

Paco Gómez, memoria de las tradiciones turolenses, repasa una fiesta que evoluciona
La dicotomía entre costumbres y novedades centra un discurso sobre la historia de la VaquillaCon el discurso del mantenedor de las Fiestas del Ángel 2025, Paco Gómez Sobreviela, comenzó oficialmente este viernes las Fiestas del Ángel 2025. Fue en el marco de la iglesia de San Pedro tras la entrega de los premios del Certamen Internacional de Poesía Amantes de Teruel a Vicente Millán, Jorge Fernández, Ana Vega y Ana Alguacil, por las autoridades locales y provinciales, que fueron el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, el concejal de Fiestas, Eduardo Suárez, y el propio mantenedor.
En un emotivo discurso Paco Gómez repasó sus vinculaciones con esta fiesta que son muchas y variadas, desde su cargo como jefe del Seisado de Santa Emerenciana a su amplia trayectoria como miembro de la Soga y Baga. Con ellos precisamente ya leyó el discurso hace una década.
Ahora, en solitario, salió al altar de la iglesia de San Pedro y miró al numeroso público que quiso acompañarlo en este momento único. Su esposa Maribel, su familia, sus amigos y compañeros en las diferentes facetas de las que se ocupa y a las que dedica su tiempo desde hace años.

Gómez, que se emocionó en diferentes momentos de su discurso y fue aplaudido por el público, hizo un recorrido por la evolución de la Vaquilla del Ángel, desde sus orígenes en el siglo XVI hasta la actualidad.
Destacó la fusión entre la festividad religiosa del Ángel Custodio y las celebraciones taurinas, así como las costumbres centenarias como los toros ensogados, el toque del Campanico y la tradicional merienda. Recordó momentos históricos como la prohibición de la Vaquilla en los años 20, su recuperación en 1931 y posteriormente en 1941, tras la guerra civil. Destacó la consolidación de actos como el desfile de peñas, la vaquilla Infantil y la colocación del pañuelo al Torico.
El discurso estuvo salpicado de anécdotas y curiosidades como cuando en 1904 un torero no quería salir a la antigua plaza de toros de San León porque en los bajos de las gradas se guardaban dos carruajes funerarios. “Los quitaron y todo se resolvió favorablemente”, aclaró.
Otra anécdota, esta vez personal, fue la que le ocurrió junto a su mujer, que hacía fotos a la altura de la Dulce Alianza, y por poco les embiste el toro. Se salvaron por la boina de un señor mayor que estaba con ellos y del soguero que estuvo atento, recordó. También rememoró figuras clave de la fiesta, como los médicos titulares de la plaza o el empresario taurino¡ Juan José Marqués.
Gómez desgranó la evolución que ha tenido la fiesta con hitos como la creación del Museo de la Vaquilla en 2006 o la incorporación de nuevos actos como la entrega de pañuelicos a los bebés que van a vivir su primera Vaquilla.
El pregón concluyó con una exaltación de las tradiciones, recordando el valor de otras fiestas locales como el Corpus Christi y el Seisado de Santa Emerenciana. Gómez citó el refrán que dice ¿Qué sería de Teruel, si quitaran los Amantes, el Sermón de las Tortillas y la Vaquilla del Ángel? para finalizar con un mensaje cargado de emoción: “¡Viva Teruel, sus fiestas y por supuesto nuestra Vaquilla del Ángel!”.
Tradiciones y modernidad
La alcaldesa, Emma Buj, que entregó al mantenedor la Medalla de Los Amantes de la ciudad, destacó que su nombramiento como simboliza “la importancia que tiene para Teruel mantener nuestras costumbres” sin olvidar que Teruel tiene que ser “una ciudad moderna”.
“La Vaquilla es tradición pero también evoluciona”, recordó y puso como ejemplo de esta evolución la puesta del pañuelo o la adaptación del himno de la Vaquilla de Antón García Abril y Antonio Ubé que se presentó este mismo viernes en el ayuntamiento.
Buj animó a los turolenses a disfrutar de estas Fiestas del Ángel en una ciudad “que es acogedora” con las miles de personas que vienen de fuera y también con aquellos turolenses que viven en otros lugares y que vienen estos días a vivir sus fiestas, unas fiestas que son las de “la exaltación de la amistad”.
Si la jornada de este viernes fue muy emotiva para el turolense Paco Gómez, también lo fue para los cuatro poetas que recogieron sus premios como ganadores del LXIV Certamen Internacional de Poesía Amantes de Teruel, uno de los más veteranos y reconocidos dentro del panorama literario.
Entre ellos se encontraba este año un turolense, Vicente Millán, que aunque nació en Vinaroz lleva 40 años en Teruel. Este maestro recibió el premio al mejor soneto sobre los Amantes de Teruel por su variante isabelina con el que recorre las diferentes etapas del amor de los Amantes. “No soy poeta, soy maestro”, reconoció y esporádicamente escribe, “cuando me lo pide el cuerpo”. Hace 30 años ganó el concurso de poesía joven y de vez en cuando se presenta. Esta vez lo hizo y ganó de nuevo con un recorrido por el amor, el destino, la trascendencia y la eternidad.

