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Para cumplir con la tradición de Semana Santa también hay que rascarse el bolsillo Para cumplir con la tradición de Semana Santa también hay que rascarse el bolsillo
Los pasos de la Semana Santa son un verdadero escaparate para los floristas. Bykofoto / Antonio García

Para cumplir con la tradición de Semana Santa también hay que rascarse el bolsillo

Hábitos, instrumentos o flores son algunos de los gasto a afrontar
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Cruz Aguilar

La Semana Santa lleva consigo toda una serie de tradiciones que tienen un coste para los bolsillos de muchas familias. En algunos sitios, como la propia capital turolense, algunas de las cofradías ofrecen hábitos e instrumento para aquellos que quieren probar a tocar el tambor o salir con la peana e incluso hay algunas que los ceden a todos los niños que participan en ella. Sin embargo, son muchos los particulares –en la Ruta del Tambor y del Bombo, todos– que cuentan con túnica propia y también disponen de tambor o bombo para participar en los actos.
Prácticamente en los armarios de casi todas las casas de los nueve pueblos que componen la Ruta del Tambor y del Bombo –Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Andorra, Alcorisa, Calanda, Samper de Calanda, Urrea de Gaén, La Puebla de Híjar e Híjar– hay túnicas y tambores o bombos. En la capital es más habitual la cesión, durante algunos años, por parte de la cofradía del instrumento, aunque también son muchos los que lo adquieren ya desde un primer momento.
El hábito es obligado para todo aquel que quiera participar en las procesiones o romper la hora (salvo en La Puebla de Híjar, donde esa noche se toca de paisano). Una túnica ya confeccionada de adulto supera los 120 euros, aunque Fabiola Romeo, de Mercería Fabi en Teruel, matiza que el coste es muy variado ya que el raso se vende a 8 euros el metro y la sarga a 12. Sin embargo, las túnicas de sarga son más duraderas mientras que las que emplean el raso, que son menos pesadas a la hora de llevarlas, se estropean más.
Para hacer un hábito de adulto la modista calcula que se necesitan unos seis metros de tela, pero añade: “Los que llevan capa o gorro requieren mucha más”. Esta costurera confecciona trajes tanto para las hermandades como para particulares y recalca que siempre emplea “telas de buena calidad” para garantizar su durabilidad. Señala que en muchas agrupaciones de la Semana Santa de la capital es habitual que los adultos que ya son veteranos tengan su propio traje pero los que acaban de comenzar o los niños, que crecen constantemente, usan los del fondo de armario de la cofradía.
También hay hermandades que cuentan con su propia costurera y compran gran cantidad de tela para que todas las vestimentas sean similares: “Los tintes van cambiando, siempre hay que hacer hábito y gorro del mismo rollo”, aconseja Fabiola Romeo.
La mayor parte de los cofrades pasan con una misma túnica prácticamente toda su vida adulta, sin embargo es habitual el extravío de los gorros: “Confecciono muchos más, siempre hay alguien que lo pierde”, dice la modista.
Las Bodas de Isabel son el momento de mayor trabajo en esta mercería de la capital turolense, aunque el siguiente es, sin duda, la Semana Santa. “Cuando pasan los medievales me pongo ya con los hábitos”, matiza la costurera.

La percusión
El coste del instrumento es algo que también deben asumir los que desean participar en los actos de la Semana Santa, sobre todo en los pueblos de la Ruta del Tambor y del Bombo, donde no se prestan. Prácticamente todos los tambores y los bombos que se tocan en la provincia se construyen aquí de forma artesanal. Casa Linares es el establecimiento de referencia para los aficionados a la música en Teruel y su propietaria, Cristina Mínguez Linares, apunta que los instrumentos de percusión que vende para Semana Santa se fabrican en Calanda. El coste de los bombos solo varía en función del tamaño, pero en el caso de los tambores los aficionados tienen un amplio abanico que van desde los 230 euros del más sencillo hasta los 415 euros de los construidos en titanio. También varía el precio de la correa, más barata si es para un hombro que si permite colgar el instrumento en los dos.
En el caso de las cornetas, hay muchas cofradías que las ceden a sus socios porque el precio de este instrumento oscila entre los 250 y los 400 euros.
Los cofrades pagan una cuota anual que oscila entre los 15 y los 35 euros. Con ese dinero se mantienen los gastos de la agrupación, que principalmente se centran en las flores que decoran las peanas y en las labores de mantenimiento de los pasos.
El gasto en decoración floral varía mucho entre unas hermandades a otras. Hay algunos pasos que salen con un solo centro cuyo valor es de unos cien euros mientras que hay otras cofradías en las que la factura de la floristería llega a los 3.500 euros.
A decoración floral se coloca al inicio de la semana de pascua y se mantiene durante todos los días, eso sí, las flores requieren estar húmedas para lucir frescas.  Así, Maribel Marco, de Flores Valenciana apunta que ellos hacen las instalaciones en algunos casos ya para el Domingo de Ramos y en otros el lunes o el martes, para que estén listas para la primera procesión.
Las variedades más demandadas son los claveles y gladiolos, pero hay hermandades con mayor poder adquisitivo que se decantan por las rosas. También hay algunas que compran las flores a granel y se montan ellas mismas los centros, aunque esto no siempre supone un ahorro puesto que los profesionales, debido a su experiencia, son capaces de hacer centros mucho más llamativos con menor cantidad de flor.