

Pedro Baños, coronel del Ejército de Tierra y experto en Geopolítica: “Lamentablemente para Ucrania, el final de la guerra lo van a decidir EEUU y Rusia”
“Debe ser la Corte Penal Internacional la que determine si un Estado como Israel es genocida”El coronel del Ejército de Tierra Pedro Baños, analizó el “complicado” contexto geopolítico actual y su repercusión en la cadena logística mundial esta semana en Teruel durante su intervención en el evento organizado por el clúster de la logística ALIA para celebrar su XV aniversario.
-¿Qué impacto tiene la situación geopolítica mundial en las cadenas de suministro globales?
-El contexto geopolítico que tenemos actualmente es muy complicado por los enfrentamientos entre las grandes potencias, así como por ese intento de sorpaso de China a Estados Unidos y la defensa que este último está intentando hacer con la administración Trump. Evidentemente, todo eso repercute en la cadena logística global. Una de las medidas que implementó recientemente la administración Trump era la de impedir que atracaran en puertos estadounidenses los barcos que se hubieran construido en China, ni siquiera que pertenecieran a empresas chinas. Eso al final repercute a todos teniendo en cuenta que China ya es la gran fábrica del mundo, que fabrica más que el resto del mundo junto, y no sólo productos de bajo valor añadido sino alta tecnología.
-Además, este contexto es muy cambiante...
-No se puede hacer buena política ni se puede gestionar bien una empresa sin entender todo lo que está sucediendo. Yo no sé si los aragoneses son conscientes de la importancia que tiene la logística en su propio territorio. Es muy difícil hacer un pronóstico, cada vez más, porque las noticias cambian de manera constante. En cualquier caso, hay algo que sí que podemos comprender y que va a seguir manifestándose, aunque no sepamos exactamente en qué se va a concretar. Por lo tanto, tenemos que estar pendientes de lo que está sucediendo.
-Acaba de presentar el libro Geohispanidad: La potencia hispana en el nuevo orden geopolítico. ¿Qué acogida ha tenido?
-Ha tenido mayor acogida en América porque creo que aquí todavía no hemos puesto en valor lo que significa toda la historia de España. De hecho, lamentablemente hay comunidades autónomas donde prácticamente no se estudia lo que significó el descubrimiento y la creación del Imperio Español, en el que todos éramos hermanos. Los hispanos, en general, no nos acabamos de poner en valor, sobre todo en España. Al final, de lo que estamos hablando es de ver cómo todos estos hispanos podríamos estar unidos, aunque fuera en una especie de confederación de Estados, para que dejen de abusar de nosotros, tanto unos como otros. China se está despegando como su aliado frente a Estados Unidos. ¿Y dónde quedamos nosotros y esa hispanidad?
-¿Debería encabezar España esa confederación?
-El problema está en que, si lo lideramos nosotros, lo podrían ver casi como una neocolonización. México, con permiso de Estados Unidos, puede ser en breve la cuarta o quinta economía del mundo. Para mí, la capital de esta nueva hispanidad debería estar en México, clarísimamente. España es una pieza importante, no tenemos que olvidarlo ni tampoco hacernos de menos, pero debería ser un elemento fundamental de acompañamiento en este proceso de creación de esta nueva hispanidad.
-¿Qué opina sobre el incremento del gasto en Defensa, tanto en la Unión Europea como en España?
-Lo que tenemos que valorar es si ese incremento se produce porque verdaderamente es una necesidad de España o si es una imposición. Porque muchas veces da la sensación de que todo lo que hacen nuestros gobernantes nacionales es porque les obliga Europa o porque se lo impide Europa. Entonces, podríamos llegar a cuestionarnos hasta para qué queremos a esos gobernantes si al final todas las directrices van a venir desde Europa. Pero si es para satisfacer nuestras necesidades, bienvenido sea.
-¿En qué porcentaje debería aumentar?
-Estamos en un contexto muy particular y la seguridad social y el sistema sanitario no están en su mejor momento. Entonces, a lo mejor tenemos que moderar el incremento para no saltar desde el poco más del 1 % que estamos gastando al 5 % que ya nos está exigiendo la OTAN, que es un tanto desmedido. Y que ese aumento sirva de verdad para adquirir capacidades; primero, las humanas, que son incluso más importantes que las materiales, para defender nuestros auténticos intereses, empezando por las plazas españolas, las ciudades de Ceuta y Melilla, las Islas Canarias y todo el resto del territorio nacional.
-Aragón se ha postulado como el nuevo hub de la Defensa para el territorio nacional...
-Aragón, ahora mismo, lo está haciendo muy bien y es un ejemplo en toda España. Creo que, quitando ciudades muy concretas como puede ser Málaga, nadie lo está haciendo tan bien. Es verdad que, si vamos a gastar, no vamos a hacerlo en el armamento estadounidense ni de otros países, vamos a gastarlo aquí. De esta forma, podemos alimentar no solamente a nuestras empresas sino a todo el tejido industrial y abundar en la tecnología, que tanta falta nos hace. En este aspecto tecnológico, una vez más, también Aragón lo está haciendo muy bien. Pero a lo mejor no debemos limitarnos a atraer inversiones de grandes multinacionales estadounidenses, como Google y Amazon, sino crear centros de datos españoles. Eso debería tenerlo muy claro el Gobierno central para apoyar este tipo de iniciativas.
-¿Qué opina del conflicto entre Rusia y Ucrania?
-Donald Trump dice abiertamente que lo va a solucionar cuando quiera. Daba la sensación de que la administración Biden tenía una voluntad de perpetuar la guerra y que el señor Trump quiere acabarla finalmente para trasladar a su ciudadanía una sensación de victoria. Muchas veces las victorias se ganan más en la mente de los ciudadanos que en el campo de batalla. Lamentablemente para Ucrania, el final de la guerra lo van a decidir Estados Unidos y Rusia; es la realidad y lo que estamos viviendo. El señor Zelensky juega bastante poco cuando se mete entre estas grandes potencias.
-¿Y del que se libra entre Israel y Gaza?
-El tema de Gaza todavía es más complicado porque se mete por el medio el factor religioso y entonces hablamos de fanatismo y de fe, y normalmente es muy difícil que la razón combine con estos otros elementos. El enraizamiento de la venganza va a hacer que se perpetúe durante generaciones. Con todas las capacidades que tiene el ejército de Israel y todo el apoyo que recibe permanentemente de Estados Unidos, no ha podido acabar con Hamás, que parece ser que sigue nutriéndose de jóvenes combatientes. ¡Ojalá acabe esta guerra porque lo que estamos viviendo es una salvajada!
-También se ha denominado genocidio...
-Yo jamás lo voy a definir como genocidio porque creo que eso le corresponde a la Corte Penal Internacional. Definir a un Estado como genocida, son palabras muy gruesas. Pero, en cualquier caso, es cierto que ahí se están produciendo una serie de excesos, sobre todo con todas las personas que han muerto. La inmensa mayoría son civiles, inocentes y desarmadas; y en muchos casos, mujeres y niños. ¡Ojalá entre todos se haga un gran esfuerzo para acabar con la barbarie! Por supuesto, tampoco tenemos que olvidarnos de los israelíes que todavía siguen secuestrados por Hamás, por esta banda terrorista. Es muy difícil encontrar el equilibrio, porque además ahí se mezclan muchos países y muchos intereses y las religiones de por medio. Es un escenario realmente complicado. La solución de mandar un millón de palestinos a Libia no es viable porque es un país desestructurado completamente; y menos a Somalilandia, que ni siquiera es reconocido por nadie como Estado.