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Paula Carceller diseña un sensor de presión que mide la fuerza de la mano Paula Carceller diseña un sensor de presión que mide la fuerza de la mano
Paula Carceller, diseñadora de un sensor que mide la presión de la mano

Paula Carceller diseña un sensor de presión que mide la fuerza de la mano

Trabajo Fin de Grado de la estudiante de Ingeniería Electrónica y Automática de la EUPT
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Los sensores de presión se utilizan para medir diferentes parámetros relacionados con el cuerpo humano. En esta línea se enmarca el trabajo fin de grado (TFG) Diseño e interpretación de datos con un sensor de presión, realizado por la estudiante de Ingeniería Electrónica y Automática de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel (EUPT), Paula Carceller, dirigido por Inmaculada Plaza y Carlos Medrano, que se centró en la medición de fuerza en las manos.

La primera parte del proyecto consistió en el diseño y fabricación del sensor que se realizó con dos láminas de un material conductor como puede ser el cobre y una en medio de un material que se llama velostat que es sensible a la presión y con estos componentes se podían recoger los datos sobre la fuerza de los dedos.

Existe otros proyectos similares donde el sensor se coloca en un guante, pero en el trabajo de Paula Carceller se quiso cambiar el diseño porque con el guante el dispositivo se puede mover y no se toma siempre la misma referencia. Así, se utilizó velcro para ajustar adecuadamente el sensor a cada uno de los dedos.

El TFG incluyó también todo el desarrollo para poder volcar los datos obtenidos con el sensor a un ordenador y con el lenguaje Python de programación averiguar la presión realizada.

50 pruebas

Se realizaron unas 50 pruebas con personas siguiendo un protocolo médico estipulado por un facultativo. Los voluntarios se colocaban de pie y con el brazo hacia abajo, llevando el dispositivo apretaban con la mayor fuerza que podían un dinamómetro. Se tomaban cuatro pruebas con la mano derecha y otras cuatro con la izquierda. De este modo, de manera simultánea se recogía la medida del dinamómetro y del sensor de presión.

“El dinamómetro cogía un dato y el ordenador, millones y tenías que compararlo. Lo hicimos combinando la información de seis maneras diferentes hasta que obtuvimos cuál era más eficaz para llegar al resultado de la fuerza que se había hecho”, explicó la autora del TFG.

Carceller comentó que este tipo de tecnología tiene aplicaciones médicas, por ejemplo, para determinar en qué dedo se tiene más fuerza o menos y planificar ejercicios de rehabilitación. Asimismo, recordó que se utilizan mucho para los pies, para determinar el riesgo de caídas.

La joven ingeniera destacó la importancia de elegir un tema para el TFG que le resulte interesante al estudiante porque hay que dedicarle muchas horas. Además, valoró de la EUPT que las clases son mucho más reducidas que en centros más grandes y es más fácil consultar una duda cuando surge, lo que permite aprender mejor.