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Roberto Sánchez, secretario de Estado de Telecomunicaciones: “Tenemos una sensibilidad especial con Teruel porque visibiliza el problema real de la conectividad” Roberto Sánchez, secretario de Estado de Telecomunicaciones: “Tenemos una sensibilidad especial con Teruel porque visibiliza el problema real de la conectividad”
El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, en Teruel

Roberto Sánchez, secretario de Estado de Telecomunicaciones: “Tenemos una sensibilidad especial con Teruel porque visibiliza el problema real de la conectividad”

“La tecnología equilibra mucho las oportunidades, y este es un Gobierno extraordinariamente preocupado por no dejar a nadie atrás”
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El secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Roberto Sánchez, visitó la semana pasada Teruel para presentar el Plan para la conectividad y las infraestructuras digitales del Gobierno central, así como la Estrategia de impulso de la tecnología 5G, que permitirá en el horizonte de 2025 que el cien por cien del territorio turolense esté conectado a la banda ancha de muy alta velocidad. Fue la primera salida oficial hecha por el secretario de Estado en toda la pandemia, un gesto con el que quiso expresar el compromiso existente con esta provincia al considerarla un paradigma del problema que existe con la conectividad y la necesidad de afrontarlo para que nadie se quede atrás. 

-¿En qué va a consistir el Plan para la conectividad y las infraestructuras digitales?

-Es un plan para dotar de conectividad. Tiene tres grandes bloques de medidas. El primero está dedicado a la ciudadanía en general y el objetivo principal es que el cien por cien de la población, en cualquier parte del territorio en que se encuentre, tenga conexiones digitales con accesos a más de 100Mbps. Además hay un segundo bloque dedicado a las empresas, para que estas en cualquier ámbito, desde un autónomo hasta una gran compañía, tenga las conexiones digitales que necesita para desarrollar su actividad.

-¿A qué velocidad?, porque es otra de las carencias de esta provincia.

-Aquí ya no hablamos de velocidades concretas porque las de un autónomo probablemente sean muy similares a las de un ciudadano en su vida normal, esos 100Mbps, y sin embargo un gran proyecto logístico puede necesitar capacidades de varios gigabytes. Además, queremos hacer de España un punto de concentración  de grandes infraestructuras de datos. Hoy día los datos crecen exponencialmente, cada vez se utilizan más datos y hay que manejarlos. Tenemos una gran oportunidad para que España sea un país que concentre y albergue esos grandes centros de procesos de datos y que sea como un punto de concentración de las grandes infraestructuras transfronterizas que los mueven.

-Estos nodos, en caso de que la tecnología llegue en igualdad de condiciones a todos los territorios, ¿podrían ser una oportunidad para sitios como la provincia de Teruel como una nueva actividad económica?

-Claro que sí, pero para eso es para lo que hace falta conexiones digitales especiales. Eso hay que tratarlo como un proyecto especial que tiene unos requerimientos especiales porque son únicos.  

-Este plan en realidad es una continuación del PEBA, aunque con el reto de avanzar hacia la sociedad digital, ¿no?

-Sí, sí, totalmente, de lo que se trata es que España esté en un proceso de transformación digital muy importante, que se definió en la Agenda España Digital 2025, aprobada en julio del año pasado, y contempla prácticamente diez medidas para hacer esa transformación y aprovechar las oportunidades. Dentro de esas medidas una de ellas, que es básica, es que las redes lleguen a todas partes.

-Lamentablemente el anterior Plan de Extensión de la Banda Ancha primó la población frente al territorio, que es donde urge llegar ahora con rapidez.

-Yo no lo diría así. Lo que hay que primar es la población en cualquier parte del territorio, pero siempre a la población porque hablamos de personas. El PEBA como lo conocemos ha tenido muchas fases, empezó en el 2013 y a partir de 2018 y 2019 sobre todo lo que hicimos fue cambiarlo. Mantuvimos lo que era la marca PEBA pero se cambió, y desde entonces es cuando se han producido los grandes avances, incluso en la convocatoria del 2020 en que hubo doce provincias que no recibieron ningún proyecto que fuese subvencionable...

-Entre ellas Teruel.

