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Los olmos comunes libres de grafiosis vuelven a las plazas y paseos de los pueblos turolenses Los olmos comunes libres de grafiosis vuelven a las plazas y paseos de los pueblos turolenses
Olmo plantado en marzo de 2018 junto a la ermita de Loreto, en El Pobo. L.M.B.

Los olmos comunes libres de grafiosis vuelven a las plazas y paseos de los pueblos turolenses

Desde Acacia, Berzal agradece la labor del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales
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Los ejemplares de olmo común (Ulmus minor Mill.) cedidos por el Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales (CNRGF) ubicado en la localidad valenciana de Alacuás han permitido la recuperación de esta especie en las plazas y paseos de varios pueblos de la provincia. Desde la Asociación de Amigos y Amigas de los Árboles de Teruel (Acacia), Luis Miguel Berzal insta a los responsables de su custodia a que “continúen cuidándolos para verles crecer y que vayan aportando sombra y belleza al lugar donde han sido plantados”.

Los 116 ejemplares ya arraigados presentan distintos grados de crecimiento según su edad y adaptación al lugar de plantación, comenta.

Según Berzal, el olmo común es una de las especies más emblemáticas de la Península Ibérica pero, desde hace varias décadas, ha ido desapareciendo debido a la agresividad de la enfermedad de la grafiosis, motivada por el hongo Ophiostoma ulmi, que provoca la obstrucción de los vasos conductores de la savia y seguidamente la muerte de la parte aérea del árbol.

Dicho hongo es dispersado por pequeños insectos denominados escolítidos al realizar galerías por debajo de la corteza e infectar a otros ejemplares en su ciclo vital.

Sin embargo, esta “fatalidad” está siendo corregida en los últimos años “gracias a la ingente labor investigadora” del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales, cuya sede central está en Puerta de Hierro (Madrid), si bien hay tres centros más de este tipo en Valsaín (Segovia), El Serranillo (Guadalajara) y Alacuás (Valencia).

Programa nacional

Berzal explicó que, a través del Programa Nacional de Mejora y Conservación de los Recursos Genéticos de los Olmos Ibéricos, que se inició en 1986, desde 2014 se han obtenido 7 clones de olmo autóctono resistentes a la grafiosis como material forestal de reproducción calificado. Anualmente, se reproducen numerosos ejemplares de esos clones que son distribuidos entre los ayuntamientos y asociaciones interesados que soliciten su adquisición para su posterior plantación en terrenos de uso público.

En el caso de la provincia de Teruel, y más concretamente en su parte sur, se ha conseguido involucrar a numerosos ayuntamientos en la plantación de estos ejemplares seleccionados que son resistentes a la grafiosis, indicó Berzal. “Hasta el momento, hay plantados unos 116 olmos que en general presentan buen desarrollo y las diversas plantaciones se realizaron entre marzo de 2017 y marzo de 2021”, apuntó el miembro de Acacia.

Los puntos localizados donde se han llevado a cabo están ubicados: uno en Manzanera, junto al Portal de Arriba; dos en Albentosa junto a la vía verde de ferrocarril; uno en San Agustín junto al puente de Pradas; dos en Sarrión junto al cementerio municipal; uno en Valbona junto al parque municipal; uno en Fuentes de Rubielos en la plaza de Las Saleras; dos en Rubielos de Mora en la glorieta de los Olmos de Santa María; uno en Mora de Rubielos junto al centro de la Comarca; dos en Alcalá de la Selva junto a la ermita de la Virgen de la Vega; dos en Nogueruelas a la entrada de la población; y dos en Cedrillas junto a la iglesia y al colegio, todos ellos desde marzo de 2017.

Camañas cuenta con cuatro olmos, plantados también entonces y tres años después, en la plaza de la Iglesia, junto al cementerio y a las afueras de la localidad.

Justo un año después se puso uno junto a la ermita de Loreto de El Pobo y en mayo otro en la plaza de la iglesia de Cuevas Labradas, donde en marzo de 2021 se plantaron 60 ejemplares en las márgenes del río Alfambra.

Marzo de 2020

En marzo de 2020, se plantaron 9 en Teruel, dos en el colegio de San Nicolás, dos en la cuesta de Cofiero, dos junto a los Alfares de los Hermanos Górriz, uno en el parque de la calle Juan Salvador con Pedro IV en La Fuenfresca y dos junto al polideportivo Las Viñas. Los siete últimos ejemplares citados se plantaron por Acacia con los escolares de varios centros educativos de Infantil y Primaria y en colaboración con el Ayuntamiento, recordó Berzal. También entonces se plantaron tres en El Castellar junto a la alberca del Saurio.

En el mismo mes de 2021, se plantaron 16 a Allepuz junto al polideportivo municipal; y cuatro en el jardín botánico del Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) de San Blas, en Teruel.

Todos los ejemplares fueron cedidos gratuitamente y recogidos en el CNRGF existente en Alacuás, recordó Berzal, quien añadió que se realiza un seguimiento periódico del mantenimiento de los olmos, como podas, cerramientos con malla de protección, riegos, etcétera. Además, quiso rendir “un merecido homenaje y reconocimiento a quienes lo han hecho posible”, antes de instar a los responsables de la custodia de estos árboles a que “continúen cuidándolos para verles crecer y que vayan aportando sombra y belleza al lugar donde han sido plantados”.