

Un proyecto pionero impulsado desde el barrio de San Julián busca afrontar con dignidad el final de la vida
Cuenta con los profesionales de la saludUn proyecto pionero en la provincia con profesionales del Salud y dirigido a los vecinos para aprender a afrontar la muerte dignificando el final de la vida ha comenzado esta semana en el barrio de San Julián y se prolongará durante un mes. La actividad consiste en cuatro sesiones en las que profesionales del ámbito sanitario reflexionan a través de diferentes recursos sobre la importancia de hablar sobre la muerte y de afrontarla a través de la planificación anticipada de decisiones y de voluntades.
Una veintena de vecinos de San Julián, en su mayoría mujeres, participan en esta actividad que comenzó el martes en el colegio del barrio y que han organizado conjuntamente la Dirección de Atención Primaria en el Sector Teruel y la Asociación Vecinal, y en la que colabora también la Federación de Barrios.
Concha Gómez, coordinadora y responsable del proyecto, explicó que se trata de una actividad de “salud comunitaria” en la que se busca la implicación de la sociedad. Hasta ahora solo se había hecho una dinámica de este tipo en Gea de Albarracín, que consistió exclusivamente en la celebración de un cinefórum, mientras que la de San Julian se compone de cuatro sesiones con diferentes dinámicas.
La coordinadora, que es enfermera de Atención Primaria, explicó que esta iniciativa responde al interés del Salud por llevar a cabo actividades comunitarias enfocadas a sensibilizar tanto para la atención al final de la vida como en lo relativo a la educación para la salud.
“Buscamos que la comunidad se responsabilice también”, comentó Gómez en referencia a ambas cuestiones, de manera que los profesionales son “incitadores” para que en el ámbito de las comunidades vecinales puedan surgir iniciativas o actividades a desarrollar posteriormente. Es algo, aclaró, sobre lo que el Gobierno de Aragón tiene interés en promover actividades comunitarias.
Sobre cómo afrontar la muerte dignificando el final de la vida, la experta explicó que es un tema que interesa en el Salud porque están viendo que “la muerte se ha trasladado de las casas a los hospitales”, a la vez que hay un debate abierto en los medio de comunicación en asuntos como la eutanasia, además de existir confusión.
“Morirse es un proceso en el que hay que anticiparse y para lo que hay que tomar decisiones”, aseguró Gómez, quien comentó que la sociedad actual vive en la “cultura de la felicidad y parece que la muerte se contagie”, por lo que se evita hablar de ello.
En este sentido, aseguró que no solo es bueno abordarlo sino necesario. “Nuestro objetivo es que se hable más de este tema, aunque no nos guste a veces, y esta es la forma de sacarlo a la comunidad y que lo puedan compartir”, precisó.
En el proyecto está participando un equipo multidisciplinar integrado por sanitarios, trabajadoras sociales, enfermeras, médicas y técnicos de atención, entre otros. Parten de las experiencias que se están haciendo ya en otras autonomías como el País Vasco y Andalucía.
La coordinadora comentó que hay que formarse en esta cuestión para que los sanitarios y los trabajadores sociales puedan ayudar. De ahí que en las cuatro jornadas planificadas en San Julián se van a aclarar térmicos e incidir en cuestiones como la planificación anticipada de decisiones, ya sea poder quedarse en casa para morir en lugar de hacerlo en el hospital, o que determinadas situaciones de su estado no tengan que dilatarse en el tiempo de forma indefinida.
“Tiene que responsabilizarse y hablarlo con la familia”, comentó la coordinadora, quien incidió en que es importante el acompañamiento y quitarse los miedos para afrontar todo esto cuando llega el momento, visto todo ello con antelación como una fase más de la vida que hay que dignificar.
El presidente de la Asociación de Vecinos, Pepe Polo, añadió que la intención es poder extenderlo a otros barrios como un proyecto comunitario a través del cual también se hace convivencia.