Toroter defiende la legalidad del espectáculo cómico taurino denunciado por una fundación

La empresa Toroter Soluciones Taurinas, que gestiona la plaza de toros de Teruel, defendió este martes la legalidad del espectáculo cómico taurino El Popeye Torero y sus Enanitos marineros, -programado para el próximo 4 de julio, en respuesta a la denuncia de la organización animalista Fundación Franz Weber, que solicitó al Ministerio de Derechos Sociales que se suspenda por considerar que es discriminatorio para las personas con acondroplasia.

En un comunicado, David Gracia, responsable de Toroter, explicó que la legislación estatal y aragonesa sobre espectáculos taurinos contempla el toreo cómico, que por lo tanto es una “actividad legal”.

En cuanto a la disposición adicional de la ley 11/2023 que modifica el texto refundido de la ley general de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, señala en su punto primero que “las personas con discapacidad participarán en los espectáculos públicos y en las actividades recreativas, comprendidos los taurinos, sin discriminaciones ni exclusiones que lesionen su derecho a ser incluidas plenamente en la comunidad”

En su punto segundo, esgrimido por la Fundación Weber, indica que “quedan prohibidos los espectáculos o actividades recreativas en que se use a personas con discapacidad o esta circunstancia para suscitar la burla, la mofa o la irrisión del público de modo contrario al respeto debido a la dignidad humana”.

El responsable de Toroter se mostró “totalmente de acuerdo” con esta regulación y aseguró que el espectáculo cómico taurino que han programado no contraviene en ningún momento esta norma. “No se lidian reses en la modalidad ‘bufo’, sino en la modalidad ‘cómico’” y “además todos los profesionales que actúan en el espectáculo, tanto los de talla alta como las personas con acondroplasia, ostentan un carné profesional cuya misión es asegurar un nivel profesional digno y garantizar los legítimos intereses de cuantos intervienen en los espectáculos taurinos”.

No obstante, y para velar por el cumplimiento de la legislación sobre derechos de las personas con discapacidad, la empresa gestora de la plaza de toros se compromete a adoptar “cuantas medidas sean necesarias, además de las intrínsecas al propio espectáculo, para garantizar que ningún profesional actuante con su carné de torero cómico pueda sentirse discriminado ni excluido” y que “nadie usará a personas con discapacidad para bufarse, mofarse o provocar irrisión”.

El comunicado de Toroter rechaza emplear “eufemismos” en la denominación del espectáculo cómico taurino. Asegura que defiende el cumplimiento del artículo 35 de la Constitución española, por el cual “todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio”.

Para los responsables de la gestión de la plaza de toros, es “obvio” que la Fundación Weber “que pretende denunciar un espectáculo legal que todavía no ha sido solicitado a la administración competente, tiene como fines la prohibición de una actividad cultural como es la tauromaquia”.

Toroter vincula la denuncia del evento cómico taurino a que la fundación “sabe que estos espectáculos son un vivero de nuevos aficionados”, especialmente si se combina con la posterior suelta de reses para el fomento de la afición que también se realizará el 4 de julio “tras más de 23 años sin poder celebrarse”.