Los voluntarios de Cruz Roja reciben el agradecimiento de los usuarios: “Sois unos soles y unos ángeles que nos cuidáis y nos dais mucha paz”
“Desde que voy a Cruz Roja me siento más libre y con más paz interior, los voluntarios sois unos soles, unos ángeles que nos cuidan”, con estas palabras Carmen Muñoz, usuaria de los servicios para mayores de esta entidad en Teruel mostraba su agradecimiento a los voluntarios de esta organización en representación de todas las personas a las que apoya Cruz Roja. La fachada de la Subdelegación del Gobierno en la capital se iluminó de rojo este miércoles por la tarde para rendir homenaje a todas las personas que dedican su tiempo a las diferentes acciones de esta entidad en la provincia.
Ana Gómez, responsable de voluntariado de Cruz Roja Teruel, recordó que hasta la fecha 400 voluntarios han participado en las actividades de la entidad que llegan a cada una de las comarcas con acciones de apoyo a personas mayores, prevención y formación de jóvenes, atención a personas vulnerables o refugiados y socorros y emergencia.
“Toda la persona que se ha acercado a Cruz Roja y ha necesitado o nos ha pedido ayuda, siempre ha habido un voluntario o una persona que le ha ayudado a poder solventarla”, destacó Gómez que explicó que el perfil de su voluntariado es de un 60 % de mujeres y un 40 % de hombres y la edad media oscila entre los 45 o 50 años.
Para la responsable del voluntariado aseguró que este era “un día importante” porque se visibilizaba el agradecimiento a toda la colaboración que estas personas han prestado.
El presidente provincial de Cruz Roja en Teruel, Eduardo Comas, agradeció en compromiso de todas estas personas y les dijo que sin ellos “Cruz Roja no existiría” y animó a los turolenses a implicarse en este tipo de acciones. “Hacen falta muchos más voluntarios”, aseguró.
El secretario de la Subdelegación del Gobierno en Teruel, Enrique Gómez, destacó que esta organización ha sabido “evolucionar y adaptarse a las necesidades de la sociedad” y consideró “muy necesario” este reconocimiento a todos aquellos que dedican su tiempo a ayudar a los demás y en especial a aquellos que más lo necesitan.
En el acto también contaron su experiencia personal dos usuarias y dos voluntarias, en representación de todos los vinculados con Cruz Roja en Teruel.
Carmen Muñoz explicó que desde hace dos años, cuando empezó a participar en las actividades para mayores de Cruz Roja, como manualidades, gimnasia y taller de memoria, tiene “más ganas de vivir” y afirmó que es “una terapia” para ella. Destacó “el cariño enorme” que recibe de todos los voluntarios que siempre se preocupan por ella.
Alla Vazzar, que está en el programa de protección internacional, recibe clases de castellano gracias a esta entidad y aseguró que con este apoyo se ha podido integrar mejor “y conocer bien Teruel” y aseguró que le ha sido para ella “de mucha ayuda”.
Motivación
Teo Soriano es voluntaria y realiza los talleres de manualidades. “Me siento mejor si ayudo a la gente que lo necesita”, destacó en su intervención.
Mientras, Teresita Cote, que da clases de español para personas refugiadas también resaltó el enriquecimiento personal que tiene para ella esta colaboración. “Ellos nos dan más que nosotros a ellos. El corazón se llena porque ayudas y ves otras circunstancias de la vida”, destacó.
El acto culminó con un chocolate caliente en la plaza San Juan y la entrega de un pequeño obsequio a los voluntarios que acudieron a este entrañable homenaje.
