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Otra fuerte tormenta provoca daños en sitios como Albarracín Otra fuerte tormenta provoca daños en sitios como Albarracín
Piedras acumuladas por la lluvia torrencial en Albarracín. Estrella Doñate

Otra fuerte tormenta provoca daños en sitios como Albarracín

El ambiente inestable continúa hasta el fin de semana
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La última semana completa de agosto llega marcada por un ambiente inestable en la provincia de Teruel, donde el calor se alterna con los chubascos tormentosos. Las precipitaciones de los dos últimos días han estado acompañadas de granizo, especialmente intenso en varias localidades de la Sierra de Albarracín y el Jiloca. Este martes en Albarracín llegaron a caer hasta 12,6 litros de agua por metro cuadrado en cinco minutos, lo que provocó algunos desperfectos y encharcamientos.

La provincia de Teruel estaba este martes en alerta naranja por lluvias abundantes y riesgo de tormenta acompañada de rachas fuertes de viento y granizo grande. Los desarrollos tormentosos  en el sur de la provincia comenzaron antes que en la jornada anterior y fueron especialmente intensos en localidades como Albarracín.

El pluviómetro de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) llegó a registrar intensidades cincominutales de 12,6, 10,8 y 7,8 litros por metro cuadrado entre las 19:35 y las 19:45 horas en la localidad.

Raúl Jiménez, vecino de Albarracín, explicó que la tromba de agua provocó los habituales desprendimientos en la calle Bernardo Zapater, también conocida como cuesta de Teruel, lo que hizo que las piedras se acumularan al final de la calle Diputación, junto a la plaza Mayor. Indicó que esta es una situación que se repite todos los veranos cuando hay tormenta.

Además, la lluvia hizo que se encharcaron los bajos de algunas viviendas y establecimientos comerciales y el granizo hizo que se desprendiera yeso de varias fachadas y hojas de los árboles. La aparición de una rambla en la carretera A-1512 a su paso por la localidad provocó además algunas retenciones. Jiménez añadió que, aunque el río Guadalaviar a su paso por la localidad había registrado una crecida notable, no había riesgo de desbordamiento.

El delegado de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, explicó que las corrientes verticales habían sido tan fuertes que los echotops (espesor de las nubes) habían alcanzado hasta 17 kilómetros, “una altura más propia de zonas tropicales”.

Desde el Observatorio de Torremocha, Vicente Aupí indicó que la tormenta había alcanzado una intensidad torrencial y había dejado 13,4 milímetros de lluvia y granizo del tamaño de una canica.