

Mesas llenas y fogones apagados y vacíos en la vuelta del Sermón de las Tortillas en Fuente Cerrada
Los jóvenes son mayoría en el parque preferido para celebrar la tradicional fiesta de la ciudad de TeruelLos jóvenes turolenses eligieron este martes de forma mayoritaria la Fuente Cerrada y la plaza de toros para celebrar la fiesta del Sermón de las Tortillas, en su vuelta tras dos años en los que no se ha podido celebrar de forma masiva debido a la covid.
El aviso de lluvias no mermó la presencia de turolenses en las mesas, pero sí en los fogones, ya que al mediodía eran pocos los que hacían fuego para preparar la comida, cuando en los años prepandémicos había que coger turno para poder utilizarlos.
Por la mañana tanto las Atarazanas como las proximidades del río Turia -lugares habituales para pasar este día- se encontraban vacías. Sin embargo, desde la madrugada había pandillas de amigos que habían acudido a coger mesa a la Fuente Cerrada. Algunos fueron andando, otros llevados en coches por sus padres o conduciendo sus propios vehículos. El plan estaba claro: pasar la mañana allí, comer y beber hasta la hora de marcharse a los toros. Por si acaso, alguno había llevado plásticos para cubrir las estructuras de sombreo y no mojarse. Y por supuesto, los altavoces para que la música no parara.

Tampoco faltaron los incondicionales de esta fiesta. Pili, Teresa, Rosa y Carmen prepararon la paella con botella de butano. “Venimos todos los años”, afirmaba Teresa. Y para no perder la costumbre, uno de los hombres había ido a coger sitio a primera hora de la mañana. Aunque no hubiera hecho falta, porque en la zona de merenderos más cercana a la piscina todavía quedaban mesas vacías a las dos de la tarde. “Tenemos plan B por si llueve” aseguraron. Para almorzar ya se habían comido la tradicional tortilla de patatas y las roscas tampoco faltaron.
En los fogones, Andrea preparaba un sancocho, un plato colombiano a base de pollo, costillas, plátano verde, yuca y mazorca. Con este caldo “vamos a celebrar el cumpleaños de Yurena que cumple 13 años”, explicó Andrea, “y aprovechamos que es festivo y podemos estar al aire libre”.
Después de una mañana tranquila, la lluvia hizo acto de presencia pasadas las cuatro de la tarde, por lo que el parque se despejó rápidamente.
Muchos turolenses decidieron celebrar esta jornada festiva en los chalés, garajes y locales para poder estar a cubierto en caso de lluvia. Para muchos era la primera vez que se juntaban después de dos años sin poder hacerlo ni en esta ni en otras fechas. Y lo hicieron alrededor de un asado, de una tortilla de patata o de una paella que ayer supieron a gloria.