Una exposición de Amnistia Internacional visibiliza la opresión de la mujer afgana
La muestra refleja las dificultades que tiene para su supervivencia en el día a díaLa exposición sobre las mujeres afganas Ellas son la revolución se inauguró ayer en el Centro Sociocultural San Julián y, en paralelo a la muestra, se realizó una conferencia, patrocinada por Amnistia Internacional y la colaboración de la Asociación de Periodistas de Aragón, en la que se expuso la situación de dificultades de la mujer en Afganistan. En el coloquio participaron Juancho Barrecheguren, fotoperiodista; Consuelo Peláez, socia de Amnistia Internacional, y Juan Cañada, fotoperiodista.
La muestra, que llega ahora a Teruel, ya ha recorrido las tres capitales de la Comunidad, pues su estreno en Huesca, en el Congreso de Periodismo, fue su bautismo. Y posteriormente, en Zaragoza, junto a un taller con la refugiada afgana Nadia Ghulam, en el que la protagonista contó su vida y la necesidad de huir de su país por estar amenazada de muerte.
En la presentación en Teruel, Marina Fortuño, periodista y miembro de Amnistia Internacional, señaló que “traemos esta exposición con la intención de sensibilizar a la gente y, sobre todo, de que no se olvide lo que está pasando en Afganistán y en otros muchos países donde las mujeres están sufriendo un auténtico apartheid de género. Así lo ha calificado Amnistía Internacional y así lo ha constatado a través de informes”. Y en apoyo de esto añadió que las mujeres en Afganistán “no tienen garantizadas sus necesidades mínimas como seres humanos”.
Esta exposición quiere “ayudar a que los periodistas estén más sensibilizados a la hora de exponer las situaciones de necesidad humanitaria”, puntualizó Marina Fortuño. Y también recordó a los 240 periodistas muertos en Gaza este año.
En el coloquio se expusieron las dificultades de supervivencia de la mujer en Afganistán y por eso, Juancho Barrecheguren afirmó que “las religiones y las políticas son excusas de poder para someter a la mujer, no solamente en Afganistán”.
Con otra mirada, Consuelo Peláez advirtió de los escollos que encuentran las mujeres refugiadas en España, pues al provenir de otras culturas “la inserción es muy difícil”, pero tampoco ellas tienen “una voluntad clara de adaptarse a la nueva sociedad”, matizó.
Una visión más cercana a la mujer africana ofreció Juan Cañada, que indicó que “lo que sí discrimina es la pobreza y la falta de educación. La mujer tiene problemas que aquí no se dan”, puntualizó.
