

Protegerse con ciberseguridad, un deber y una obligación para todos
Controlar el ordenador y el móvil es esencial en el objetivoEl Campus acogió ayer una mesa redonda como complemento del curso Ciberseguridad en entornos industriales: estrategias y prácticas sobre ciberseguridad realizado en julio pasado. El debate se centró en las consecuencias que tiene para las empresas el no dotar de protección sus equipos y materiales de producción, entre los que también se encuentran las personas y sus objetos personales (ordenadores, móviles, redes sociales, fotografías, etc).
En la mesa participaron Carlos Mor (Grupo Solitium), Miriam Álvarez (SATI-pyme Cámara de Comercio de Teruel) y Daniel Sánchez (Orbe Seguridad), especialista en instalación de nuevas tecnologías y soluciones para las empresas.
Esta idea se encuadra dentro de las actividades de la EUPT y se considera “un proyecto estratégico”, señaló Jesús Gallardo, director de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel, en la presentación del debate. En el curso, al que asistieron 23 alumnos, pudieron presenciar distintos métodos y aplicaciones para contrarrestar los ataques informáticos.
Consecuencias
La no protección por parte de las empresas trae consecuencias para todos y no solamente para los propios interesados, ya que, si la ofensiva se produce sobre una gran empresa y tiene éxito, puede romper la cadena de suministro y afectar también a clientes y proveedores.
Los costes a repercutir son muy variados y van desde lo económico (pérdida de datos, reparaciones, sustitución de equipos) a la pérdida de imagen y reputación, pasando por la inoperatividad de la empresa, sobre todo en pymes. El perjuicio puede ser mayor ya que el cliente puede perder la confianza.
“El 60% de la pymes europeas tendrían que echar el cierre”, comentó Miriam Álvarez. A esto, Carlos Mor añadió que “las empresas que pierden sus datos en el 90% de los casos se ven abocadas a cerrar”, ya que es muy difícil volver a recuperar el material y el coste de pagar el rescate de los datos es inasumible. Además, el 60% de las empresas que reciben una violación de su seguridad desaparecen en un plazo de 6 meses, según un informa del Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad).
Los ataques vienen de cualquier sitio: phishing, ciberdelincuentes, guerra hibrida u otros.
Soluciones
No es fácil dar con la respuesta para contrarrestar estos asaltos, pero “proteger los equipos, monitorizar todo, controlar el email, doblar las contraseña y poner un gestor de contraseñas son medidas bastante eficaces”, concluyó Daniel Sánchez.