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Técnicos de la empresa IGT analizan el subsuelo de la calle San Francisco para detectar oquedades o corrimientos de tierra Técnicos de la empresa IGT analizan el subsuelo de la calle San Francisco para detectar oquedades o corrimientos de tierra
Trabajos de análisis del subsuelo de la calle San Francisco en la tarde del jueves

Técnicos de la empresa IGT analizan el subsuelo de la calle San Francisco para detectar oquedades o corrimientos de tierra

Los trabajos se extienden desde la Escalinata hasta la rotonda de la colmena y utilizando tres metodologías diferentes
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Evaluar la existencia de oquedades o corrimientos de tierra en los 350 metros que mide la calle San Francisco es el objetivo del estudio que desde la tarde de ayer está realizando la empresa International Geophysical Technology (IGT).

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj ha visitado los trabajos y ha insistido en que una vez se tengan los resultados se darán a conocer a los afectados  como se está haciendo en todo momento con la documentación y los informes emitidos. “No dejamos de trabajar un sólo día en este tema porque la calle San Francisco es una prioridad para el Ayuntamiento de Teruel”, ha concluido la alcaldesa.

Los trabajos se extiende desde la Escalinata hasta la rotonda de la colmena y se realizan utilizando tres metodologías diferentes capaces de alcanzar mediciones en una profundidad de 15 a 20 metros:  Georradar operando con antenas de 100 MHz, sísmica de refracción y tomografía eléctrica.

El Georadar utilizado está operando con antenas de 100 MHz. Es te método emite ondas electromagnéticas hacía el suelo y recibir como respuesta diversas señales de los objetos que se pueden encontrar en la zona. La profundidad de investigación del sistema depende de la resistividad eléctrica del terreno principalmente, disminuyendo al aumentar ésta. El georradar analiza los 7.000 metros cuadrados de superficie de la calle San Francisco.

Verticales espaciados

De forma paralela se han implantado sísmicas de refracción de 115 metros formadas por 24 geófonos verticales espaciados a intervalos de 5 metros para registrar las señales producidas en 7 puntos. Este sistema permite interpretar las propiedades del terreno y la profundidad de la roca mediante el análisis de las variaciones en las velocidades de propagación de las ondas sísmicas.

Por último con el método de tomografía eléctrica se mide la resistividad del terreno que se obtiene con un dispositivo focalizado de electrodos. Para emplazar los electrodos y los geófonos, ha sido necesario realizar pequeños taladros en dos líneas paralelas de asfalto de la calle San Francisco con el fin de asegurar un contacto óptimo entre los sensores y el terreno.

El tiempo estimado para la ejecución de este estudio es de 2 a 3 días mientras que para el procesado de los registros obtenidos y su interpretación serán necesarias al menos dos o tres semanas.

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