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Un estudio de Esade cuestiona las medidas del Reto Demográfico y pide políticas específicas para municipios de menos de 500 habitantes Un estudio de Esade cuestiona las medidas del Reto Demográfico y pide políticas específicas para municipios de menos de 500 habitantes
El economista turolense Diego Loras, uno de los autores del estudio 'Despoblación y políticas de lugar' elaborado por Esade

Un estudio de Esade cuestiona las medidas del Reto Demográfico y pide políticas específicas para municipios de menos de 500 habitantes

No es la primera vez que un informe científico de ámbito económico critica las estrategias contra la despoblación
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No todo vale igual para todos en la lucha contra la despoblación, y las políticas públicas para combatirla deberían adaptarse a las necesidades y oportunidades de cada lugar. Así de claro lo dice un estudio del Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol, que acaba de hacerse público esta semana y en el que la institución académica considera que deberían tener un trato diferencial los municipios de menos de 500 habitantes frente a aquellos que tienen entre 1.000 y 5.000. Los autores advierten además que el Plan de 130 medidas frente al Reto Demográfico no se apoya en evidencias sobre la efectividad de las mismas y adolece de un debate académico previo.

No es la primera vez que un estudio científico en el ámbito de la economía cuestiona las medidas recogidas en el Plan de Recuperación para hacer frente al reto demográfico, que contempla un compromiso inversor de 10.000 millones de euros hasta 2023. Esta semana la Comisión Delegada del Reto Demográfico, que integran los ministerios que tienen relación con esta materia, hizo un balance de la aplicación de estas 130 medidas y aseguró que el 82% de las mismas se han iniciado ya.

Un análisis académico publicado en el último número de la revista Ager del Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR), cuyo autor es el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza Luis Antonio Sáez, ya advertía de la falta de rigor en la estrategia estatal del reto demográfico. Ahora un estudio de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (Esade) incide en lo mismo y analiza con datos la brecha demográfica y económica en España a la vez que plantea qué puede hacerse ante la despoblación.

El estudio, titulado Despoblación y políticas de lugar, considera que el foco de las políticas públicas en esta materia “debería centrarse en favorecer las condiciones para que se genere actividad económica en las zonas en declive, adaptando las políticas a las necesidades y oportunidades de cada lugar”.

Fenómeno

Recalca además que ante un fenómeno caracterizado por una fuerte heterogeneidad territorial, las políticas públicas deberían incorporar esto “de modo que no traten de igual manera los municipios de menos de 500 habitantes frente aquellos entre 1.000 y 5.000 habitantes”. Los programas de ayudas que está sacando el Gobierno central en materia de reto demográfico son para municipios de menos de 5.000 habitantes, sin diferenciar los que apenas tienen unos cientos o incluso están por debajo del centenar.

El estudio de Esade pone como buena práxis el modelo aplicado en Escocia “con bastante éxito” de las Highlands and Islands Enterprise, a través de una agencia independiente que se ha encargado de identificar y priorizar las inversiones con la participación estrecha de la población local y atendiendo a las características de cada uno de los sitios donde se ha intervenido.

Las propuestas que hace Esade se basan en el análisis académico llevado a cabo en diferentes países a partir de experiencias concretas de lucha contra la despoblación, y así señala como buenas políticas el impulso de infraestructuras de comunicación a través de redes malladas que huyan de las radiales, la descentralización de instituciones, los incentivos fiscales, el gasto educativo, en transportes y digitalización, y las políticas de inmigración.

El primer autor del estudio, que se puede descargar en la página del Centro de Políticas Económicas de Esade, es el profesor de Economía en ICADE-Universidad Pontificia Comillas, Jorge Díaz-Lanchas, y el segundo el turolense Diego Loras, doctorando en Economía y profesor de Introducción a la Economía en el mismo centro universitario. Los otros dos autores del estudio son el analista de EsadeEcPol, Ángel Martínez, y el director del mismo, Toni Roldán.

