Síntomas de Navidad, con la pista de hielo para tomar el pulso a los días de fiesta

Teruel ya tiene síntomas de Navidad tras el encendido de luces y la instalación de la pista de hielo en la Glorieta. Desde este lunes, día festivo, y hasta el sábado 20 de diciembre se podrá patinar sobre hielo en Teruel en una superficie de 200 metros cuadrados (20mx10m), en la que hasta un máximo de 25 personas pueden disfrutar de esta actividad, que desde 2008 no estaba en Teruel. Esta actividad es gratuita

A la hora del inicio, la fila de espera para ponerse los patines ya era amplia y, jóvenes, adolescentes, padres y madres con su hijos y hasta abuelos hicieron espera para que los pequeños gozaran de esta diversión.

De los primeros en salir fueron Emma Simón y su amiga Laila Robate de 10 años, que no salían demasiado satisfechas. “Me he caído unas cuantas veces”, dijo la primera y la segunda replicó que “el hielo no es perfecto, no patina bien”, que, aunque acompañadas por sus padres, no mostraron demasiado entusiasmo en repetir. Más animada estaba Ana Pérez (madre) que aguardaba a que los pequeños se quitaran los patines, sus dos hijos y otros cuatro niños más se lo habían pasado “muy bien”. Hemos sido los primeros y hemos hecho poco rato de cola. Seguro que volveremos a repetir’, señaló.

Los hermanos Gómez (Raúl y Elena) acudieron en familia a disfrutar de la tarde con sus hijos (y primos): Vega (9 años), Samuel (8) y Aroa y Carmen (5 años). La intención era “pasarlo bien con los primos” y tener una “tarde divertida”. Estaban los primeros en la fila y era su turno. Los patines les estaban esperando.

En el momento de la apertura, la concejal de Juventud, Lucía Gargallo, señaló que “esperamos esta tarde con mucha ilusión. Tenemos un contador para saber cuantos pasan y esperamos bastante gente”.

Y como hacer colar se hace duro, ahí estaban un grupo de cinco adolescentes, amigos y compañeros de clase, que para amenizar la espera hablaban de los trabajos de clase y del examen de hoy. Inés Bellido fue “la ideóloga”, dijo Iván Lerma. Todos ellos de 14 y 15 años. “Se apuntan a todo. Me lo dijo mi madre para que se lo dijera a mis amigos y aquí estamos”, explicó Inés. Mientras los patines les esperaban, ellos seguían a lo suyo. El profesor de Economía les había encargado un trabajo. Sus conocimientos eran sustanciosos. “Estamos hablando sobre las pensiones. Tenemos que idear fórmulas o hablar de la Mochila Austriaca”, detalló Izán Plana. Conceptos que ya indicaban su buen nivel y entendimiento sobre la economía. Su coloquio estuvo centrado en eso. Pero, poco a poco, mientras avanzaba la fila y se iban acercando a su turno, continuaban la conversación, y tampoco se olvidaron de a lo que habían ido. “Espero no caerme mucho. No he patinado nunca”, matizó Iván Lerma.

Unos pasos delante estaban las amigas Sara Gómez, Carla Ibáñez y Izarbe Escamilla, también de 14 años. “Esto es bueno para la ciudad. Ojalá lo hagan más años, creo que va a gustar”, argumentó Sara Gómez.

La cola era larga y las esperas se hacen pesadas. Es lo que les sucedía a los hermanos Julia y Mario García, 9 años. “Hay mucha fila y estoy aburrida”, indicó. Quizás su tedio era producto de que ella ya conocía lo que es patinar sobre hielo y su argumento apoyaba su aburrimiento. “Ya hemos patinado en hielo en Zaragoza alguna vez”. Sin duda, el haber saboreado antes esta actividad ya no anunciaba sorpresas para Julia, por lo que estar aburrida esperando es algo habitual en los jóvenes -y no tan jóvenes.

Otra familia que esperaba era la de Javier Magdaleno, y junto a él su hijo Oto de 10 años, que también esperaban su turno, aunque ellos, además, esperaban al resto de la familia (Odile, 5 años), la madre, otro niño y los abuelos. “ Es la primera vez que voy a patinar y mola. Voy a patinar con un pingüino”, dijo el pequeño. Esta atracción les pareció algo diferente, ya que en la mayoría de las ocasiones se repiten las actividades y siempre gusta cambiar.

La novedad de la pista de hielo es también “una prueba para ver cómo va”, matizó Lucía Gargallo. “La idea es alargar la Navidad todo el tiempo que sea posible. Queremos seguir creciendo y hacer actividades para la infancia y la juventud”, detalló la concejal de Juventud del Ayuntamiento de Teruel.

Hay ciertas normas que se deben cumplir, y la primera de ellas es seguir las indicaciones del personal de pista y las señales de finalización y salida de pista, como principales reglas. Pero no está de más evitar empujar, no utilizar el móvil o el uso obligatorio de guantes. El Ayuntamiento no se hace responsable de los extravíos o daños en los efectos personales.

Pueden patinar niños desde los de 4 años, y que los menores de 7 deberán ir acompañados por un adulto. Los turnos de patinaje serán de 15 minutos.