Un turolense, entre los 195 españoles varados en un crucero entre Madagascar y la India por culpa de la pandemia

El turolense José García Navarro se encuentra entre las 2.729 personas, 195 de ellos españoles, que navega en estos momentos por el océano Índico en el transatlántico Costa Deliziosa, buque de la naviera Costa Cruceros al que la pandemia de coronavirus le ha cogido en mitad de una travesía alrededor del mundo. No existe ningún caso de Covid-19 en el buque y García Navarro se encuentra bien de salud y tranquilo. 

El crucero comenzó el 11 de enero en Barcelona y tenía previsto atracar en Venecia el próximo 26 de abril, tras visitar 39 destinos de cinco continentes. Desde que se declaró la pandemia ninguno de los pasajeros puede bajar a puerto, y los últimos que lo hicieron en Perth (Australia), quince de ellos, se encuentran en aislamiento en sus respectivos camarotes. Este sábado se cumplía el periodo de cuarentena para estos pasajeros. De confirmarse su falta de síntomas, el barco se declarará libre de la amenaza del Covid-19.

Aunque fue imposible para este diario ponerse en contacto con José García, su hermana Engracia confirmó que se encuentra en perfecto estado de salud y tranquilo. La última vez que habló con él fue el pasado martes, le contó la situación y le dijo que estaba bien y que podía moverse con libertad por el barco. “Suele llamar cada semana o cada quince días, cada vez desde un lugar diferente del mundo. La última vez lo hizo desde Isla Mauricio”, entre Madagascar y la India. 

De los once barcos que tiene la naviera Costa Cruceros todos permanecen en puerto con la actividad suspendida excepto el Costa Deliziosa. Desde la empresa se asegura que se está buscando la solución más adecuada, teniendo en cuenta que la mayor parte de los países del mundo, entre ellos España, tienen restringido el paso a buques de pasajeros, sea cual sea su procedencia. Actualmente el buque navega por el Índico sin un destino claro, aunque parece descartado que pueda terminar su singladura en Venecia, como estaba previsto, debido a la alarma sanitaria. 

Por el momento en cada escala el barco carga combustible y víveres, y mantiene una estricta cuarentena. “El capitán les dijo que quien bajara a puerto tendría que pasar el resto del viaje en cuarentena, confinado en el camarote, así que nadie baja”.

José García Navarro tiene 72 años y la media de edad del pasaje supera los 70 años, por lo que se considera población de riesgo frente al Covid-19. 

Amante de los grandes viajes, es el cuarto gran crucero que el turolense emprende desde que se jubiló. El último fue en 2018, y también fue una vuelta al mundo a bordo de un buque de Costa Cruceros.