-Entre ellas, Teruel... pero todas las de Aragón en realidad. Y lo que hicimos fue reaccionar rápidamente para hacer un cambio en las reglas que permitiese que hubiese proyectos para estas provincias. En concreto para Teruel yo creo que con la última convocatoria del PEBA el avance que se ha dado es espectacular. Estamos hablando de que se van a hacer proyectos por cerca de 8 millones de euros, de ellos tres millones y medio de subvención, y yo creo que lo más importante no es cuánto se gasta, que sí que lo es, sino qué impacto tiene esto en la población.

-¿Cuál va a ser ese impacto en la provincia?

-Teruel tiene 54.000 hogares. Hasta junio de 2020 teníamos unos 30.000 hogares cubiertos con banda ancha de 100Mbps, es decir, fibra hasta el hogar. Con esta convocatoria vamos a añadir otros diez mil más, es decir, que vamos a llegar casi a los 40.000 hogares, que es una cifra ya muy importante del total. Es un avance muy significativo. En esta convocatoria vamos a avanzar en porcentaje de cobertura de población casi un 20%, vamos a pasar del 58% al 76%.

-Cobertura de alta velocidad.

-Cien megas solo con esta convocatoria. Con el nuevo plan, que es el de conectividad digital, el objetivo que nos planteamos es llegar al cien por cien.

-¿En qué fases?

-Hay varias fases en términos económicos, porque luego aquí también hay que tener en cuenta el tiempo de ejecución, que es algo que tenemos muy interiorizado respecto a la ejecución de infraestructuras tipo carreteras o ferrocarril, que desde que se aprueban a que se concluye la obra pueden pasar varios años. A mí me da la impresión de que en el ámbito de las telecomunicaciones no lo tenemos tan interiorizado. Los proyectos que estamos materializando, o los que se aprobarán en los tres primeros años con este nuevo plan, evidentemente tardarán uno o dos años en ejecutarse. Es decir, que para hacerse visible para los ciudadanos todavía va a tardar.

-¿Pero en qué tiempo veremos esto hecho realidad?

-En plazos, cubiertos al cien por cien, hasta el 2025.

-A 100Mbps.

-Eso es, ese es el objetivo, ese es el plan y la programación.

-¿No habrá problemas en las convocatorias futuras, verdad, como pasó con la de 2020?

-No lo sabemos, eso no lo podemos saber. Claro, los problemas no se producen deliberadamente. Si suceden problemas haremos como hemos hecho ahora, reaccionaremos. Probablemente lo más valioso que podemos tener como sociedad no es tanto que no se produzcan circunstancias que ocasionen un problema, sino cuál es nuestra capacidad de reacción a las mismas, porque eso lo que sí que demuestra es cómo de preparado estás y cómo de sensible eres. Y nosotros somos muy sensibles desde el primer momento, y es algo que ha estado en todos nuestros planes y en todos nuestros discursos. Ese es nuestro objetivo, lo tenemos muy interiorizado y somos muy sensibles a eso, sabemos que eso es lo que tenemos que hacer y cuando se produce un problema reaccionamos para resolverlo. Eso es muy valioso.

-De alguna manera con ese error se aprendió sobre la realidad de territorios como Teruel.

-Pero no es un problema de la realidad de los territorios. Yo creo  que es un problema de que la dificultad de avanzar en los porcentajes en el territorio es cada vez mayor por dos razones. Cuando se empezaron los programas de extensión de banda ancha llegar a un hogar costaba entre 60 y 100 euros, en los años 2014 o 2015, que era el precio de la infraestructura que había que construir. Hoy cuesta 400 euros por hogar y seguramente el siguiente escalón, que es avanzar en las poblaciones más diseminadas, llegará a costar mil euros. Por lo tanto hay un problema primero económico, que cada vez cuesta más, y luego de ingeniería, que es un problema cada vez mayor porque tienes que hacer más eficiente llevar redes para atender núcleos pequeños y, si se me permite, clientes más reducidos. Dicho de otro modo, el coste de desplegar esa carretera es para atender cada vez un menor número de coches. Y luego también porque los sitios que van quedando son probablemente los más aislados, aquellos en los que la orografía es más complicada, y en los que hay que buscar soluciones tecnológicas que permitan llegar a un sitio que cada vez es más difícil. No obstante, siempre aprendemos no solo para mejorar sino que objetivamente la situación es cada vez más difícil, pero por eso hace falta un nuevo plan de conectividad con muchos más recursos económicos para hacer frente a esa situación, y es lo que hemos aprobado ahora.

