

Preocupación vecinal por la posible pérdida del servicio de autobús urbano en Las Viñas
Según el proyecto presentado en el mes de julio, desaparecerán cuatro paradas de la línea AVecinos de la zona de Las Viñas han mostrado su preocupación porque el proyecto del transporte público urbano en Teruel plantea la línea 1, la equivalente a la actual línea A, sin cuatro paradas existentes en la actualidad en las calles Ciudad Escolar, Leocadio Brun y Capuchinos. Usuarios de esta línea han iniciado una recogida de firmas para trasladarlas al Ayuntamiento de la capital. La eliminación de estas paradas afectaría no solo a los residentes de las viviendas unifamiliares de esta área sino también al alumnado de los colegios Las Anejas y Arboleda y a los usuarios del pabellón deportivo Las Viñas-Pepe Lanzuela y del campo federativo.
Las paradas que no aparecen en el proyecto son la situada en la calle Ciudad Escolar, en la entrada al colegio Las Anejas; la de la calle Leocadio Brun, 13; la de la puerta de la piscina de San León y la de la puerta del pabellón Las Viñas.
Isabel Redón es una de las usuarias de esta línea de autobús y ha iniciado una recogida de firmas contra la supresión de las paradas. Prácticamente todos los días coge el autobús y está contenta con el servicio que presta actualmente. Por eso, no entiende por qué se ha decidido suprimirlas.
“Me parece muy bien que se amplíen líneas de autobús porque todos tenemos derecho al transporte urbano, por eso no se entiende que desde el Ayuntamiento quieran marginar a esta zona de Las Viñas”, afirma.
Considera que suprimiendo estas paradas no se va a fomentar el transporte público y añade que en la zona viven mucha gente mayor, que por distintos motivos no disponen de vehículo. “¿Cómo vamos a ir al hospital?”, se pregunta.
Maite Crespo también muestra el rechazo de los vecinos de Las Viñas-San Cristóbal a la supresión de estas paradas de la Línea 1, ya que supondrá la eliminación del servicio en esta zona.
“Resulta incomprensible que, en lugar de mejorar y ampliar las conexiones del transporte público en una ciudad que busca crecer y facilitar la movilidad sostenible, se decida dejar incomunicado a un barrio entero, con los perjuicios que ello conlleva para sus habitantes”, afirma e incide en que actualmente viven muchas personas mayores que necesitan del autobús urbano como único medio para desplazarse a otras zonas de la ciudad para realizar sus gestiones diarias, citas médicas o simplemente mantener su autonomía personal.
Recuerda que este servicio es usado a diario por familias, especialmente por niños y padres que se dirigen a los centros educativos La Arboleda y las Anejas, o a actividades deportivas en el polideportivo de Las Viñas y en verano a la piscina de San León, que es pública.
La directora del colegio La Arboleda, Helena Blasco, mostró su malestar por la posibilidad de que supriman la parada de camino Capuchinos, porque no solo la emplean algunos alumnos del centro para ir a clase sino también cuando tienen una salida programada para realizar alguna actividad fuera del centro. Recordó que hay alumnos que necesitan de sillas de ruedas o que tienen dificultades para moverse y que el autobús urbano es un vehículo adecuado para poder transportarlos. “Si no tenemos la proximidad de una parada habrá muchas salidas que no las podremos hacer”, apuntó.
En el caso del colegio Las Anejas, el hecho de tener la parada justo en la puerta del centro da tranquilidad a las familias que no pueden llevar a sus hijos a clase y los dejan en el autobús. Así lo destaca la secretaria del centro, Laura Lozano, que considera que estas familias no estarán tan tranquilas si saben que sus hijos tienen que ir solos desde la carretera de Alcañiz -donde estaría la parada más próxima- al colegio. Recuerda además los problemas de aparcamiento que hay en la zona a las horas de entrada y salida al centro y apunta que ya han recogido firmas entre el profesorado para solicitar que no se suprima la parada.
Algunos de los vecinos afectados ya se han dirigido al Ayuntamiento para solicitar una reunión. En otros casos, se hará cuando se reúnan las firmas y también se ha puesto en conocimiento de la asociación vecinal del barrio de San León.
El concejal de Transportes, Jesús Artigot, explica que está dispuesto a reunirse con quien lo solicite y que actualmente se está redactando el pliego de condiciones para poder sacar a licitación la prestación del nuevo servicio de transporte público urbano para los próximos años. Recuerda que desde hace tiempo se está trabajando en el diseño de estas líneas. En el mes de septiembre de 2024 se realizó una presentación a las asociaciones de vecinos y de comerciantes, además de a los grupos políticos municipales, para que presentarán propuestas al borrador.
Una vez estudiadas estas propuestas en el mes de julio de este año la alcaldesa, Emma Buj, presentó el proyecto de la nueva red de transporte público de la ciudad, que pasa de tres a siete líneas, que llegará al nuevo hospital y que está previsto que entre en funcionamiento en el año 2026.
Preguntada por las quejas de vecinos de la zona de Las Viñas, la alcaldesa explica que a la hora de diseñar las líneas se busca “el interés general” y que se ha tratado de “equilibrar el servicio” para atender a toda la ciudad.
Hemeroteca
No es la primera vez que los vecinos de la zona de Las Viñas y San Cristóbal tienen que recoger firmas para recuperar su parada. Ya lo tuvieron que hacer hace diez años cuando comenzó el actual contrato. Entonces vieron cómo se ponían en servicio unos autobuses de nueva generación pero no pasaban por las paradas de la piscina de San León o del pabellón Las Viñas.
Unos días después de su puesta en funcionamiento, en julio de 2015, se vio que era necesario ampliar la línea A porque los autobuses no podían dar el giro previsto en el plan de ruta y había que ampliar el trayecto hasta la calle Leocadio Brun y Capuchinos.
Se recuperaba así parte del trayecto que ya hacía el conocido como el pesetero en los años 70, 80 y 90.
“Es una zona que ha tenido servicio de autobús durante 50 años de forma ininterrumpida”, recuerda Isabel Redón, vecina del camino Capuchinos. Entonces, “el número de residentes era muy inferior a los que hay en la actualidad”, dice animando a comprobarlo en el padrón municipal. Un padrón que crecerá con el convenio urbanístico previsto en el colegio Las Viñas.