entre las comunidades autónomas.
El secretario provincial de Uaga en Teruel, Alberto Escura, lamentó que “la fauna silvestre descontrolada ponga en jaque a un sector que tiene las mejores granjas del mundo en cuanto a bioseguridad”. Una granja porcina estándar en España ha tenido que invertir en los últimos años en el vallado perimetral de bioseguridad, vados sanitarios y arcos de desinfección y vestuarios y duchas para el personal, entre otros.
El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, recordó que las organizaciones agrarias llevan mucho tiempo advirtiendo de la necesidad de incrementar los controles cinegéticos ante la sobrepoblación de varias especies cinegéticas, como los corzos y las cabras, además de los jabalíes.
“Lo ocurrido con los jabalíes y la PPA debe hacernos pensar que las medidas de control cinegético son fundamentales”, apostilló el secretario general de UPA Aragón, el turolense José Manuel Roche.
También desde la plataforma Aragón es Ganadería y Agricultura (Aega) se preguntaron, entre otros asuntos por qué se ha permitido tener descontrolado el número de jabalíes en buena parte del territorio nacional a sabiendas del problema que puede ocasionar y por qué no se hizo antes ese control cinegético.
Las organizaciones agrarias, junto con las cooperativas agroalimentarias, han solicitado urgentemente un Plan Nacional de Gestión de Fauna Salvaje en España, especialmente tras la detección de la peste porcina africana en jabalíes para controlar su población y prevenir daños al ganado y la agricultura e incluso para evitar accidentes de tráfico.
“Hemos pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un plan nacional coordinado con las comunidades autónomas para controlar la superpoblación de jabalíes con criterios sanitarios. Es necesario tomar cartas en el asunto porque los jabalíes no pueden estar en zonas urbanas, comiendo en basureros, porque pueden transmitir enfermedades como la PPA pero también la tuberculosis”, precisó el presidente del grupo cooperativo turolense Arcoíris.
El coronel veterinario del servicio de Sanidad de la Guardia Civil y miembro de la Real Academia de las Ciencias Veterinarias de España, Alberto Cique, indicó que un aspecto relevante asociado al control de la enfermedad es la necesidad de gestionar las poblaciones de jabalíes para atajar el brote mediante el establecimiento de partidas de caza muy controladas para así evitar que los animales huyan y contribuyan a diseminarla.
“Este episodio demuestra lo vulnerables que somos y, aunque no hay un único antídoto ante el riesgo, es necesario cuidar la fauna silvestre”, concluyó el presidente de la corporación agroalimentaria turolense Naturuel, Clemente Garcés.