-Ahora se está introduciendo la tecnología 5G, que también va a impulsar el Estado. ¿Qué puede suponer para las zonas rurales, donde la conectividad podría suplir carencias que tienen actualmente estos territorios en cuestiones como educación, comercio, administración electrónica, sanidad y también ocio?

-Yo creo que esas carencias se van a cubrir en una buena medida con el Plan de conectividad. El plan de 5G lo que añade es algo más, es una tecnología nueva rupturista y no solo va a impactar en este ámbito de comunicaciones personal sino que su principal impacto será en cómo se producen los bienes y servicios, en cómo se relaciona el territorio con las personas, con las industrias o la prestación de servicios. Hay muchos tipos de aplicaciones que requieren esa inmediatez, por ejemplo, la cantidad de dispositivos que se pueden manejar con una sola estación, que se multiplica por cien. Eso significa en el ámbito de la agricultura que yo puedo diseminar sensores de muy bajo coste por todo el territorio y tener controlados la temperatura y los parámetros que se consideren adecuados para ese cultivo. Eso hoy no se puede hacer porque las tecnologías que existen, la 4G, no permite eso. El 5G es muy rupturista y por lo tanto va a cambiar mucho la forma en que se produce en una fábrica, o aspectos como la conducción autónoma.

-Es una revolución, pero permítame que nos centremos en la realidad de aquí, de sitios como  Teruel. ¿Qué va a suponer para los territorios rurales?

-En el medio rural va a tener un impacto muy alto en la gestión medioambiental porque va a facilitar mucho la gestión de los bosques. Pero en general, va a permitir tener las mismas capacidades que tendrías o que tienes en el entorno urbano con red fija o con red móvil, que las vas a tener a disposición en el medio rural.

-¿Qué supondrá?

-Eso significa que a lo mejor no tienes ni que cablear. Por ejemplo, en un hotel rural vas a tener las capacidades que tienes sin necesidad de haber tenido que cablear la vivienda. Y además va a suponer que eso tú lo llevas permanentemente, que toda tu capacidad de gestión la tienes permanente en movilidad. Es un cambio tremendo en la gestión de la agricultura, en la ubicuidad, en la atención sanitaria, porque el consultorio médico rural va a tener a disposición suya elementos y capacidades que ahora no tiene. Y en educación mucho más, o para el desarrollo de negocios. Es un cambio muy radical. Ahora, qué es lo que sucede, que estamos en los arranques de esa tecnologías y yo creo que aquí la gran oportunidad es identificar pronto los casos de uso, y para eso hemos hecho muchos pilotos financiados por fondos Feder, y acelerar el despliegue de esa tecnología. 

-¿Llegará en esta ocasión a la vez a todos los territorios, o volverá a crearse una brecha?

-Nosotros en el Plan 5G una de las cosas más importantes que estamos haciendo no es solamente acelerar el despliegue de esa tecnología, sino cambiar el modo de despliegue. El modo tradicional de despliegue de una red móvil es que los operadores empiezan por las grandes ciudades y a partir de allí lo van extendiendo por el territorio. Eso significa que a una provincia como Teruel probablemente, no en el caso de la capital, pero sí habría muchos sitios en los que puede tardar en llegar la red siete, ocho o nueve años. Como nosotros lo que decimos es que esto es una gran oportunidad económica y asistencial, social, lo que queremos es poner dinero de este plan de impulso para que los despliegues de las redes se hagan de una manera distinta.

-¿Cómo?

-El operador hará sus despliegues con inversiones de su forma, pero con el dinero público lo que queremos es priorizar esas inversiones que tienen sentido de transformación económica o asistencial, y por lo tanto van a llegar a sitios del territorio en tres o cuatro años y no teniendo que esperar ocho años.

-¿No se producirá entonces esa brecha digital como ha venido sucediendo hasta ahora con las tecnologías precedentes? 

-Se va a romper la brecha digital, pero yo creo que tenemos que hacer un ejercicio de realismo porque no va a ser dentro de diez años pero tampoco mañana, porque eso lleva un proceso. Sí que se va a romper, van a llegar los servicios de la misma forma al ámbito rural que al urbano.

-La conectividad es una cosa, pero luego está la digitalización, dotar de competencias a la población para que se suba a esta revolución tecnológica, ¿contemplan también medidas en estos planes para hacer frente a esto, máxime cuando en las zonas rurales despobladas la población suele estar muy envejecida?

