

Pedro Fernández, director del colegio Las Viñas: "Nuestra Semana Santa tiene su propia personalidad y debemos darle visibilidad"
Pregón de la Semana Santa de la ciudad de TeruelLa Catedral de Teruel acogió el acto de inicio de la Semana Santa con el pregón que en esta ocasión realizó el director del colegio diocesano Las Viñas, Pedro Manuel Fernández Álvarez, quien reivindicó la belleza de esta celebración en la capital y animó a los turolenses a darle visibilidad. Su discurso se centró en los dos ejes que unen a este centro educativo -que acaba de cumplir 50 años y que por ello ha sido elegido para el pregón- con la Semana Santa, por un lado, la imagen de Jesús Resucitado que está en Las Viñas todo el año y procesiona el Domingo de Resurrección. Por otro, la faceta de formación cristiana y también las dotes didácticas del propio Jesús.
Tras el sonido de las cornetas, bombos y tambores, Fernández, licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, comenzó el pregón recordando que las tradiciones “es el pueblo quien las conduce, las transmite y las realiza” y destacando la Semana Santa como “una de las más hermosas”. Y concluyó hablando de la importancia de las distinciones como las declaraciones de Interés Turístico y animando a los turolenses a reivindicar la importancia de su fiesta. “Tenemos que creérnoslo”, afirmó. “Tenemos que elevar nuestra autoestima semanasantera porque tiene su propia personalidad y una espléndida belleza, y debemos darle toda la visibilidad que seamos capaces”, concluyó.
El director de Las Viñas hizo un amplio repaso por todas las imágenes de la Semana Santa de la capital. Empezó por Jesús Resucitado, por su vinculación con el colegio, y que le dio pie para hablar de la que recordó es “la clave” de la creencia de los cristianos, la resurrección. “Este es nuestro principal valor, el que nos da la esperanza”, aseguró.
Seguidamente habló de cada una de las imágenes haciendo un paralelismo con el Evangelio. Primero, recordando pasajes en la Biblia donde aparecen esos momentos de la Pasión y después describiendo los detalles más destacados de cada paso turolense y de las cofradías y hermandades vinculadas con ellos.
Asimismo, habló sobre la importancia de las bandas de cornetas, tambores y bombos que pudieron escucharse en la Catedral. “Se me antoja que cada una interpreta lo que cada paso, en su silencio, quiere expresar a través de sonido”, describió y recordó que la rompida forma parte de la “idiosincrasia más profunda” de los turolenses.
La educación tuvo también un espacio destacado en el pregón ya que como el propio Pedro Manuel Fernández subrayó momentos antes de iniciar el acto, era al colegio a quien se había encomendado esta tarea y él hablaba en su representación.
Citando al sociólogo Bauman, afirmó que la sociedad actual no tiene valores sólidos. Por ello defendió que “es hora de rescatar en la enseñanza, como base de la formación personal, sobre todo, los valores”. Recordó que Las Viñas es un colegio al servicio de todos y que promueve los valores cristianos.
Destacó las “dotes didácticas que tenía Jesús” y puso varios ejemplos de los evangelios donde se habla de cómo enseñaba. “Jesús nos da unas cuentas lecciones pedagógicas a los docentes”, aseguró Fernández.
El director de Las Viñas también se refirió al contenido de esas enseñanzas con sus parábolas y los valores que transmitía a través de ellas.
“El mensaje cristiano es tan potente y revolucionario que siempre está presente”, afirmó Pedro Manuel Fernández y destacó los valores como el perdón, la compasión, la humildad y la trascendencia.
También recordó que esta visión cristiana también deja su impronta en el Derecho al que señaló que aportó dos ideas básicas, novedosas respecto a las concepciones clásicas: “el valor que la persona tiene en sí misma” y, por otro lado, “el poder limitado del poder político”.
Fernández también aseguró que para disfrutar la Semana Santa “en todo su esplendor hay que conocer todo su sentido” y argumentó que esto se empieza a enseñar en los centros educativos.
Asimismo, defendió que a pesar de la sociedad actual individualista, “sigue habiendo sed de Dios” y “hay necesidad de espiritualidad”.