Ana Vega Burgos viene desde Córdoba y obtuvo el premio al mejor Poema de Amor, titulado Abril. Inspirado en sus padres, la autora lo reescribió para presentarlo a este concurso en el que ya había participado “más de una vez y más de dos”, porque “me hacía mucha ilusión ganarlo”, ya que sabía “lo bien que te tratan aquí”, por amigos que habían ganado antes como Ismael Pérez de Pedro, que ha ganado en dos ocasiones y Nélida Leal. Aunque es la primera vez que viene a Teruel, pronto volverá por tierras turolenses porque ha ganado un certamen poético de Alfambra. Ana Vega aseguró que escribir es “más que un hobby una necesidad” y aunque hace años escribía de amor ahora ya no lo hace y se ha decantado por otras temáticas.
Jorge Fernández González obtuvo el Premio Amantes de Teruel al Mejor Libro de Poemas por Raíz de la palabra. El autor madrileño explicó que con él trató de “renegociar” con la palabra. “Estoy muy contento por poder participar de esta experiencia colectiva que es el inicio de las fiestas”, dijo. Fernández ya había intentado antes ganar el certamen en otras categorías y ha sido esta, la del libro, con la que lo ha obtenido, porque “busqué un texto que fuera potente, que se adaptara a las condiciones y que pudiera reflejar lo que se pedía”.

Escritor desde joven de poesía y otros géneros, volvió a los versos hace unos años “con mucha fuerza y con ganas de expresarme”, porque tenía de nuevo “necesidad de escribir”.
Ana Alguacil, también de Madrid, y de 20 años, ganó el premio Mejor Poesía Joven, una categoría que en ocasiones se queda desierta. Su obra El olvido ha sido este 2025, sin embargo, merecedora de este premio.
“Nuestra generación está cada vez más alejada de la poesía y por eso para mí es un honor haber ganado y haber representado a esta generación”, afirmó la joven madrileña, que quiso recoger en su obra el proceso de olvidar a una persona desde el punto de vista de amor propio que conlleva llegar a este sentimiento.

Ana Alguacil escribe desde niña, no especialmente poesía, también “reflexiones de la vida”. Ahora ha decidido presentarse a concursos como el de Teruel, donde nunca antes había estado, le han tratado muy bien y se ha encontrado con otros autores que le aportan su experiencia. Ana animó a otros jóvenes a escribir, como hace ella, porque “es una vía de escape para expresar tus sentimientos”. Y que se atrevan con la poesía porque “es algo muy bonito”.
Durante este acto institucional al que acudieron las autoridades locales y provinciales, pero también representantes de la sociedad turolense hasta superar los 300 asistentes, la música estuvo presente gracias a las interpretaciones al piano a cuatro manos que realizaron los profesores del Conservatorio Profesional de Música de Teruel, Pilar Cáncer e Ismael Escribano. La gala estuvo presentada por el periodista Javier Jané.
