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Los siniestros en el campo turolense se vuelven a reducir un 23,67% en 2020 Los siniestros en el campo turolense se vuelven a reducir un 23,67% en 2020
Una cosechadora entra en una parcela de la Comarca del Jiloca el pasado junio. Archivo

Los siniestros en el campo turolense se vuelven a reducir un 23,67% en 2020

El pedrisco desplaza a la sequía como el fenómeno meteorológico que provoca más daños
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Los siniestros en el campo turolense se redujeron un 23,67% en 2020, cuando se vieron afectadas 21.026 hectáreas aseguradas, de las que 20.081 se corresponden a cultivos herbáceos extensivos (cereal de invierno, principalmente), según los datos aportados por la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro). 

A diferencia de 2019, cuando más de la mitad de la superficie siniestrada se vio afectada por la sequía, el año pasado el principal riesgo fue el pedrisco, que dañó 17.154 hectáreas, el 81% del total, seguido de la fauna, con 2.975, el 14,15%. La comarca agraria más perjudicada fue de nuevo el Bajo Aragón, con 7.818 hectáreas, el 70% por el granizo.

El delegado de Agroseguro en Aragón, Juan Cruzán, indicó que 2020 estuvo marcado por las sucesivas tormentas de pedrisco, “que cada vez empiezan antes, son más virulentas y afectan a una mayor superficie”, y por la irrupción de la pandemia del coronavirus. En este sentido, destacó que los agricultores y ganaderos no habían dejado de producir alimentos y que Agroseguro estuvo a su lado para continuar con la contratación de pólizas y el peritaje de los siniestros.

El pedrisco afectó a todas las comarcas agrarias turolenses, pero especialmente a la Cuenca del Jiloca (5.805 hectáreas), el Bajo Aragón (5.459) y la Serranía de Montalbán (3.887). Solo en la Sierra de Albarracín la fauna, con 896 hectáreas siniestradas, provocó más daños que el granizo (718). En la Hoya de Teruel y el Maestrazgo hubo menos tormentas pero de igual manera el granizo fue la principal causa de siniestralidad, con 816 de las 932 y 470 de las 522 hectáreas siniestradas, respectivamente.

Juan Cruzán indicó que 2020 comenzó con la borrasca Gloria, que provocó importantes daños en infraestructuras ganaderas y en el olivar, tras la que se produjeron también algunas heladas. Pero lo más significativo desde el punto de vista meteorológico fue la sucesión de tormentas de granizo, que dañaron amplias superficies de cereal y también de frutales en el Bajo Aragón.

En paralelo, la irrupción de la Covid-19 hizo que Agroseguro se tuviera que adaptar para continuar prestando servicio. Esta situación no afectó a la contratación de pólizas ni a la gestión de los siniestros. La agrupación llegó a poner en marcha la teleperitación, llevada a cabo a través de las imágenes remitidas desde los teléfonos de los agricultores. Posteriormente, se recuperó el trabajo de campo con las oportunas medidas de protección. También Agroseguro adelantó algunos pagos antes de que terminaran las campañas de recolección, conscientes de la necesidad de las explotaciones de contar con liquidez en un año difícil.

La superficie siniestrada en la provincia de Teruel el año pasado fue de 21.026 hectáreas, un 23,67% menos que en 2019, cuando hubo 27.546.

La sequía, que había sido la causa principal de los daños en los cultivos en los últimos años, apenas afectó a 304 hectáreas en el Bajo Aragón. Además, la superficie afectada por las heladas fue testimonial con solo una hectárea en el Bajo Aragón frente a las 2.048 de un año antes. Detrás de estos datos estuvo una primavera templada y lluviosa en la práctica totalidad del territorio.

Sin embargo, las hectáreas afectadas por el pedrisco se duplicaron respecto a 2019, cuando fueron 8.553 frente a las 17.154 del año pasado. 

Los daños causados por la fauna se incrementaron casi un 60% hasta las 2.975 hectáreas debido sobre todo a la presencia de ciervos y corzos en la Sierra de Albarracín y de conejos en el resto.

La comarca agraria más perjudicada por las inclemencias meteorológicas en 2020 fue el Bajo Aragón, al igual que en 2019, con un total de 7.818 hectáreas siniestradas, el 37,2% del total, de las que 6.891 se corresponden a cultivos herbáceos (el 88,14%), 787 a leñosos, 115 a frutales y 25 a viña. El pedrisco fue la principal causa de estos perjuicios puesto que afectó a 5.459 hectáreas (el 70%), seguido de la fauna (815). 

A continuación se situó la Cuenca del Jiloca con 5.926, la práctica totalidad de cereal (5.914), y la Serranía de Montalbán con 4.100 (4.098 de cereal). En ambos casos, el pedrisco fue la causa principal de los daños, con 5.805 y 3.887 hectáreas afectadas, respectivamente.

En la Sierra de Albarracín, la totalidad de los siniestros se declararon en cultivos herbáceos (1.728 hectáreas) y los daños fueron causados tanto por la fauna (896) como por el granizo (718).

Y de las 932 y 522 hectáreas siniestradas en la Hoya de Teruel y el Maestrazgo, 816 y 518 se correspondieron también con cereales y con el pedrisco como principal causa de los daños.