Mandan a prisión a un hombre por quebrantar una orden de alejamiento por violencia de género
El auto judicial incide en que prevalezca la protección de la víctimaEl Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel envió el pasado sábado a la cárcel a un hombre por quebrantamiento de una orden de alejamiento que regía sobre él por violencia de género contra su expareja, después de que dicha medida cautelar se le hubiese impuesto hace solo dos meses. El hombre fue localizado por la Policía Nacional en la madrugada del sábado en la plaza Bretón de Teruel sentado en un banco junto a su expareja, al activarse las alarmas de proximidad de los dispositivos telemáticos tanto de la víctima como del victimario.
El juez envió directamente a prisión provisional, comunicada y sin fianza al hombre por quebrantamiento de la orden de alejamiento que existía, al haber hecho caso omiso de la medida cautelar para la protección de la víctima. En el auto se incide en la actitud del hombre, al que se le impuso esta medida cautelar por la comisión de un presunto delito de violencia sobre la mujer, a principios de junio pasado, consistente en lesiones agravadas, maltrato habitual y amenazas, a lo que ahora se añade “el desprecio a la decisión judicial de protección”.
La Policía Nacional tuvo conocimiento de que se estaba quebrantando la orden de alejamiento pasadas las 3 de la madrugada de ayer sábado, cuando se activaron las alarmas de proximidad de los dispositivos telemáticos que se habían asignado tanto a la víctima como al agresor, después de que hace dos meses se hubiese tomado la medida cautelar de prohibición de comunicación y aproximación a no menos de 1.000 metros. Ambos fueron encontrado sentados juntos en un banco de la plaza Bretón en la ciudad de Teruel.
Información
El detenido y enviado a prisión provisional fue informado por la propia víctima de su ubicación y cuenta con antecedentes penales por delitos contra la seguridad vial, cometido en octubre de 2021, y de violencia doméstica y de género por lesiones en junio de ese mismo año.
La decisión de enviarlo a prisión tras quebrantar la orden de alejamiento responde, según recoge el auto judicial, a que es el “único medio de garantizar la vida, integridad, libertad y seguridad de la víctima, constatada ya la frustración del anterior intento judicial de protección”.
En la resolución del magistrado se advierte del peligro de la víctima “al no aceptar la protección que se le dispensó”, bien por su “falta de conciencia del riesgo que asume” o “bien la anulación de su voluntad para someterse a la de su agresor”.
Argumenta el juez en su auto que frente a la libertad del investigado y la vida, integridad, libertad y seguridad de la víctima, debe prevalecer lo segundo “una vez constatada la ineficacia de la finalidad tuitiva que la medida cautelar de protección en favor de la víctima ha tenido sobre el investigado”. Tiene en cuenta el riesgo y la calificación del detenido como “agresor persistente”.
