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Los secretos de las acrobacias de la Patrulla Águila, desvelados por los pilotos Los secretos de las acrobacias de la Patrulla Águila, desvelados por los pilotos
Un momento de la charla de los pilotos del escuadrón Patrulla Águila

Los secretos de las acrobacias de la Patrulla Águila, desvelados por los pilotos

Una charla en el Teatro Marín desgranó los pormenores de esas arriesgadas maniobras en el cielo
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Titanes, ases del cielo o simplemente patru fueron algunos de los calificativos con los que los turolenses se referían  a los miembros de la Patrulla Águila con motivo de la charla que ofrecieron en el Teatro Marín, donde desvelaron cómo realizan sus maniobras acrobáticas, previa a la exhibición  sobre los cielos de Teruel con motivo del 800 Aniversario de los Amantes.
Ser de este escuadrón aéreo no puede serlo cualquiera. Aparte de vocación y aptitudes se requiere de unas condiciones físicas que les permita soportar las variaciones de gravedad que sufren sus cuerpos, la fuerza g, de forma que al realizar alguna maniobra sienten cómo se pegan al asiento y sienten aumentar su peso, o bien todo lo contrario si se trata de g negativos, que puede provocarles incluso derrames sanguíneos en los ojos.
Las dificultades a las que se enfrentan en el cielo no se deben a la velocidad, que durante las exhibiciones suele ser de 500 o 600 kilómetros por hora, si bien los aviones que pilotan pueden alcanzar los 800 kilómetros. Lo verdaderamente complicado a la hora de hacer giros acrobáticos es soportar el incremento de la fuerza de gravedad que experimentan sus cuerpos.
El teniente coronel Mora, jefe del escuadrón, explicó  que pueden llegar a soportar hasta 7 g y medio y 4 g negativos. En el primer caso sienten cómo sus extremidades se hacen muy pesadas, y en el segundo todo lo contrario haciéndoles salir hacia adelante.
Están entrenados para soportar esos cambios bruscos en su organismo puesto que en caso contrario podrían llegar a perder la visión durante el vuelo e incluso el conocimiento puesto que la sangre se va para las extremidades inferiores y deja de regar el cerebro. Para hacer frente a estos cambios bruscos que sufre su cuerpo utilizan diferentes maniobras de respiración, además de ayudarse con el equipamiento que llevan en el traje para que la sangre bombee hacia arriba y llegue al cerebro.
Antes de formar parte de la escuadrilla son sometidos a una centrifugadora para saber si sus cuerpos son capaces de soportar esos cambios físicos que se producen durante las acrobacias por la fuerza g. Quien sabe bien de ello es el Solo, el piloto que hace en solitario la mayor parte de las maniobras más difíciles, el líder del grupo y que desde hace cuatro temporadas es el comandante Rubén Pérez.
De estas y de otras muchas curiosidades hablaron  los águilas del Ejército del Aire entre la curiosidad de niños y adultos, que pudieron disfrutar de sus explicaciones y de varios vídeos que se exhibieron en el Marín. Los miembros de la Patrulla Águila alternan su trabajo como instructores en la Academia General del Aire con la de pilotos acrobáticos.