-Totalmente. A ver, yo creo que aquí tenemos que enfrentarnos a dos cosas. La agenda nueva que se aprobó, la de España Digital 2025, contiene diez ejes de actuación, dos de ellos son conectividad y 5G, pero luego hay otro conjunto de ejes dedicados específicamente a digitalización del tejido productivo esencialmente, y otro al ámbito educativo, de las capacidades digitales. Y en el ámbito de la capacitación digital incluimos toda la gama empezando por lo que llamamos alfabetización digital. Cualquier persona que no tenga esas habilidades básicas para desenvolverse en el medio es un analfabeto digital y se queda excluido de la sociedad.

El problema al que vamos a enfrentarnos ahora de manera cada vez más acelerada es que hoy todavía hay muchos servicios que se prestan a la vez en el ámbito digital y el físico, pero eso paulatinamente va a desaparecer y se harán solo en el ámbito digital. Es muy importante que no quede nadie excluido de ese nuevo mundo. Eso requiere de un ejercicio de alfabetización digital y hay un plan específico para ello que llega desde el ámbito tan básico de la capacitación, hasta el conseguir que haya expertos digitales que permitan desarrollar esta sociedad, productos, servicios, etc.

-También de cara a las empresas.

-Por supuesto, claro, porque va desde el ámbito individual al empresarial e incluso a generar capacidades, a la Universidad, que permitan hacer posible esa transformación digital. Hay todo un plan dedicado a la capacitación digital.

-En cualquier caso habrá gente mayor que se quedará fuera.

-Sabemos que va a permanecer un núcleo de población que no va a ser posible por muchos cursos que demos, por mucha formación, como son las personas mayores, y no solo por la edad sino porque por circunstancias diversas van a estar bloqueadas para entrar a ese mundo. Y para ellos hemos buscado también una solución. Ahí en el ámbito de la conectividad nosotros también proponemos la creación de centros locales que permitan asistir a estas personas en el desarrollo de sus actividades con gestores digitales voluntarios que les ayuden. No podemos dejar a esa gente aislada, tenemos que ayudarles y acompañarles.

-Las organizaciones empresariales de Teruel, Cuenca y Soria presentaron un proyecto conjunto, ‘5 for rural’, dirigido a esa capacitación digital en todos los ámbitos y exportable al conjunto del país, no solo a estas tres provincias, que usted conoce, ¿qué opinión le merece?

-No lo conozco con mucho detalle porque no se corresponde con el ámbito de esta Secretaría de Estado, pero sí lo conozco en genérico y me parece bien. Ahora estamos en un proceso de recabar ideas a través de manifestaciones de interés.

-Hicieron una convocatoria en enero, ¿qué tal ha sido la respuesta?

-Ha sido muy elevada. Hemos tenido unas 400, casi 500 respuestas, de ellas relacionadas con el asunto que realmente estábamos preguntando hay unas 150 propuestas que estamos terminando de analizar. Algunas de ellas se podrán juntar y se podrán realizar y a partir de ahí empezaremos a hacer las convocatorias, los acuerdos o los convenios que sean necesarios para poder desarrollarlos.

-¿Alguna de Teruel en concreto, o de Aragón?

-No tengo el detalle.

-Ha elegido Teruel para presentar el plan estatal...

-He elegido Teruel como mi primer viaje desde que estamos en pandemia, como suena.

-¿Tanta importancia tiene Teruel en estos momentos para su Secretaría de Estado?

-Eso indica la sensibilidad especial que tenemos hacia esta provincia y esta Comunidad Autónoma, también porque en ella se visibiliza de una manera clara el problema real que existe en territorios que no tienen la conectividad adecuada. Justo por eso hemos elegido Teruel para presentar estos planes y decir que tenemos el compromiso con la provincia y que lo vamos a ejecutar.

-¿Cómo será de distinto el Teruel digital de los próximos años?

-El Teruel digital yo espero que no sea muy distinto, sí que sea mucho mejor para las personas y para las empresas, pero no muy distinto de la belleza del territorio y de la capacidad que tiene.

-¿Me refiero en cuanto a nuevas posibilidades?

-Lo que se equilibra mucho son las oportunidades. En definitiva, yo creo que este es un Gobierno extraordinariamente sensible con no dejar a nadie atrás, entonces no nos podemos permitir el lujo de tener territorios desatendidos en la nueva sociedad a la que vamos, y nosotros somos de verdad extraordinariamente sensibles y estamos muy comprometidos con ese objetivo.