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Una exposición en el Archivo de Teruel repasa la evolución de la cartografía de Aragón Una exposición en el Archivo de Teruel repasa la evolución de la cartografía de Aragón
Vista de algunos de los documentos que se muestran en la exposición. M.A.

Una exposición en el Archivo de Teruel repasa la evolución de la cartografía de Aragón

La época estudiada va del siglo XVII al XX
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Aunque muchos de los avances y desarrollos de la humanidad han tenido que ver con lo militar, no siempre ha sido así, al menos en exclusiva. En el desarrollo de la cartografía y la geografía tuvieron que ver las conquistas militares, pero también la economía y el sentimiento de la propiedad y de la delimitación territorial de los grandes imperios, así como  la consolidación de fronteras y topónimos. 
A ese desarrollo, el de la cartografía, se dedica la exposición Cartografía de Aragón en el Archivo Histórica Provincial de Teruel, que puede visitarse gratuitamente hasta el 28 de diciembre en las instalaciones del Archivo, de lunes a viernes de 8.30 a 14.30 y los miércoles, además, de 18 a 20 horas. 
La muestra consta un audiovisual sobre la formación del Reino de Aragón y la evolución paralela de la cartografía, además de 28 mapas de Aragón y la Corona Aragonesa fechados entre 1619 y principios del siglo XX. Los mapas son originales y pertenecen al depósito del Archivo Provincial de Teruel, dentro de su Colección de Mapas, planos, dibujos y grabados, después de que el Gobierno de Aragón la adquiriera en 2002. Recientemente se han visto en Zaragoza, durante una exposición organizada por el Instituto Geográfico de Aragón titulada Aragón en el Mapa que pudo verse hasta el 5 de octubre, y que demostraba entre otras cosas que desde el siglo XV al XX en ningún mapa realizado en España, Francia o Países Bajos figuraba la Corona Catalano-Aragonesa con ese nombre ni ninguno otro que se le pareciera. 
En primavera esta exposición viajará a Huesca, “aunque no se enviarán los mapas originales sino copias, ya que no es conveniente que documentos originales tan valiosos y antiguos pasen demasiado tiempo fuera de su sitio”, explica María José Casaus, responsable del Archivo de Teruel y comisaria de la exposición. “Y es que estos mapas que pueden verse aquí son auténticos tesoros”, asegura. 
Entre los mapas que pueden contemplarse en la exposición, algunos destacan por su gran valor histórico o estético. Se pueden encontrar piezas de autores holandeses, franceses o portugueses, como Joao Baptista Lavanha (1550-1624), uno de los más reputados de su tiempo, que en 1610 recorrió el Reino de Aragón recopilando datos para elaborar un mapa encargado por la Diputación del Reino de Aragón, que concluyó Pablo de Rojas siguiendo sus indicaciones en 1615, tras un lustro de trabajo. 
En una de las vitrinas pueden verse los abigarrados mapas elaborados por el austríaco Franz Joseph von Reilly (1766-1820) en 1799, incluidos en un Atlas que publicó en cuatro volúmenes, con un exquisito nivel de detalle al que hay que acceder mediante lupa o cuentahilos. 
Y otra de las joyas que alberga el Archivo Histórico Provincial de Teruel, el mapa más antiguo de cuantos se encuentran expuestos, es el Arragonia et Catalonia atribuido a Gerard Mercator (1512-1594), aunque publicado en 1619, varios años después de su muerte. Mercator fue uno de los representantes de la escuela cartográfica de los Países Bajos, y uno de los geógrafos más eminentes del XVI. A él se le debe el término Atlas para designar una colección de mapas, y también fue el inventor de la proyección Mercator, una proyección cilíndrica usada para representar en un plano los continentes del globo terráqueo, y que todavía es ampliamente utilizada en la actualidad a pesar de las distorsiones que ocasiona en la regiones cercanas a los polos.  
La mayor parte de los mapas fueron encargados por los diferentes Estados a cartógrafos eminentes, “que durante esa época eran profesionales muy respectados y prestigiosos”, así que es un “documente excepcional para saber cómo veían Aragón desde los diferentes imperios europeos”, explica Casaus. 
Es muy gratificante recorrer cada mapa con la vista y comprobar cómo los topónimos han ido evolucionando y transformándose. En 1706 el francés Nicolas de Fer (1646-1720) recoge en su mapa Le Royaume d’Arragon localidades turolenses como Alcada della gran Selva, Los Formisches, actualmente divididos en Formiche Alto y Formiche Bajo, o Celda, como era conocida Cella, cuya etimología según algunos autores procede del latín cella, que significa precisamente celda o cámara, en referencia al espacio interior de algunos templos griegos y romanos. Este mapa de 1706 también sitúa junto a Xorcas la localidad de Lepus (liebre, en latín), donde actualmente se encuentra Allepuz. Y solo 13 años después, en el fantástico Theatre de la Guerre d’Espagne. Carte du Royaume d’Aragon realizado por Jean Baptiste Bourguignon en 1716, la localidad ya aparece con su topónimo actual de Allepuz.