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Nueve meses de prisión  por estafar a dos amistades con la venta de coches Nueve meses de prisión  por estafar a dos amistades con la venta de coches
La acusada en la sala de vistas de la Audiencia Provincial

Nueve meses de prisión por estafar a dos amistades con la venta de coches

El ministerio público pedía inicialmente 6 años de cárcel para la acusada, que terminó devolviendo el dinero
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La Audiencia Provincial de Teruel condenó a una mujer, R. C. R., a nueve meses de prisión por un delito de estafa al haber engañado a dos personas con la venta de dos coches y dos motos que no llegó a entregar tras cobrar el dinero. Los vehículos supuestamente procedían de subastas públicas e inicialmente se le acusaba también de falsificación de documentos públicos. Uno de las víctimas dijo que tenían amistad y por eso se fiaron.

La Fiscalía pedía en principio una pena de seis años de prisión, además de una multa de 4.500 euros por delitos de estafa y falsificación de documentos públicos. Esta última acusación la retiró después de alcanzar un acuerdo de conformidad con el abogado de la defensa, que supuso también la modificación de la pena por la estafa, ya que no había acusaciones particulares al haber renunciado las dos víctimas a la acción penal y civil una vez que la acusada les devolvió el dinero a través de una transferencia.

El delito habría consistido en engañar a las víctimas haciéndoles creer que los coches y motos procedían de una subasta pública, cuya documentación habría falsificado la acusada, según explicaron los estafados, para que le ingresaran el dinero sin después entregarles los vehículos

Al alcanzarse una conformidad entre el ministerio público y la defensa no tuvo que celebrarse la vista oral y se dictó sentencia in voce. El abogado defensor, Borja Juárez, explicó que finalmente la pena que se le impuso a su representada fue de 9 meses, con lo que no tendrá que ingresar en prisión al cumplirse los requisitos para poder suspender la ejecución de la pena privativa de libertad.

Las víctimas explicaron que los hechos ocurrieron poco antes del inicio de la pandemia, en febrero de 2020. La acusada y una de las víctimas son del Jiloca, mientras que el otro afectado es de Zaragoza. La defensa, en declaraciones a la prensa, aseguró que no había otros afectados y que el asunto se debió a que había varias inversiones en común, le transfirieron un dinero para hacer unas compras y había que devolver las cantidades abonadas.

Los dos afectados, que acudieron como testigos ya que habían renunciado a las acciones penales tras recuperar el dinero y solo mantenía la acusación la Fiscalía, no llegaron a declarar en la vista al no tener que celebrarse esta por el acuerdo de conformidad, pero en declaraciones a la prensa explicaron que la acusada les había engañado.

La conocían por amistad al tratarse de pueblos pequeños y, según relataron, a cada uno les vendió un coche y una moto a buenos precios, que les aseguró que procedían de subastas públicas ya que tenía un conocido dedicado a ello. Uno de los afectados le entregó 30.000 euros, según indicó, y el otro le avanzó 4.200, una parte del coste total.

Según el relato de las víctimas, la mujer les mostró un documento con los vehículos a su nombre tras realizarse las supuestas subastas, que después resultó estar falsificado, puesto que descubrieron por las matrículos que estaban a la venta en un concesionario, que era de donde había cogido los datos.

De acuerdo con lo manifestado por las víctimas, ella les decía que había surgido un problema y que la entrega de los vehículos se iba a retrasar -un coche y una moto a cada uno de ellos-, hasta que descubrieron el engaño al ver que las matrículas correspondían a coches que vendían en un concesionario. Le reclamaron el dinero y al que más había puesto se lo devolvió en mayo de 2021, mientras que al otro no se lo transfirió hasta hace un mes, según explicaron. Al haberles transferido las cantidades la acusada, renunciaron a las acciones por la vía penal y civil, a pesar de haber puesto en su día la denuncia, por lo que la única acusación era la de la Fiscalía.

Al no celebrarse la vista no pudo conocerse la versión de la acusada, sobre la que las víctimas dijeron que no se esperaban algo así de ella al conocerla. Comentaron que confiaron en ella y que creían que era cierto que los vehículos procedían de subastas públicas al enseñarles documentos supuestamente oficiales que luego resultaron ser falsos.