

Los pueblos tiran de sulfatadoras y voluntarios para desinfectar
Fumigan con una mezcla de agua y lejía ayudados por maquinaria agrícolaLa limpieza y desinfección de los puntos más concurridos para evitar la propagación del Covid-19 no es solo cosas de las ciudades. También los pequeños pueblos están desinfectado estos días los alrededores de las residencias de ancianos, consultorios médicos y centros de salud así como las vías en las que se localizan la farmacia, las tiendas o los contenedores de las basuras.
No se trata de un procedimiento complejo, porque solo es cuestión de rociar con una mezcla de agua y lejía al 2%, pero hay muchos ayuntamientos de la provincia de Teruel que ni siquiera disponen de personal contratado y tienen que tirar de voluntarios que llevan a cabo estas tareas con sus propias máquinas. Para facilitarles el trabajo, desde la Diputación de Teruel se les ha reenviado a todos los alcaldes las recomendaciones realizadas por el Gobierno de Aragón y la Federación Aragonesa de Municipios y Provincias (FEMP) en materia de desinfección, según comentó el presidente de la Diputación de Teruel, Manolo Rando.
Industrias cárnicas
El responsable provincial especificó que son los ayuntamientos los que se organizan en función de su tamaño y disponibilidad de maquinaria. “Los más pequeños están desinfectando de forma manual, con sulfatadoras, otros lo hacen con medios mecánicos, cualquier cosa vale siempre y cuando se haga”.
En el caso de Calamocha el Ayuntamiento desinfecta no solo las zonas de mayor afluencia, con especial interés en la residencia de ancianos y el centro de salud, sino que también está atendiendo las peticiones de algunas industrias cárnicas, en cuyas zonas de descarga de camiones está fumigando, según matizó Manolo Rando. El edil señaló que han contado con el ofrecimiento de varias asociaciones agrarias aunque precisó que, de momento, disponen de personal para llevar a cabo estas actividades.
En algunos municipios todavía no han podido comenzar a desinfectar porque no ha parado de llover y los expertos desaconsejan esparcir la mezcla con lluvia, como Mosqueruela. Es el caso también de Cantavieja, donde ya tienen todo preparado para llevarlo a cabo. “Aquí no tenemos máquinas sulfatadoras porque no hay frutales, pero un ganadero tiene una de brazo y con esa y las manuales nos apañaremos”, dice Ricardo Altabás. A
Por otro lado, la Comarca del Maestrazgo cuenta con dos remolques provistos de bomba anti incendios que también se pueden emplear para labores de desinfección y ya los han ofrecido a los diferentes pueblos de la zona, aunque por ahora y a causa de las lluvias no han salido de los garajes.
Altabás dijo que se desinfectará la zona de las tiendas y el centro de salud, aunque reconoció que lo que más le preocupa es la residencia de ancianos. Comentó que, además de las fumigaciones, se les va a proveer de un esterilizador que ha sido cedido por la Asociación de Ganaderos de Vacuno, con el fin de que esterilicen utensilios y ropa. También les han facilitado batas de usar y tirar y un comercio de la localidad ha donado varios metros de tela de algodón y ayer iban a preparar patrones para que los aficionados a la costura en el pueblo puedan coser en los próximos días mascarillas para la residencia de Cantavieja, que está gestionada por Atadi y para otros centros de esta misma agrupación de discapacitados.
Con su propio tractor
En Camañas hasta ahora solo habían desinfectado los accesos al consultorio médico pero desde ayer comenzaron también a aplicar la mezcla de agua y lejía en las calles. El encargado es un concejal voluntario, que recorre el municipio con su propia sulfatadora.
El personal municipal se ocupa de fumigar las zonas de mayor tránsito y riesgo de Utrillas, haciendo especial hincapié en las residencias y en las zonas comerciales y el centro de salud.
En Berge es el alguacil el que fumiga con un tractor y una sulfatadora para garantizar la limpieza de las zonas de más tránsito.
En La Puebla de Valverde han comprado hipoclorito para empezar a desinfectar esta semana y también cuentan con mascarillas y equipos de protección. La alcaldesa, Mª Ángeles Izquierdo indicó que la cuba para desinfectar es de un vecino del municipio y lamentó la “poca ayuda, por no decir ninguna, recibida de las administraciones”. El personal municipal se ocupará de desinfectar manualmente y cada día los sitios más transitados, como la tienda, el consultorio, el acceso al Ayuntamiento o las tapas de los contenedores.
En Libros la lluvia ha impedido desinfectar pero ya tienen preparada una cuba de 600 litros con lejía para llevarlo a cabo en cuando puedan.
Por la noche en Valderrobres
En Valderrobres la desinfección se hace por la noche para evitar que haya gente por la calle. “Se hará en días alternos, salvo en la residencia de mayores y el centro de salud, donde será todos los días”, dijo el alcalde, Carlos Boné. La localidad del Matarraña está aprovechando el cloro que se utiliza para la desinfección de las piscinas durante los meses estivales. “Teníamos acumuladas varias garrafas que sobraron del pasado verano y es más cómodo que diluir litros y litros de lejía en un tanque de 600 litros, además de que dejaríamos secas a las tiendas”, especificó Boné.
En Bañón es el empleado municipal que tienen contratado a través del Plan de Empleo de la Diputación el encargado de desarrollar las labores de limpieza en los lugares más concurridos, como el recorrido que realiza el panadero en su ruta de reparto o donde se instalan el carnicero, el pescadero y el frutero para la venta ambulante, según manifestó José Sancho, el alcalde.
En Albentosa se han abastecido del hipoclorito sódico a través de la empresa con la que trabajan habitualmente, al igual que han hecho en Valjunquera cuya alcaldesa, Susana Traver, especificó que echarán hipoclorito sódico y no lejía porque daña menos las plantas. En Valjunquera esta semana harán dos desinfecciones y la semana que viene lo ampliarán a tres.
En Manzanera la desinfección la realiza Domingo Gutiérrez, un vecino voluntario que utiliza el quad que tiene para sulfatar las carrascas. A esta labor se suma la del alguacil, que lleva una mochila pulverizadora también con una disolución de agua y lejía al 2% con la que desinfecta las puertas de los establecimientos públicos y también el interior de los edificios que se siguen utilizando, como el consultorio médico o el ayuntamiento. La alcaldesa, Celia Durbán, especificó que una vez que pase la crisis del coronavirus se abonarán las horas de trabajo a los vecinos que, como Gutiérrez, han colaborado con el consistorio para garantizar la seguridad de los vecinos.
En Rubielos la fumigación es a diario, sobre todo en los contenedores de basura porque, como apuntó el responsable municipal, ángel Gracia, “se tocan con la mano para tirar La Bolsa. Además, también se están llevando a cabo desinfecciones por parte del Ayuntamiento en las zonas de mayor afluencia de la localidad.