Siete de cada diez víctimas que pidieron protección no convivían ya con su agresor

Siete de cada diez víctimas de violencia machista que solicitaron medidas de protección durante el tercer trimestre de este año en la provincia de Teruel ya no mantenían una relación afectiva con su agresor, lo que es representativo del acoso que sufren estas mujeres por parte de sus exparejas tras romper vínculos. El dato viene reflejado en el último informe trimestral sobre violencia machista elaborado por el Consejo General del Poder Judicial, en el que se recoge que entre los meses de julio y septiembre se presentaron 76 denuncias por violencia de género en la provincia.

En los meses de verano de este año la violencia machista se mantuvo en idénticos niveles que en el mismo periodo del año anterior, al disminuir solo en dos denuncias. Aunque se mantiene la tendencia a la baja en el número de víctimas en la comparativa interanual, la cifra de estas durante el verano ha experimentado un repunte con respecto a los seis primeros meses del año.

En el tercer trimestre de 2024 hubo 78 denuncias y un número similar de víctimas, mientras que en el mismo periodo de este ejercicio la cifra ha descendido a 76, solo dos menos, lo que supone una disminución del 2,6%.

Entre enero y marzo de este año las denuncias por violencia machista fueron 51, un 10,51% menos, y entre abril y junio 63, un 27,5% menos. Como contrapartida, en los meses de verano aumentaron en cifras absolutas con respecto a los dos primeros trimestres del ejercicio, lo que indica también que es en este periodo cuando más delitos de este tipo se han producido.

En el acumulado de todo el ejercicio, en los nueve primeros meses del año se han presentado 190 denuncias por violencia machista, frente a las 222 que hubo en 2024 durante el mismo periodo, un 14,4% menos.

De las 76 denuncias registradas entre julio y septiembre pasado, 39 corresponden a mujeres españolas y 37 a extranjeras.

De todas las víctimas registradas en ese periodo, en el caso de 22 fueron solicitadas órdenes y medidas especiales de protección en previsión de posibles agresiones, y se da la circunstancia de que en la mayoría de los casos se trataba de mujeres que ya no mantenían una relación afectiva con sus exparejas, un dato que muestra el acoso que sufren estas víctimas tras una ruptura. Además, en la mayoría de los casos no eran cónyuges sino que mantenían una relación afectiva.

Dentro del grupo de víctimas para las que se solicitaron medidas de protección, la mayoría de ellas eran mujeres extranjeras, en total 12 frente a 10 españolas.

Relación

En cuanto a su relación con la pareja agresora, en un caso se trataba del cónyuge y en 6 mantenían una relación afectiva, mientras que en los 15 casos restantes se había roto ya ese vínculo. Eso indica que en el 68% de los casos las víctimas ya no tenían una relación afectiva con el agresor, prácticamente siete de cada diez.

En 9 de estos 22 casos que requirieron la solicitud de medidas de protección, el denunciado era un hombre español y en 13 extranjero. A instancias de la víctima se incoaron 19 peticiones, de las cuales 2 se denegaron y una fue inadmitida, mientras a instancia del ministerio fiscal se incoaron 3, siendo admitidas todas ellas. En total se adoptaron medidas de protección para 19 víctimas.

En el tercer trimestre del ejercicio no se adoptó por parte de los juzgados ninguna medida privativa de libertad contra los agresores, y lo que más se aplicaron fueron órdenes de alejamiento y prohibición de comunicación. Además, en cuatro casos hubo atribución de vivienda, en nueve suspensión del régimen de visitas, y en otros tantos de la patria potestad, entre otras.

De acuerdo con la estadística judicial del tercer trimestre del año, las cifras vuelven a indicar que no hubo ninguna denuncia presentada directamente en el juzgado por la víctima o por familiares, y que la mayoría se tramitó a través de atestados policiales bien de la Policía Nacional o la Guardia Civil.

De los 76 casos registrados entre julio y septiembre, en 59 llegaron a los juzgados a través de atestados policiales con denuncia de la víctima, y en 11 casos debido a intervenciones directas policiales. En otras seis denuncias fue a través de partes de lesiones recibidos directamente en el juzgado.

De todas las denuncias, se dieron 11 casos en los que la víctima se acogió a la dispensa a la obligación de declarar como testigo, en 5 de ellos por parte de mujeres españolas y en 6 por extranjeras.

En ese mismo periodo hubo 19 conformidades en procesos por delitos de violencia machista y se enjuició a 22 personas, todos hombres, la mitad españoles y el resto extranjeros. Se condenó a 10 españoles y a 11 extranjeros. El único hombre que resultó absuelto en juicio era de nacionalidad española.

Eso indica que en el 95,5% de los casos el denunciado fue condenado, en el 100% entre los extranjeros enjuiciados, y en el 90,9% de los casos entre los españoles juzgados.

En el conjunto del país, durante el tercer trimestre del año se registraron un total de 53.268 denuncias por violencia machista, un 0,23% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que el número de víctimas ascendió a 49.156. Eso indica que los juzgados de violencia sobre la mujer registraron durante el verano una media de 579 denuncias al día