Evaluación

Loras explicó que este tipo de estudios realizados por EsadeEcPol pretenden evaluar desde la Universidad las políticas públicas a partir de la investigación académica ya que existe una brecha entre ambos. “Son estudios a medio camino entre una investigación científica y un artículo de divulgación para cubrir esa transferencia de conocimiento”, explicó Loras, que lo que hacen es analizar estudios previos que hayan evaluado una política concreta para poder basarse en ellas de cara a poder aplicarlas en otro momento o lugar. De hecho, el trabajo recoge al final una tabla resumen con el tipo de políticas aplicadas en otros lugares con los resultados obtenidos.
 

El estudio en cuestión reclama medidas específicas para poblaciones de menos de 500 habitantes


Eso precisamente es de lo que adolece la estrategia estatal, que no se apoya en ese conocimiento académico previo y que según los economistas autores del trabajo, a pesar del compromiso del Gobierno central de destinar 10.000 millones a la lucha contra la despoblación, el plan “en realidad agrupa políticas muy variadas y poco aterrizadas en este sentido”, debido a que “no han ido acompañados de un debate sobre las evidencias existentes de efectividad de las diferentes políticas”. Añaden a este respecto que en España “el debate sobre qué políticas e inversiones funcionan ha estado hasta ahora completamente ausente”.

Loras comentó que el programa del Gobierno en la lucha contra la despoblación “no está basado en políticas basadas en la evidencia”, puesto que ha sido un plan que se redacta sin tener en cuenta el análisis académico de experiencias previas, además de que “tampoco hay una evaluación a posteriori para ver qué tal funcionan esas cuestiones implementadas”.

“No nos parece que sea la línea” a seguir, indicó Loras, quien aseguró que desde Esade se es muy riguroso científicamente y por eso se analizan las políticas que han funcionado en otros sitios. Aclaró que el Plan de 130 medidas “podrá tener cosas positivas o negativas, pero desde luego estaría mejor que lo hubiesen basado en las cuestiones que sabemos que han funcionado” porque entonces el mismo se apoyaría en la “evidencia”.

En contra de lo que podía pensarse, la pandemia no ha supuesto un retorno al mundo rural, a partir del análisis que han realizado, entre otros instrumentos, de la Encuesta de Variaciones Residenciales (2017-2020) del INE, aunque sí parece que ha frenado buena parte del éxodo rural.

Argumentan los investigadores que las causas de la despoblación son estructurales y están asociadas a dinámicas propias de la globalización y la aglomeración de la población, lo que conlleva también brechas salariales de casi 5.000 euros al año, lo que incentiva la atracción del talento joven hacia las ciudades. En el estudio constatan que “no existen soluciones mágicas” para combatir este fenómeno, y que “en el mejor de los casos, tendremos que esperar mejoras económicas relativas, pero no absolutas, de esa periferia”. De igual forma apuntan que en determinados territorios solo ralentizará un proceso que “es inevitable”.

Regiones periféricas

El estudio de Esade incluye un análisis de qué políticas públicas se pueden incentivar para luchar contra la despoblación a partir del resultado que han tenido en otros lugares. En cuanto a políticas a gran escala, el informe señala que en materia de infraestructuras se debe apostar por “unir regiones periféricas entre ellas, de modo que se generen círculos virtuosos de actividad económica”, puesto que “a la hora de conectar periferia y centro cabe la posibilidad de que la primera se ‘vacíe’ en beneficio del segundo”, un fenómeno que han evidenciado en sitios como los Países Bajos o China, entre otros. Por otra parte, defienden la descentralización de instituciones, puesto que puede favorecer la detección de fortalezas regionales.

A nivel de políticas contra la despoblación aplicadas a pequeña escala, el estudio de Esade es partidario de los incentivos fiscales, cuyo éxito se ha visto no solo en los países nórdicos sino también en sitios como Australia y Corolado en los Estados Unidos. También apuesta por el gasto educativo, en transporte y digitalización, puesto que retienen población, y por la inmigración, tanto interior como internacional, si bien aclara que serán los municipios pequeños y rurales cercanos a las grandes ciudades los que “potencialmente pueden repoblarse frente a los territorios remotos”; y por último insiste en que las estrategias deben hacerse desde abajo y no desde arriba, como ha pasado con el modelo escocés.